Mauricio Kartún confesó que el hecho histórico en el que se basa "Ala de
criados" lo tenía "algo obsesionado" desde los inicios de su carrera, a finales de la década del
60. La obra transcurre en un club de Mar del Plata donde se refugia la aristocracia porteña durante
la Semana Trágica en Buenos Aires, en enero de 1919 y se presentará hoy, a las 21, en el teatro
Príncipe de Asturias, del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río). Mañana y pasado
Kartún dictará un seminario de desmontaje de la pieza en el teatro.
—¿Qué le interesó del hecho histórico en el que se basa la obra?
—Siempre me tuvo algo obsesionado. Y digo siempre remitiéndome a los
principios de mi carrera allá por finales de la década del 60. Armé un grupo con el cual intenté mi
primer espectáculo que era sobre la Semana Trágica. Aquello se frustró y creo que yo no tenía ni la
experiencia ni el aliento como para terminar algo tan complejo.
—Siempre me conmueven de algunos hechos históricos ciertos mecanismos
míticos que son capaces de crear la sensación de que en sí mismos contienen un acontecimiento que
va mas allá de sí mismo, que de alguna manera se transforma en metáfora de otros momentos
históricos. Con la Semana Trágica siempre me pareció que todo eso configuraba un mecanismo
mítico
—¿Cómo transformaron al espectador las nuevas formas del espectáculo?
—Sin dudas, creo que entraron en crisis. Por un lado los sistemas
receptivo y por otro lado ciertas zonas de credo político, ciertas zonas de identificación política
que se producen con las crisis políticas e históricas que el mundo ha vivido en los últimos treinta
años. Cambia también la conciencia del espectador. Mi generación es una generación formada en
ciertas formas de la receta política y resultaba extremadamente placentero y tranquilizador
encontrar esas mismas recetas en el teatro. Hoy esas recetas han desaparecido. Esas recetas
entraron en crisis y estallaron y eso obliga a que también la relación entre la política y el
teatro sea otra totalmente diferente.
—Un artista aspira a que su trabajo sea visto por la mayor cantidad de espectadores,
pero ¿cómo piensa el fracaso?
—Estoy convencido de que el gran elemento, el procedimiento creador en un
artista es el obstáculo. Creo que buena parte de lo que aprendí y desarrollé fue resultado del
fracaso, del obstáculo, de lo que no funcionó. Creo que si cualquier artista descubriese el
resultado del éxito dejaría de crear o se repetiría de una manera horrorosa. Cuando uno inventa
algo y no funciona intenta ver qué aprendió uno del obstáculo. Me parece que el trabajo del
artistas es alternar entre logros y fracasos.