Tras el Oscar, Darín llega con Trapero al festival de Cannes

“Carancho”, la última película de Pablo Trapero, protagonizada por Ricardo Darín, que hace tan sólo un par de meses disfrutaba del triunfo de ”El secreto de sus ojos“ en los Oscar, encabeza la delegación argentina en Cannes.

Darín, que comentó recientemente que le entusiasmaría volver a la costa azul francesa, confirmó que finalmente no podrá ir por sus varios compromisos laborales. Trapero, sin embargo, repite nuevamente en la gran cita francesa tras la elogiada ”Leonera“, protagonizada por Martina Gusman.

Con la descarnada realidad de los accidentes de tráfico como telón de fondo y su incesante rosario de muertes, Trapero construye un drama en el que un abogado (Darín) sin licencia merodea hospitales en busca de víctimas a las que estafar hasta que en su vida se cruza una médica (”Gusman“).

”Carancho“ supone la tercera visita a Cannes del director de ”Mundo Grúa“ o ”El bonaerense“, que muestra ahora su último trabajo en Un Certain Regard (Una cierta mirada).

Esta sección, la segunda más importante del certamen francés, acogerá también ”Los labios“, de Ivan Fund y Santiago Loza, dos directores que ya fueron premiados por su labor (de realizadores) en la última edición del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, Bafici.

La presencia argentina en el certamen francés viene siendo desde hace años una constante, aunque no siempre se exhiba en su escaparate de mayor relumbre, el que compite por la Palma de Oro.

En esta edición, Maricel Alvarez, que ha estado en la vanguardia del teatro argentino con la compañía El Periférico de Objetos, dirigida por Daniel Veronese, desfilará por la alfombra roja con ”Biutiful“, la película del mexicano Alejando González Iñárritu, que aspira a la Palma de Oro y que en su anterior visita a Cannes se llevó el premio al mejor director por ”Babel“.

Este drama sobre la inmigración, en el que Alvarez comparte cartel con Javier Bardem, despierta además interés por tratarse de la primera película que el mexicano dirige sin contar con el apoyo del guionista Guillermo Arriaga. Los argentinos Armando Bo y Nicolas Giacobone firman junto con Iñárritu el drama en el que Gustavo Santolalla, otro argentino distinguido en Hollywood, es el responsable de la banda sonora.

En Un Certain Regard se presentan en total 19 largometrajes entre los que figuran los últimos trabajos de grandes maestros como el francés Jean-Luc Godard (”Film Socialisme“) o el portugués Manoel de Oliveira (”El extraño caso de Angélica“).

En la prestigiosa Quincena de los Realizadores debutará el también argentino Diego Lerman con su segundo largometraje de ficción, ”La mirada invisible“, una cinta que se desarrolló en una anterior visita a Cannes con el Taller de Cinéfondation, un programa del certamen francés para concluir películas.

”La mirada invisible“ es una ”fiel adaptación“ -según palabras del director-, de la novela ”Ciencias Morales“, de su compatriota Martín Kohan, ganadora del premio Herralde en 2007. La cinta, ambientada en los días previos a la guerra de las Malvinas (en 1982), está protagonizada por una figura gris, una preceptora (vigilante) del prestigioso Colegio Nacional de Buenos Aires a la que da vida Julieta Zylberberg.

El cine latinoamericano gana presencia en la Quincena, que cuenta además con óperas primas de Uruguay (”La Casa Muda“, de Gustavo Hernández) y  México (”Año bisiesto“, de Michel Rowe, y ”Somos lo que hay“, de Jorge Michel Grau).

En la Semana de Crítica, otra de las competencias paralelas que se desarrolla en Cannes, el argentino Gonzalo Tobal estrenará en una función especial el cortometraje de 25 minutos ”Cinthya todavía tiene las llaves“.

Además, en los cortometrajes de la sección oficial la actriz Mónica Lairana es una de las nueve aspirantes que se disputan la Palma de Oro con los 11 minutos que dura ”Rosa“, el cortometraje que ha escrito y dirigido.

Y los nostálgicos podrán ver una copia restaurada de ”El beso de la mujer araña“, la versión cinematográfica que el director Héctor Babenco hizo de la novela argentina de Manuel Puig y con la que William Hurt recogió en 1985 el premio al mejor actor en Cannes y posteriormente el Oscar.(DPA)