Habrá que olvidarse del brillante trineo tirado por renos, los cascabeles y un Papá Noel gordo y encantador surcando los cielos. "Operación regalo" desvela cómo es posible que el personaje más antrañable de la Navidad llegue a 2.000 millones de casas en una sola noche. El filme en 3D se estrena el jueves y se adelanta a la temporada de estrenos en la pantalla grande para la platea infantil.
El misterio de los regalos se revela de la mano del héroe menos esperado, Arthur, el integrante más incapaz de la familia Noel, una dinastía que lleva más de mil años en el Polo Norte en el negocio de hacer realidad los sueños de cientos de millones de niños. Allí, además del abuelo jubilado, están su hijo, un eficaz distribuidor de presentes, pero sin pasión por su trabajo, y su nieto, que no acierta a ocupar ningún lugar en la organización sin cometer errores.
La película es el resultado de una asociación entre Aardman, la multipremiada compañía inglesa de "Pollitos en fuga" y "Wallace y Grommit", y Sony Pictures Animation. El filme describe la impresionante operación de altísima tecnología que se oculta bajo el hielo polar. Sin embargo, el alma de la película, según se adelanta, es una historia con los clásicos ingredientes navideños y una familia bastante disfuncional.
En la víspera de Navidad, de pronto una sombra cubre las ciudades y no es precisamente la sombra de un trineo. Tampoco se escucha el tintineo de los cascabeles ni la risa de Papá Noel. Sólo se ven un millón de puntitos de luz, e igual cantidad de figuras sigilosas que descienden rápidamente como si se tratara de una invasión.
Se trata de una nave roja de un kilómetro y medio de largo, que evita los radares y que transporta un millón de elfos que trabajan en equipos de tres. Cada uno de ellos tiene 18,14 segundos para entrar en cada casa, entregar los regalos y pasar a la siguiente.
Pero cuando la operación nocturna de reparto de juguetes omite a una niña que vive en un pequeño pueblo de Inglaterra, Arthur, el menos capaz de la familia, se embarca en una misión contrareloj con su abuelo, el patriarca de la familia Noel, jubilado, políticamente incorrecto y cascarrabias y con la compañía de un elfo obsesivo parten a entregar el último presente antes de que amanezca. Y lo harán tirados por el viejo trineo con sus ocho renos que deben volver a la acción.
"Así sería si tuvieran toda esta tecnología y no se ahorraran gastos", afirmó Sarah Smith, que dirigió y coescribió "Operación regalo". "La película revela cómo es su equipo de trabajo y cómo podrían hacer semejante proeza", bromeó la cineasta.
El equipo de creativos aseguró que se tomó muy en serio el trabajo. "El principio esencial en el que trabajamos al planear la película fue que deseábamos sentir que todo eso podía ser real", aseguró. "Era importante que la emoción no fuera prestada, debía ser genuina", afirmó la realizadora.
Así fue como, calculadora en mano, estimaron todas las variables para que el trío llegue a tiempo desde el Polo Norte hasta el pueblo inglés antes de que termine la Nochebuena. "Si imaginás cómo puede hacerlo Papá Noel, es una locura. Tuvimos una gran discusión sobre las zonas horarias y si podrían volar siempre en la oscuridad de modo que nunca nadie los vea. La idea de que los elfos tienen exactamente 18.14 segundos por casa se basó en los cálculos que hicimos", afirmó.
Y todo para no romper la ilusión de una única niña en el mundo, en un insignificante pueblo inglés perdido en el medio de la nada.