Hay sociedades que nacen para perdurar. La de Lito Vitale con Juan Carlos Baglietto es una de esas asociaciones que se retroalimentan para recorrer una espiral ascendente que la lleva a revisar el cancionero popular y descubrir las nuevas facetas que esconden las canciones. Luego de una década de separación, el dúo volvió a reunirse en 2010 para grabar en vivo "Más de lo mismo" y hoy regresa a Rosario para mostrar "Clásicos y Acústicos", a las 21.30, en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza,
Lito Vitale, aquel niño prodigio de los años 70 que visitaba las salas rosarinas junto a su hermana Liliana, Alberto Muñoz, Juan del Barrio, Nono Belvis y Gustavo Mozzi, entre otros integrantes de MIA (Músicos Independientes Argentinos), superó las expectativas que habían puesto en él Esther Soto, su madre, y Don Vi, su padre, recientemente desaparecido.
"Para mí fue una suerte haber tenido ese padre y lamentablemente se fue", dijo conmovido Lito Vitale a Escenario. "La verdad es que fue un capo total y es buenísimo todo lo que he recibido de gente para la que mi viejo era una persona de mucho valor y que les ha abierto la cabeza. Un tipo muy culto, un pedagogo, un capo. La verdad es que tuvimos una relación muy linda", se explayó el socio artístico del rosarino Juan Carlos Baglietto con quien fraguó una relación que sigue vigente.
—¿Después de la disolución del trío que formó con Bernardo Baraj y Lucho González, ésta sociedad con Juan Baglietto es la más fuerte que concretó a nivel artístico?
—Hubo varias cosas fuertes y muy importantes. Juan es una de ellas, el trío fue otra, pero ésta es la primera experiencia de un proyecto con letra, porque por lo general yo hago música instrumental. Para mí es un placer porque Juan es mucho más que un cantante: es un artista con el cual uno puede compartir música.
—¿Usted que siempre estuvo en la vanguardia cómo se siente ahora que está en el bando de los clásicos?
—Bueno, tocamos de una manera bastante particular. Nunca fui un músico tradicional y que estemos tocando clásicos no significa que lo hagamos de un modo tradicional. Al contrario. Los hacemos con nuestra visión de la música argentina. Siempre que armábamos un repertorio mi viejo estaba muy atento sobre qué temas habíamos intervenido más y que tema menos. ¿Qué sentido tiene hacer una versión si no es particular? Pasa con "Nostalgias", "Naranjo en flor" o "Como dos extraños". Está bueno hacer una versión que tenga una característica particular porque si no, es más de lo mismo de verdad. Nuestra intención siempre fue intervenir los temas.
—¿Cómo ve, en general, la evolución de la música argentina, que tuvo momentos de alto vuelo en los 70 y luego desembocó en el rock barrial?
—Yo voy a hacer un análisis y voy a caer en lo mismo que te pasa a vos. A mí me gustan mucho un montón de músicos buenísimos que quizá no son los que la gente más conoce. Por ejemplo me gusta mucho Aca Seca; Juan Quintero con Luna Monti; algunas cosas que hacen Luis Salinas o Javier Malosetti y bandas rockeras que están muy bien. Soy bastante abierto y, evidentemente, a los que tuvimos la posibilidad de ser contemporáneos a la movida Piazzolla- Manal-Almendra-Sui Generis-La Máquina-Alas y todos esos grupos, es difícil que ahora nos sorprenda algo.