Flavio Mendoza y el elenco de Stravaganza comenzaron ayer la segunda parte de su actuación en Rosario con "Estados del tiempo", un show deslumbrante donde el brillo y los múltiples recursos marcan la propuesta dirigida y encabezada por Mendoza. Las funciones continúan hoy y mañana, a las 21, luego de haber agotado las funciones del viernes, sábado y domingo de la semana pasada. La cita es en Metropolitano (Alto Rosario Shoping).
Cuando las siamesas Ethel y Ester anuncian el comienzo del espectáculo, el Metropolitano luce a tope y expectante. En pantalla surge imponente la figura de Flavio Mendoza introduciendo "Estados del tiempo" con escenas con contextos de agua, tierra, fuego y aire.
Con recursos mecánicos, técnicos y un vestuario deslumbrante, el show ofrece en el comienzo un cuadro coreográfico con aires árabes. Pasados los primeros efectos, al humor de los clowns se suman los acróbatas para la primera muestra de danza contemporánea que incluye un tramo con zapateo folclórico.
La primera aparición de Adabel Guerrero fue tan impactante, como su figura. Y precedió al ingreso de Flavio, también luminoso, bailando "Abre tus alas", el leit motiv de la obra que se canta en vivo.
El acróbata-clown-humorista Pedro Bruno, en su rol de maestro de ceremonias, dialoga con el público en un segmento donde exhibe a la escultural bailarina cubana Rosmery González para ellos y al exuberante acróbata Mateo Sito para ellas.
Así, en una sucesión infinita de detalles, algunos se pierden en el acqua-dance por el vértigo de la puesta. Después de los clowns y los acróbatas en un set en cama elástica y con el humor como premisa, Flavio encabezó un cuadro de danza acuática y cantando en vivo.
La interacción con el público incluyó a un espectador que aceptó sin timidez formar parte de la propuesta de los Tap Sisters, que incluyò cumbia y malambo con videos de animación digital. El show continuó sin pausa y sin descanso mientras Adabel Guerrero aportaba su arte y su brillo en un tramo que mezcló danza e imágenes asiáticas y africanas.
Con sonidos electrónicos ilustrando un entorno urbano, volvió Flavio a escena y, cuando ya había transcurrido una hora de show, recién ahí participó de un sketch, montado luego en un ámbito rural, con gaucho, ovni y marcianos incluidos.
"Tiempo de amar, tiempo de soñar", cantaban Facundo Mazzei y Ana Rodríguez, mientras se preparaba el trío de baile folclórico en otro escenario más elevado. Al show también se sumó un torpe mago-ilusionista, presentado por las inefables "siamesas", que convocó a una espectadora para su desopilante participación, continuando con la idea de que el público forme parte de la propuesta.
Bruscamente, el show cambió de clima con un escenario acuático montado debajo del escenario, más cerca de la gente. Flavio Mendoza y Belén Pouchán arriesgaron en un baile en una altura considerable en una notable performance que despertó una estruendosa ovación.
Un cuadro de hip hop precedió al armado de un ámbito polar con música con sonidos épicos. Luego de volver a lucir junto a Adabel, Flavio encaró un discurso contando su historia personal, sus ilusiones y sus sueños. "Decían que era una locura traer este espectáculo a Rosario y acá estamos", dijo tratando de relajarse antes de la despedida y prometió quedarse en la ciudad para disfrutar del río y del encuentro con los rosarinos en sus calles.
Con el agua como entorno preponderante, el elenco fue desfilando para recibir los últimos aplausos. En el cierre, el elenco completo, que incluye a los rosarinos Nico y Mateo, repitió la canción-emblema del show proponiendo "abrir las alas".