La música puede ser un hobby, un trabajo, un modo de vida, una salvación, una vía de comunicación, un derecho y hasta una convicción. Está claro que puede ser miles de cosas pero, para más de trescientos chicos del barrio Ludueña es un proyecto que los acompaña en su crecimiento, no sólo educativo y de formación, sino como personas. En un entorno adverso, la Escuela Orquesta de barrio Ludueña es una herramienta de inclusión. Esta tarde los chicos del barrio del noroeste rosarino, de entre ocho y quince años, se darán cita para despedir el año con un gran concierto en el teatro El Círculo (Laprida 1201), a partir de las 19 y con entrada libre y gratuita.
La Escuela Orquesta de barrio Ludueña se creó hace once años, como proyecto coordinado entre la Municipalidad, la comunidad educativa y por sobre todas las cosas la participación de los vecinos del barrio. Construyeron así los lazos para generarle nuevas oportunidades a muchos de los chicos que viven en la zona noroeste de la ciudad. Ese proyecto educativo hoy creció y cuenta con varios ensambles, una orquesta estable, otra llamada "Ancestral" y talleres de música que se dictan todo el año.
"Son más de trescientos chicos los que en contraturno escolar pasan por la orquesta", cuenta Gloria Machado, su directora. "La escuela orquesta tiene varias patas fundamentales: un equipo de músicos, docentes, educadores y tutores que con gran convicción y pasión llevan adelante este proyecto", agrega orgullosa. En todos estos años se han sumado niños de otros barrios de la zona como Funes y Roldán, incluyéndolos a todos y cada uno según sus posibilidades. La orquesta funciona en la Escuela Nº 1027 Luisa Mora de Olguín, ubicada en Humberto Primo 2401.
"Los chicos tocaron en más teatros que nosotros", cuenta sorprendida Gloria. Es que durante este año han sido invitados al teatro Fundación Astengo, al Príncipe de Asturias, tocaron en el Monumento a la Bandera y hasta el mismísimo director de la Sinfónica Provincial, David del Pino Klinge, los hizo directores por un día. "Es un impacto muy grande para los chicos y las familias cuando ven esos lugares, sin embargo es el lugar natural para un músico y así debe ser", explica la directora.
La Municipalidad dio el visto bueno de coordinar fecha con el teatro El Círculo y todo fue tomando forma. "La idea era poder tocar en un lugar para la música por excelencia. Llegar al Círculo es como un premio merecido por todo el empeño que pusieron los chicos durante el año", dice Gloria, y agrega que coordinar y organizar todo es un trabajo arduo pero "los chicos y sus familias lo van a disfrutar".
Algunos chicos dejan la orquesta por unos meses, otros por un año, muchos no cuentan con instrumentos propios y es así porque no siempre las circunstancias económicas ayudan. "No es tarea sencilla", explica Gloria, "pero queremos que los chicos vean el oficio del músico, que les parezca un trabajo a futuro o una herramienta más para desenvolverse el día de mañana", agrega. Sin embargo, lo fundamental de la Escuela Orquesta son los lazos y la convivencia que genera el trabajo en grupo. "La armonía que hay entre los chicos de la orquesta nos enseña a los adultos que se puede convivir en paz. Hay tanta intolerancia en el mundo de los adultos... Pero por suerte este es un proyecto saludable para todos, porque la orquesta rescata el respeto y la convivencia como sus valores", concluyó.
Esta tarde habrá música para todos los gustos, en un repertorio que incluirá "El himno a la alegría", de Beethoven; "La puerta de Kiev", de Mussorgsky, y "Cinema Paradiso", adaptada por el profesor Gabriel Sánchez e interpretado por los chicos de la música de cámara. Además habrá una obra romaní que tocará el ensamble de bronces, un "Happy Blues" y "Fidelius". Especial atención tendrá el tango, con los rosarinos de La Biaba como orquesta invitada, que hará temas propios y otros junto a los chicos de la orquesta. Se escucharán "Libertango", "El choclo" y como pianista invitado en "El Vidalero" estará Mariano Ruggieri. También se lucirá la "Orquesta ancestral", conformada por los más grandes y que ya hace años toman clases en Ludueña, quienes interpretarán obras del repertorio popular.
"Creemos en la transformación que produce la música desde algo muy básico como la salud, porque la música es un vehículo magnífico para mirar al otro, estar con el otro tocando juntos. Más allá de ser precisos con las partituras, lo que produce la música es valorar al otro en su diferencia", dice Gloria. "La orquesta es muy beneficiosa para los chicos y hoy se van a lucir con su repertorio", afirmó finalmente.