Durante una pausa de las grabaciones de la tira "Mujeres de nadie", donde
interpreta a la enfermera Cecilia, Eugenia Tobal se hace un tiempo para la promoción de "Yo soy
sola", la película que la tiene como una de las protagonistas y que se estrena mañana en los cines
rosarinos. "Estoy más que orgullosa", se entusiasma Tobal sobre el filme que marca su debut en cine
como protagonista. Se trata de una comedia sobre cuatro amigas al filo de las tres décadas y a las
que todavía les quedan varias cuentas por saldar con la vida. También actúan Moro Anghileri, Damián
de Santo, Pablo Rago y Mike Amigorena, entre otros.
—¿Qué significado le das a este debut en un rol
protagónico en cine?
—Había tenido algunas participaciones, pero fue mi
debut como protagonista. El libro me llegó en medio de un tiempo para ver qué hacía. Me encantó y
todo se dio de una manera tan natural que obviamente no pude decir que no. Hoy estoy más que
orgullosa y contenta con el resultado y por varias razones: es una opera prima, es una película
argentina, es una película sobre mujeres.
—¿En qué lugar dejan a los hombres?
—El hombre está totalmente salvado. Trata de
transmitir una mirada femenina sin ser feminista, donde el hombre está como acompañando esas
situaciones que se les escapan de las manos a las mujeres. Contamos las miserias desde el buen
punto de vista, aunque se trate de las miserias más miserables que transitamos las mujeres después
de los 30...
—O sea que es como un apéndice...
—No... el hombre puede sentirse identificado en esos
momentos en que acompaña a una mujer que no sabe qué hacer con una misma. Acompañan, pero sin saber
para dónde vamos, porque no tienen demasiadas pistas (risas).
—A vos el tema te toca de cerca por tu edad...
—Yo tengo 32 y me toca en un momento justo y en
varios aspectos. Cuando leía el libro me sentí bastante identificada con el personaje. A medida que
me fui involucrando empezaron a aparecer otras cosas que nos pueden tocar, como la necesidad de
progresar en el trabajo, los mandatos familiares, el casamiento o el no casamiento, ser madre,
cuándo, si hay alguien, si no hay nadie, enamorarse de ideales y no saber dónde está el príncipe
azul.
—¿Qué pensás del lugar que tiene el cine argentino
entre el público?
—Es importante que la gente sepa que las películas
argentinas dependen muchísimo de la elección que hace el público. Una película argentina subsiste,
perdura o sobrevive cuando la gente la elige y la va a ver. Si no, las películas no duran en
cartel. Necesitan tener público para que estén. Si no, vienen los tanques americanos y las
destruyen. Es bueno que la gente sepa que el trabajo que uno hace también depende muchísimo de la
colaboración de ellos para las elijan y este es un producto que vale la pena elegir.
—Estás en la segunda temporada de "Mujeres de nadie".
¿Te gustaría volver al protagónico absoluto como fue el caso de "Se dice amor"?
—En realidad no lo pienso de esa manera, como protagónicos absolutos.
Hoy por hoy la televisión buscó una manera más cómoda de hacer las historias que es con elencos más
corales, donde uno se puede relajar un poco más en el otro y compartir un poco, porque si no la
responsabilidad, el tiempo y todo lo demás depende de pocas personas. Todas las historias son
protagónicas. Creo que esas cosas van y vienen, pero yo cada vez que hago un personaje lo siento
protagónico. Sea única protagonista o un elenco coral. l