Por ese amor prohibido

La película "Pecados", de Diego Yaker y con el protagónico de Pepe Soriano, se estrena hoy en Rosario. Se trata de una historia que gira en torno a los avatares que atraviesa un amor prohibido. "Me gusta y me interesa trabajar con realizadores jóvenes porque aunque son personas con menos oficio, también traen menos vicios", confesó Soriano, en diálogo con Télam.

"Siempre me llevé muy bien con trabajar con gente que empieza", agregó el experimentado actor, y a modo de ejemplo repasó su propia y profusa historia en el cine argentino.

"Si pensás en mi carrera, yo trabajé en los primeros filmes de Juan José Jusid («Tute cabrero»), Armando Bo («Adiós muchachos») y de Raúl de la Torre («Funes, un gran amor»), entre otros", enumeró el actor de 83 años que también participó de "Asesinato en el Senado de la Nación", también de Jusid, donde asumió al legislador Lisandro de la Torre.

"Pecados" cuenta la historia de amor entre Bepo (Mariano Reynaga) y Lourdes (Diana Gómez), dos jóvenes en los albores de una convulsión hormonal, enmarcados en un pueblo salteño habitado únicamente por gente mayor.

El protagonista de la emblemática "La Patagonia rebelde" destacó sobre la trama que "el tema es muy complicado porque no se trata de un romance común, sino que tiene complicaciones de orden cultural porque es una historia que no es aceptada fácilmente en una sociedad".

En la película, Soriano se pone en la piel del abuelo de Bepo, un viejo y percudido luthier, huraño y adusto, absolutamente enemistado con la idea de que su nieto mantenga un romance con Lourdes, la hija del almacenero del pueblo con quien mantiene un pacto secreto.

"Este abuelo es un personaje sin ninguna atipicidad: es un ser ermitaño en medio de la soledad de la montaña, muy relacionado con el paisaje pero poco relacionado con la gente, que tiene un aspecto casi animal en su forma de ser, y muy cargado de agresividad", comentó sobre su papel en el segundo título del realizador de "Como mariposas en la luz".

Y agregó: "Es un hombre hecho de silencios porque el lugar y su historia le imponen guardar secretos difíciles a los ojos de la sociedad".

Además de esa pulsión por acompañar los primeros pasos de los cineastas, Soriano consignó que para sumarse a un proyecto artístico no antepone las resonancias que pueda entrever en ellas sino su carácter.

"Para que una propuesta me seduzca, la única condición es que tiene que ser entretenida, porque lo peor que le puede pasar a una obra de arte es ser aburrida. Lo demás es lo discutible, el cómo o el por qué. Todo se puede discutir, pero eso no", señaló el titular de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai).

Mientras tanto, el actor que brilló con la interpretación de "La nona", la película dirigida por Héctor Olivera devenida en una de las más celebradas comedias nacionales, continúa con la gira nacional de "Conversaciones con mamáun", la obra de teatro que comparte desde hace un año con Luis Brandoni.

Y como si el cine, el teatro y Sagai no fueran trabajo suficiente, Soriano corona su apretada agenda de este año poniéndole la voz a "Kiribatí", el filme animado de Alejandro Carlini y Marcos Valdivia, que contará también con las participaciones de Norma Aleandro, Rita Cortese y Betiana Blum.