Hace 25 años, cuando era estudiante en California, Tim Burton sintió una extraña
fascinación por el musical "Sweeney Todd", de Stephen Sondheim. Finalmente, el director llevó a la
pantalla su versión para cine protagonizada por Johnny Depp. Para Burton, un amante de las
películas de terror, era sólo una cuestión de tiempo hasta que pudiera recrear en el cine la
historia del barbero sediento de venganza que utiliza su navaja para degollar a sus víctimas. Depp
encarna con maestría al sangriento Sweeney, mientras que Helena Bonham Carter es su cómplice, la
señora Lovett. El filme, que se estrena el jueves en Argentina y está nominado a tres premios Oscar
(mejor actor, vestuario y arte), transcurre en una oscura ciudad de Londres, durante los años
victorianos.
Llevar una obra teatral a la pantalla no es una tarea
fácil. Pocos musicales han podido sobrevivir con éxito a la transferencia de medios, siendo
"Chicago" la mayor excepción de la regla. Asimismo, Burton decidió correr el riesgo de elegir para
su elenco actores que no están entrenados en el área del canto. "Sweeney Todd", que obtuvo siete
premios Tony en 1979, es un musical difícil de interpretar para los cantantes debido a sus
exigencias vocales y su estilo parecido al de una ópera.
Además, la historia de fondo en la obra puede resultar
repulsiva para gran parte de la audiencia: el asesino en serie Sweeney degolla a sus víctimas, las
corta en trozos, las pasa por una moledora de carne y luego las cocina en pasteles de carne, con la
ayuda de su cómplice.
"Fueron necesarios mucho valor y una fe loca de nuestra
parte para creer que podríamos llevar a la pantalla esta bestia", comentó al diario The New York
Times el guionista John Logan.
Cuando Burton vio por primera vez el musical en Londres,
todavía no había lanzado su carrera como cineasta. Sin embargo, la pieza le pareció perfecta para
la pantalla. Durante los años 80, el director le preguntó a Sondheim si le permitiría filmar su
musical. "Le dije que sí, pero después se dedicó a otras cosas", afirmó Sondheim.
Burton confesó que se distrajo con otros proyectos, pero
dijo que, al final, esperar fue lo mejor. "En ese entonces no conocía a Johnny", afirmó. Y tampoco
conocía a Boham Carter, con quien convive y espera a su segundo hijo.
Hace cinco años, Burton encontró un viejo dibujo que había
realizado de Sweeney y la señora Lovett. "Sorprendentemente, los personajes tenían un gran parecido
con Johnny y Helena", dijo y partir de ese momento comenzó a planear el proyecto.
"Para mí, este tipo de cosas son importantes. Johnny se
encontraba en un buen momento de su carrera y había alcanzado la edad necesaria. Me parecía que
sería el actor ideal para el personaje, aunque no estaba seguro todavía de si podría cantar",
recordó Burton.
El director le entregó un disco del musical a Depp y le
preguntó si sería capaz de hacerlo. "Me contestó que su voz suena como la de un gato estrangulado,
pero para mí esa respuesta significó un sí. De otra forma, hubiera simplemente contestado que no lo
haría", agregó Burton.
El director trabajó junto a Depp en películas como "El
joven manos de tijeras", "Ed Wood", "La leyenda del jinete sin cabeza" y más recientemente en el
filme infantil "Charlie y la fábrica de chocolates".
De la locura al odio
La interpretación de Depp en el papel de Sweeney busca
causar escalofríos. Su melena negra y blanca, su piel y rostro pálidos, sus ojos desorbitados, su
expresión de locura y odio. "Su aspecto tenía que expresar todo lo que vivió", explicó el actor.
Justamente lo que causa el odio y la sed de venganza en el personaje es una condena errónea por
parte de un juez corrupto (Alan Rickman) que luego destruye a su familia. "Esta historia siempre me
pareció como una película de terror muda, en blanco y negro", dijo Burton.
Inicialmente, el director había planeado utilizar efectos
especiales. Sin embargo, terminó haciendo lo opuesto. "Rodar en escenarios reales ayuda mucho,
primero a los actores y también al equipo de producción que logra transportarse mejor a ese mundo.
Si hubiera puesto a los actores a cantar frente a una pantalla azul no hubiera sido lo mismo",
afirmó.
Los productores decidieron acortar algunas y eliminar otras
canciones. Asimismo, la orquestación es mayor para resaltar las escenas en la pantalla. Y los
resultados se notan, por lo menos para Depp. "Uno lo ve, lo siente, lo escucha. Es fascinante",
comentó el actor.