Noche de Cabaret es un ciclo de periodicidad variable organizado por el grupo Navío Noche que hoy tendrá una nueva función en el bar Olimpo (Corrientes y Mendoza), a las 21, en la cual participarán además los platenses de Malayunta.
Desde 2010 Navío Noche viene presentándose en distintos espacios rosarinos junto a bandas ligadas por sonoridades diversas pero cercanas a la estética de cabaret, dark, rock, tango, folk europeo, chanson, cumbia, canción popular, es decir, estilos y sonidos heterogéneos que al fusionarse siempre buscan ofrecer como resultado propuestas singulares. “Intentamos conformar una escena ajena a los condicionamientos del rock entendido desde la homogenización y los estilos estandarizados”, dice Alexis Perepelycia, guitarrista de la banda, el mismo que una década atrás fue el baterista del explosivo trío de jazz progresivo.
El propio Perepelycia explica el cambio de piel y el porqué de su interés en el proyecto: “Creo que principalmente la inquietud es lo que me mueve, constantemente. Y con esto quiero decir que es justamente porque algo me llama la atención, que me pongo a investigarlo, a estudiarlo, pero sin dudas comienzo a indagar en una disciplina —sea música, arte sonoro, fotografía, video, dibujo, pintura, instalación, danza, performance, literatura— o, en este caso, en un género musical prácticamente desconocido anteriormente o un instrumento”.
“El caso de Navío Noche —continúa—, es una más de esas experiencias, con el agregado que es un grupo de amigos que nos juntamos a hacer esto que hacemos sin ningún tipo de pretensión, más allá de narrar algo que nos sea propio, nada más”.
El recital de hoy le cae como anillo al dedo a Navío Noche para presentar su tercer disco, “El cristo de los favores”, otro pequeño bestiario lleno de historias de perdedores irredentos o de tipos abocados al fracaso. Desde la marcada filiación a la estética del cabaret más reventado y a los paisajes crudos del despecho amoroso, los climas del nuevo disco siguen poblados de valses oscuros, atmósferas decadentes, rock cabaretero y una actitud exaltadamente melodramática.
En este nuevo disco, Navío Noche (además de Perepelycia, Gustavo Galuppo en bajo y voz, Gabriel Cejas en piano, acordeón y voz, y Pablo Scotti en batería) contó con la participación de Juan Pablo Fernández (Acorazado Potemkin, ex-Pequeña Orquesta Reincidentes), Santiago Pedroncini (Malyevados, ex-Pequeña Orquesta Reincidentes), Gonzalo Fabbri (ex-Angela Tullida), Pablo Krantz, Mariano Matulich, Hernán Menard (Malayunta), Carolina Piva (ex-Vera Baxter), y Fabio Scarponi (ex-Vera Baxter).
“El cristo de los favores” está compuesto por once canciones arraigadas en las atmósferas ásperas del cabaret con aires arrabaleros. El dark de los 80 se deja invadir por tiempos de valses descuidados, climas de desérticos, sonoridades híbridas de marinos a la deriva, y una oscuridad trazada en la más exaltada expresión de la canción popular melodramática.
—¿Qué público se ganó Navío Noche?
—Esta pregunta es difícil, porque no sabría decir qué público tiene Navío Noche, si es que tiene algún público. De tener algún público será sin dudas muy heterogéneo, pues los cuatro venimos de palos completamente diferente. Cuando hemos tocado en el ciclo de “Conciertos para puertos, salones y desiertos” en Buenos Aires, nos hemos encontrado con público del ambiente de la canción de cabaret, arrabalera, una suerte de submundo. Aquí hemos tocado en el ciclo “Cine a la carta”, y hubo público mayormente interesado en propuestas cinematográficas, y en alguna ocasión hemos tocado en eventos con gente de disciplinas multimediales, donde hubo otro público, por lo que la paleta es amplia.