El jazz asoma con sutileza en las melodías de “Esperando la lluvia”, el nuevo disco de Pablo Socolsky Trío, editado por el sello rosarino BlueArt Records. El pianista local, acompañado de Fermín Suárez en contrabajo y Gustavo Telesmanich en batería, presenta su material este martes, a las 20, en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), en una cita atípica e intimista. “Es un verdadero templo, algo soñado”, dijo Socolsky a La Capital, sobre el concierto en el coliseo rosarino, en una charla en la que desmenuzó algunas de las composiciones de este trabajo, grabado en Godzilla Studio, de Roldán, y adelantó que, entre tantos proyectos, ya piensa en mostrar esta música fuera del país. Lo bueno es que ese jazz seguirá sonando mientras se espera la lluvia.
Pablo Socolsky trio Esperando la lluvia HD 2023
”Esperando la lluvia” es un título ambiguo, puede representar un estado placentero o algo previo a la tempestad. ¿Cuál fue la idea que inspiró esa frase para el disco?
La referencia en el título puede tener varias lecturas. Literalmente cuando trabajábamos en este proyecto estábamos en el peor momento del desastre ambiental y las quemas, era una situación agobiante. Irónicamente planteábamos que quizás el título del disco y uno de los temas podrían ayudar a modo de plegaria a que solo la lluvia nos salvaría. Pero también puede hacer referencia a un momento de expectativa, a una intuición de algo por suceder, o un estado en donde después de la lluvia lo que sucede, desde lo metafórico, representa un alivio, una invitación al resguardo y a la contemplación.
¿Qué representa para un artista rosarino tocar por primera vez en el teatro El Círculo?
Es la primera experiencia en el teatro El Círculo, esta posibilidad se ha gestado gracias a la iniciativa de Horacio Vargas, director del sello BlueArt Records y Guido Martínez Carbonell, director del teatro. Es un verdadero templo, algo soñado, tanto por el contexto y la magia de un espacio tan bello y con tanta historia como por la calidad acústica de sus salas, el escenario principal o su piano, basta pensar cuántos referentes históricos de la música han pasado por allí. Pero hay una particularidad, y es que en este concierto nos toca inaugurar un formato especial, que es la fila cero, es decir que el público estará ubicado en el escenario, cerca de los músicos, donde se habilitarán solo 100 plateas. Este formato nos permite vivir la experiencia teatral, acústica, al máximo y como corresponde al estilo de jazz que interpretamos. El concierto será totalmente acústico, como un gran living, realizaremos un registro fílmico y grabación en calidad disco (replicando la situación del estudio). Además contamos con material nuevo y habrá algunas sorpresas en el marco de un concierto intimista y sensible.
El disco tiene un entramado sonoro que invita a escuchar y disfrutar, lejos de cierta complejidad que suele aparecer en el jazz contemporáneo. ¿Apuntaste a mayor simpleza en tus composiciones o simplemente surgió así?
Las características de este proyecto estaban previamente pensadas y enfocadas en que el trío se desarrolle como un ensamble sonoro, en donde cada uno aporte desde lo tímbrico la textura particular de su instrumento a un lenguaje dentro del jazz, pensando en nuestros referentes como Masabumi Kikuchi, Paul Motian, Paul Bley, Keith Jarrett , Gary Peacock, por citar a algunos, en donde se privilegia la improvisación y la espontaneidad sobre las composiciones sintéticas, que son visitadas y deconstruidas cada vez, sumando además momentos de improvisación grupal con mayor nivel de abstracción, como “Luz de la mañana”, tema que abre el disco, y “Luz escondida”, que cierra el material.
”Todavía quedan flores” tiene una melodía esperanzadora. ¿Es para reafirmar el reclamo ambientalista que conceptualmente tiene el disco?
El título de ese tema surge también como metáfora, respecto a la necesidad de referencias que estén relacionadas con lo vital y la belleza, aun en momentos complicados. La compuse especialmente para este proyecto en trío casi días previos antes de ingresar al estudio de grabación, le ha generado mayor frescura y espontaneidad a la idea.
¿El formato trío te permite experimentar más, volar más de alguna manera o te da más libertades los proyectos en solitario?
Creo que la experiencia en este formato es la que aspira todo pianista cercano al jazz y lo más complejo es tratar de ofrecer algo novedoso. Ha sido un gran crecimiento compartir con Gustavo Telesmanich en batería y Fermín Suárez en contrabajo, músicos con una experiencia, formación y musicalidad increíbles, además con una sensibilidad y humanidad enorme. Me siento cómodo en solo piano y también en trío, está bueno conversar , dialogar y construir con otros también desde lo musical.
¿Qué viene después de “Esperando la lluvia”? ¿Qué discos hay en proyectos o qué giras están por venir?
Como proyectos, además de la presentación del disco en el teatro El Circulo, tenemos agendado un concierto en Caba el 7 de noviembre en Be Bop, que es uno de los clubes de jazz más relevantes de Sudamérica. También este año estoy trabajando en colaboración con una propuesta audiovisual de Pichi de Benedictis, en componer música original para una nueva muestra de fotos (una trilogía) y en trabajar versiones de sus temas en solo piano, lo que es un gran honor para mí. También estamos preparando un nuevo disco en dúo con Mariano Suárez (piano y corneta, trompeta /flugelhorn) y seguramente quiero darme el gusto de producir un nuevo solo piano el año próximo. Me encantaría en algún momento presentar alguno de los proyectos en el exterior, veremos si es posible.