Raphael presentará hoy "Lo mejor de mi vida", un concierto que ofrecerá acompañado por el compositor y pianista Manuel Alejandro. El cantante español actuará a las 21, en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza).
Raphael presentará hoy "Lo mejor de mi vida", un concierto que ofrecerá acompañado por el compositor y pianista Manuel Alejandro. El cantante español actuará a las 21, en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza).
Dueño de un estilo incomparable, el cantante celebra su reunión con el autor Manuel Alejandro —junto a quien fraguó éxitos inolvidables en la canción popular de habla hispana— que fructificó en la grabación del CD "El reencuentro" que hoy pondrá a consideración del público rosarino.
Desde los primeros años de la década del 60, El Niño sorprendió al público hispano-parlante con una voz caudalosa y un estilo singular, características que le permitieron ascender rápidamente a los primeros planos de la canción mundial y sumarse al selecto grupo de los cantantes internacionales más populares del mundo.
Pero la vida no sólo le sonrió sino que, en 2003, le mostró una de sus peores caras al acercarlo al borde de la muerte que eludió —como con una verónica de matador— tras un transplante que le devolvió la salud.
Hoy, con una carrera en la que resulta difícil encontrar metas por lograr tras los múltiples discos de oro y de platino que obtuvo y uno de uranio que le otorgaron en 1982, el artista declara que su camino comienza todos los días.
—Usted obtuvo muchos discos de oro y de platino. ¿Por qué sólo un disco de uranio?
—Buena pregunta... (risas). Pero yo la traslado a la casa discográfica. Creo que ya tendrían que darme otro, pero tengamos paciencia. Un disco de uranio era muy difícil de conseguir en aquel tiempo: 50 millones del mismo disco que era doble. Hoy es casi imposible. Ese me lo dieron en 1982, y entonces sí se podía.
—Sorteó un episodio de su vida bastante duro y por suerte todo terminó bien.
—¡Muy bien!
—¿Más allá de salvar su vida, qué significó para usted?
—Pues fíjate: después que pasó el tiempo puedo decirte que no es que me alegro que eso me pasara, porque sería muy feo decirlo, pero ha sido para mí una experiencia impagable, un resurgir maravilloso, una nueva vida, una nueva carrera. Una nueva forma de pensar, una nueva forma de hacer, una manera más bonita de ver la vida, de ver las cosas. En definitiva ha sido muchísimo lo que me ha aportado.
—Grabó temas de colegas, como José Luis Perales. ¿Nunca sintió celos profesionales?
—No. Para nada. Fueron unos éxitos tremendos. Para eso soy muy imparcial: veo las cosas como son. Yo, como compositor, no le llego ni a los pies ni a la suela del zapato, así que para qué los voy a martirizar con canciones mías habiendo canciones tan bonitas, buenísimas. Por eso prefiero que las haga Manuel Alejandro o Perales, Willy Chirino o tantos otros que hay buenos.
—¿Cómo fue su reencuentro con Manuel Alejandro?
—No nos hemos visto en muchísimo tiempo. Fueron 28 años. El reencuentro fue una maravilla. Número uno en todas partes de nuevo. El tandem Manuel Alejandro-Raphael funciona de una manera increíble.
—A diario hay noticias bastante alarmantes sobre la realidad europea y sorprende que quede lugar para las canciones de amor.
—Afortunadamente el público está preparado para tener sus momentos de indignación y ciertamente, un momento para escuchar buena música y para hablar de amor y hablar de otras cosas. No pueden estar todo el día indignados: sería fatal para ellos.
—Usted conquistó América hace mucho tiempo...
—Yo sé de eso de conquistador (risas).
—Me refería a la conquista artística.
-Ya, ya (risas). La primera ciudad que pisé en América fue Nueva York, en el Madison Square Garden, y la segunda fue Buenos Aires cuando yo tenía 17 años. Para mí fue una experiencia imborrable que he tenido la inmensa suerte de visitar la Argentina tantas veces como años llevo de carrera. Yo tenía incluso una pena muy grande cuando me marchaba de los lugares y, con la última canción, se me saltaban las lágrimas.
—¿Por qué?
—Yo pensaba: ¿Volveré o seré flor de un día? Fui todos los años y eso para mí es uno de los mayores triunfos de mi carrera.
—¿Qué le falta conseguir como artista?
—¡Pues me falta todo! Soy un artista que está empezando todo siempre. Soy aprendiz de todo y maestro de nada, entonces es fabuloso contar con las puertas que tengo ahora para poder seguir haciendo lo que me gusta.
Sólo con piano
Raphael actuará acompañado sólo por el pianista y compositor Manuel Alejandro. “Es el modo en el que me siento a gusto cantando porque voy a entrar y salir cuando quiero y puedo improvisar muchísimo” explicó el artista que presentará su CD “El reencuentro”.