Series / Crítica de "Teherán": Un conflicto de cuatro décadas

Los 40 años de discrepancias entre Israel e Irán dirigen la trama de “Teherán”, la serie que estrenó Apple coescrita por el periodista Moshe Zonder, quien estuvo detrás de la exitosa serie “Fauda”. Hasta 1979 Israel e Irán tenían relaciones plenas. El país gobernado entonces por el sha Reza Pahleví era una monarquía prooccidental, pero al asumir el control la Revolución Islámica liderada por Ruhollah Jomeiní, Irán dejó de existir tal como se lo conocía. Una de las primeras acciones del nuevo gobierno fue hacer pública su hostilidad hacia Israel, una beligerancia que no cambió durante las décadas siguientes y continúa hasta hoy. De hecho los israelíes tienen prohibido el ingreso al país persa.

La trama de “Teherán” sigue a Tamar, una agente del Mosad, la agencia de inteligencia israelí, en una misión arriesgada. Tamar debe ingresar a Irán en un intercambio con una mujer iraní que quiere huir del país y una vez allí debe hackear la defensa antieaérea para que aviones israelíes puedan neutralizar lo que significa un peligro inminente para la seguridad de Israel. Pero las cosas no salen como estaban planeadas y “Teherán”, con ese conflicto central como eje, introduce giros que humanizan la trama y los personajes al tiempo que expone sin juzgar las diferencias culturales y su efecto sobre dos generaciones de iraníes.

Así aparecen personajes secundarios, como los de dos hermanas, una que emigró a Israel y otra que permaneció en Irán luego de la revolución; la hija de una de ellas, prima de Tamar, una universitaria militante del islamismo conservador, o un grupo de jóvenes que se manifiestan y resisten las imposiciones del gobierno creando un mundo clandestino en el que la música, el consumo de alcohol y la homosexualidad no son cuestionables.