Los agentes Fox Mulder y Dana Scully están de regreso. Diez años después de la muy promocionada primera película basada en la serie de televisión, se estrena mañana en Rosario "Los expedientes secretos X: quiero creer".
Los agentes Fox Mulder y Dana Scully están de regreso. Diez años después de la muy promocionada primera película basada en la serie de televisión, se estrena mañana en Rosario "Los expedientes secretos X: quiero creer".
Aunque es poco lo que la producción dejó trascender del argumento, Chris Carter, el director y creador de la serie adelantó: "El argumento trata de la dificultad de combinar la fe y la razón, y se refiere a la lucha que Mulder sostiene con sus creencias. Además queremos que todo el mundo que vea la película se asuste de verdad", confesó.
El protagonista, David Duchovny lo corrobora: "No merece la pena hablar de todos los secretos que guarda la historia. Es aterradora y eso es suficiente", apuntó.
La pareja central, no podía ser de otro modo, es interpretada por David Duchovny y Gillian Anderson. Sin ellos nada tendría sentido, después que una legión de fans los catapultó como la encarnación de los agentes del FBI embarcados en la investigación de fenómenos paranormales.
Para Carter la relación de la pareja es central: "La serie siempre fue un romance intelectual, muy excepcional y bajo control. Es íntimo pero no es físico, lo que provoca en gran medida su química. Y desde el principio de la serie, David y Gillian fueron quienes lo lograron. Sin ellos, la serie no hubiera funcionado".
Duchovny explicó en ese sentido: "Creo que hemos tenido suerte. Los personajes se dibujan como complemento uno del otro y encajan las piezas hasta convertirse en una entidad. Creo que el público nos ve como una pareja que nunca se ha casado".
El actor señaló que quería volver a Mulder y a "Los expedientes X" desde que la serie terminó en 2002 y después de nueve años de un éxito que abrió el camino para otras series en las cuales se filtran los fenómenos paranormales.
Sin embargo el intérprete se dio cuenta de que el personaje de Mulder le resultaba más esquivo de lo que esperaba. "Creía que meterme de nuevo en el personaje sería algo muy natural, pero al principio me resultó extraño. No quería cambiar mi interpretación porque el personaje es muy conocido, pero, por supuesto, yo ahora soy más viejo y él también lo es, por lo tanto algunas cosas tenían que cambiar".
Anderson también pensó que luego de tanto tiempo de prestarle el cuerpo y la voz a Scully, todo sería sencillo. Pero no. "Interpretar a Scully siempre tuvo menos que ver con el guión y más en cuanto a retomar la historia y la memoria del personaje. Estaba muy ilusionada de ser de nuevo a Scully, y sobre todo de volver a trabajar con David".
Buena parte del rodaje fue en el área de Vancouver, en Canadá, y en el norte de ese país, en locaciones urbanas, centros de esquí y parajes desolados en medio de la nieve, donde el silencio puede sonar como una amenaza. Hacia allí van Scully y Mulder.
Por María Laura Favarel
Por Carina Bazzoni
Por Lucas Ameriso