Sos seis monstruos de la música. A Salinas lo elogió B.B. King y Hermeto Pascoal; Navarro tocó piano junto a Ella Fitzgerald y Ray Charles; el pibe Francisco Fattorusso hizo giras con Molotov, Milton Nascimento y Charly García; la trompeta de Gustavo Bergalli sonó en los festivales más cotizados del planeta junto con John Scofield y Danilo Pérez; Rada tocó en El Kinto, Totem, Opa y La Banda y fue el primer artista uruguayo en recibir un premio Grammy a la trayectoria. Como si fuera poco, Alex Acuña batió tambores en Weather Report y fue músico de Paul McCartney, Joni Mitchell, Chick Corea, Whitney Houston, Diana Ross y Carlos Santana. Mucho más que una carta de presentación.
Por eso no es nada antojadizo que este encuentro musical, que va hoy a las 21 en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), se llame Reunión Cumbre. Allí el pianista Jorge Navarro, el guitarrista Luis Salinas, el bajista Francisco Fattorusso, el trompetista Gustavo Bergalli, el cantante y percusionista Rubén Rada y el baterista y percusionista Alex Acuña ofrecerán un show de latin jazz, en el que la improvisación, el talento y el buen humor confluirán en una noche ideal para exquisitos de la música.
Jorge Navarro, una suerte de líder de este atípico grupo, está exultante ante este show. Protesta un poco porque la situación del dólar les bajó un par de shows, pero aguarda con expectativa este concierto, casi con la ansiedad de un debutante.
—¿Cómo surgió la idea de juntar figuras rutilantes de la música actual?
—Gracias por lo de rutilantes (risas), pero la verdad es que somos amigos desde hace muchos años y sentimos una profunda admiración mutua. Todos tenemos un carácter bastante extrovertido y expansivo, nos reímos mucho, que es muy importante, y comemos bien, aunque no bebemos, en este grupo curiosamente no hay nadie que beba.
—¿Cómo armaron el repertorio de Reunión Cumbre?
—Hay standards de jazz y un poco de todo, es muy ecléctico y divertido. A nosotros, en general, nos gusta casi toda la música. Hay gente como Luis Salinas, que toca de todo y con gran propiedad. Hasta se va a dar el gusto de hacer un tango con Rada, es muy abierto este espectro.
—Pero básicamente será un show de jazz fusión.
—Sí, es más que nada un latin jazz, habrá temas de Rubén Rada, de Luis Salinas, de Gustavo Bergalli y muy pocos standards, un bossa nova de Jobim y mucho de latin jazz o de jazz directamente.
—¿Actualmente hay mucha cantidad de músicos y baja calidad de música?
—Comparto absolutamente ese criterio, creo que sí, en este momento lo que se le presenta al gran público es de una muy baja calidad.
—¿Será que hay mucha información musical, pero no está bien canalizada?
—Es posible, yo soy un músico de jazz que me adapto a los ritmos, por ejemplo, en los candombes de Rada improviso, pero sigo siendo un músico de jazz, y eso me hace muy feliz porque me abre otra ventana.
—¿La improvisación es una de las claves de este show?
—Sí, como siempre, cuando hay músicos de jazz hay improvisación. El jazz es la libertad, es la forma de tocar muy libre. Bergalli y yo tocamos jazz desde chicos; Rada viene del candombe, pero en Estados Unidos tocó jazz y Salinas puede tocar cualquier cosa. Somos todos improvisadores, creo que el denominador de este grupo es el swing y la calentura, y la cosa extrovertida, somos gente que tocamos para afuera, eso significa demostrar la alegría que nos produce tocar.
_—¿Cómo se imagina el show de hoy?
—Yo creo que no me lo puedo imaginar, habiendo personajes como Rada en el escenario, por ejemplo, pueden pasar cosas muy insólitas, pero muy divertidas y, sobre todo, muy musicales.
Círculo de recuerdos
Para Jorge Navarro, pianista de mil y una batallas, el show de hoy no será uno más. Es que Rosario y, más precisamente, el escenario que pisará esta noche, le roza una fibra sensible: “Empecé mi carrera en Rosario y tocando en el teatro El Círculo, y hace muchos años que no vuelvo. Cuando arranqué fue hace 45 o 50 años, con grupos que me contrataban, después fui dos veces con La Banda Elástica (con Ernesto Acher), también fui a tocar solo, y en un par de festivales ahí en la costanera. Pero El Círculo me trae unos tremendos recuerdos”.