El cantante británico Rod Stewart se presentará esta noche por quinta vez en la Argentina, en un show masivo en el club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (Geba), que agotó localidades en diciembre, y se prevé la concurrencia de 21 mil espectadores. Stewart, que actuó antenoche en una cena íntima por el Día de los Enamorados en Costa Salguero (ver aparte), estará precedido por dos shows de jerarquía: Iván Noble y Damsel Talk, la banda liderada por la ukelelista y cantautora británica Jenny Moule y el guitarrista argentino Damien Poots.
Stewart repasará los grandes éxitos de casi 50 años de carrera, en donde, siempre amparado en su imagen de dandy, amante de los excesos y las mujeres, fue mutando su estilo musical de acuerdo al paso de los años.
Con su seductora voz ronca y su reconocida estampa, Rod conjugó a lo largo de los años su predilección por el folk, las baladas, el rock and roll, la música disco, el pop y hasta se dio el gusto de presentarse como un "crooner" capaz de reciclar grandes clásicos de la música estadounidense.
Grandes hits como la disco "Do you think I'm Sexy?", la rockera "Hot legs", baladas como "Sailing" y gemas pop como "Lost in you" son la prueba del ecléctico repertorio al que el artista británico echará mano en sus presentaciones.
Su gran capacidad interpretativa también le permitió apropiarse de composiciones de otros artistas, como el caso de "The first cut is the deepest", de Cat Stevens; "Downtown train", de Tom Waits; y "Twisting the night again", de Sam Cooke, entre otros.
El nuevo desembarco en el país del cantante consagrado hace pocos meses como Caballero de la Corona Británica, se produce a cuatro años de su última visita y a 29 de su primer concierto en el país, una memorable ocasión en la que actuó en el estadio de River Plate y en el José María Minella, en Mar del Plata, en épocas en la que apenas empezaban a abrirse las fronteras del país para los shows internacionales.
Esto sin contar que el famoso cantante había pisado suelo argentino en 1978, aunque no en plan laboral, sino para ver a la selección de Escocia en el Mundial de Fútbol, otra de sus grandes reconocidas pasiones, e incluso se supo que asistió camuflado entre los plateístas para alentar al equipo.
Pero la diferencia más notable al comparar la primera visita de Rod Stewart con esta nueva incursión consiste en el lugar que el artista ocupa en el panorama de la música, ya que mientras en aquella ocasión se trataba de una figura con permanente rotación en las radios, ahora se posiciona como una leyenda que logró sobrevivir a los distintos cambios de época.
Aunque siempre se lo caracterizó como una suerte de "bon vivant" y esa imagen fue explotada por él mismo a la hora de posicionarse como cantante, con una dosis exacta de romanticismo y sensualidad en sus interpretaciones, Rod Stewart fue adaptando su estilo con el correr de los años a fines de mantener su vigencia.
Desde sus primeras incursiones musicales, este artista mostró su interés en el blues y el soul, aunque también se dejó llevar por la oleada folk que se impuso en el mundo de la música joven a partir de la aparición de Bob Dylan.
En sus inicios, fue parte de la banda de Ray Davies, que luego se transformaría en The Kinks; y fue convocado, luego de su salida de ese grupo, por Long John Baldry para unirse a su formación de blues All Stars, en donde era conocido como "Rod the Mod", debido a su vestimenta a tono con la moda británica del momento.
Sin embargo, su primer gran reconocimiento llegaría como vocalista del The Jeff Beck Group, con el que grabó el influyente disco "Truth" y "Beck-Ola". A fines de los '60, fue convocado junto al joven guitarrista Ron Wood para integrar The Faces, la nueva encarnación de The Small Faces, tras la partida de su líder Steve Marriot, con lo cual alcanzó sus primeros grandes éxitos.
Con ese grupo registró algunos famosos discos como "Every picture tells a story", de 1971, que contenía el hit "Maggie Mae"; y "An old raincoat won't even let you down", en donde había un cover de "Street fighting man", de Los Rolling Stones.
La partida de Ron Wood en 1975 para ser parte de Los Rolling Stones y la creciente fama de Rod Stewart marcaron el fin de The Faces y abrieron el camino para una ascendente carrera solista, en donde un costado más ligado al pop y al soft rock fueron ganando terreno por sobre el estilo más rocker.
Acompañado por el baterista Carmine Appice y el guitarrista Gary Grainger, en la segunda mitad de la década del '70 grabó algunos de sus discos más famosos como "Blonds have more fun", de 1978, con su mayor clásico "Do you think I'm sexy?".
En los años '80, Rod Stewart viró su sonido hacia un estilo más pop, lo cual le aseguró un lugar en las radios, con hits como "Lost in you", "This old heart of mine" y "Downtown train".
Con todo este recorrido artístico, Rod Stewart logra ahora mostrar sobre el escenario sus distintas facetas con clásicos inoxidables que prueban que se puede oscilar entre distintos estilos sin perder la personalidad que lo catapultó a la fama.
De compras.
El legendario artista llegó a Buenos Aires el martes por la mañana en un avión privado y luego de trasladarse hasta su hotel, se fue de shopping, según se informó a la prensa.
Rod Stewart, con más de 50 años de trayectoria, realizó pedidos exclusivos para su camarín, como sushi, cervezas St. Pauli, vino Chassagne Montrachet y frutas de estación.
El artista eligió ir de compras a Paseo Alcorta, acompañado de asistentes, donde visitó varios locales y compró trajes de baño, anteojos de sol y bermudas, ante la sorpresa de muchos fans.