¿Es paradójico el título de la obra, “Una semana nada más”, teniendo en cuenta que llevan casi cuatro años años en cartel?
Es muy loco eso porque recuerdo la anécdota que cuando dije cómo se llamaba la obra, un productor muy importante me dijo “¡No! Hay que cambiarle el nombre! ¿Cómo le vas a poner «Una semana nada más» La gente va a pensar que dura una semana nada más y termina”. Yo le dijo, no, la obra habla de eso, me la voy a jugar, no va a suceder eso, es el título y vamos con todo por ese lado, pero nunca imaginé que iba a suceder esto. Superó mi expectativa. Una vez más las salas llenas, 400 mil espectadores. Es algo increíble. Nos venía de suceder con “Al otro lado de la cama” y lo volvimos a repetir. Eso es aún menos frecuente así que tenemos un agradecimiento eterno al público.
¿Pensaste que iba a ser el éxito que es? ¿A qué atribuís este fenómeno tan poco frecuente?
Siempre que voy a hacer una obra de teatro, quiero que suceda lo mejor y trabajo para que sea así, pero obviamente después todo lo que va pasando te va sobrepasando. Con tantos espectadores, más de tres años sin parar, gente que la vio tres veces, eso obviamente que me supera.
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Después de todo este tiempo, ¿cómo se conserva la frescura a la hora de actuar?
La obra se va renovando mucho. Obviamente que cuando son tantos años, y lo he hablado con colegas que también han tenido la posibilidad de hacer varias temporadas con la misma obra, no solamente lo que va sucediendo en el mundo es lo que va cambiando el texto. En este tipo de obras que habla de la convivencia, incide lo que sucede en el día a día, y en nuestro caso se fue modificando desde el cambio de actriz como cuando se fue Flor Vigna para estar con Tinelli y ahí entró Gime. Eso obviamente al ser dos actrices distintas mutó mucho la obra y nos dio el desafío de que fuera como volver a empezar.
¿Cual pensás que es el mensaje de la obra?
Esto es una sitcom, un género que busca entretener como es la comedia de situación. Creo que lo que tiene de distinto es que nunca se hizo a nivel mundial y me animé a dar ese paso con el director Mariano Demaría. Mensajes deja muchos. Yo siempre digo que las comedias dejan mensaje, aunque en este caso hay tanta risa que lo que menos va a estar presente adelante de todo es el mensaje. Pero sí lo tiene porque habla de la convivencia, hay mucha gente que se siente identificada con algunos de los personajes o identifican a conocidos y amigos. Habla también del comportamiento del ser humano, pero siento que más allá del texto, el mensaje que deja la obra es la experiencia de ese mensaje. Vos ves “Una semana nada más” y el mensaje es lo que te sucedió cuando te reíste cada tres segundos. También lo que sucede con el trabajo de los actores y ese final, donde yo vengo haciendo hace tantos años que tiene que ver conmigo y que es agradecer al público mirándolo a los ojos. Es lo mismo que hacía cuando era adolescente y hacía unipersonales y un día dije ¿por qué no hacerlo en un teatro comercial? Creo que también generó algo distinto y termina siendo, en vez de una obra, un show.
Creo que también la gente está valorando cada vez más lo que es en vivo y el teatro es lo más vivo que tenemos Creo que también la gente está valorando cada vez más lo que es en vivo y el teatro es lo más vivo que tenemos
En un país atravesado cíclicamente por crisis de todo tipo es llamativo que “Una semana nada más” agote funciones. ¿Por qué el público se vuelca al teatro a pesar de las crisis y la incertidumbre?
Creo que pasa a nivel mundial, no sólo en Argentina. Después de haber atravesado una pandemia y que estemos viviendo crisis de todo tipo, la gente lo que quiere es realmente pasarla bien o encontrarse con lo que te da placer. Creo que el teatro tiene eso y sobre todo lo que nosotros hacemos que tiene que ver con eso, con un bálsamo de risa, de pasar un buen momento. Creo que también la gente está valorando cada vez más lo que es en vivo y en ese sentido el teatro es lo más vivo que tenemos. Después de tanto tiempo de estar encerrados y no tener contacto con nada, tener un contacto tan grande con todo como pasa en el teatro, es algo espectacular. En este caso estamos hablando de nuestra obra, pero está sucediendo con muchas obras más que están funcionando muy bien. Lo vemos en calle Corrientes, pero también con la música. A mi nunca me había pasado hacer una gira como la que hicimos ahora y tener que compartir escenarios con artistas que realmente están rompiendo todo. Así tenés la mezcla perfecta, gente que hace pop, gente que hace balada y otros que hacen trap y todos funcionando y la gente festejando eso. Es un momento de festejo, de reencuentro, tanto con la música como con el teatro.
En este caso, volviste a ser productor, además de intérprete, tal como pasó con “Al otro lado de la cama”. ¿Cuál es el riesgo de producir en el país?
La responsabilidad de producir es completamente distinta a solamente actuar. Yo lo aprendí en todo este proceso. Con lo que tiene que ver con el riesgo de producir, no sólo es en este país, sino a nivel mundial. Estuve con amigos productores en España y pasa lo mismo. Las obras de teatro tienen mucha inversión, entonces si te va bien es espectacular, pero si te va mal quedás con el culo para arriba y sobre todo con las obras que hicimos nosotros porque están producidas de verdad para que la experiencia sea muy buena. Por ejemplo, tenemos una escenografía que no está pensada para gira. Es la misma escenografía que yo hice para estar fijo en un teatro con lo cual tiene un tamaño distinto a lo que viaja con otras compañías, otro sonido, otra proyección, mapping, y eso obviamente que encarece, pero me gusta darle eso al público y no subestimarlo.
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Estrenaron en enero de 2019. ¿Cuál es la mejor anécdota que te queda de estos años? ¿Cómo definirías esta experiencia con un concepto?
Más que anécdota me gustaría recordar el amor del público. Cuando vos estrenás una obra en 2019 y tenés la bendición de trabajar a sala llena y con las buenas críticas que tuvimos, después pasar una pandemia y te parte en dos como le pasó a todo el mundo, te volvés a subir a un escenario y te llenás de preguntas ¿ahora qué va a pasar? Y se volvió a llenar, y volvieron a apostar en todo el 21 y el 22. Entonces más que anécdotas, yo me quiero quedar con el amor del público. Es de las cosas que más me van a emocionar y que voy a recordar de esta obra porque en un momento nos atravesó a todos algo que fue muy fuerte, además de las cosas personales que nos atraviesan a cada uno, que no es poco.
¿Cuál fue la mejor devolución que te hizo un espectador, ya sea personalmente o por redes?
La mejor devolución que hemos tenido, y digo que hemos tenido porque nos ha pasado a todo el equipo, es lo que nos sucede en esa hora y media, que es lo que buscábamos con el director. Ver que la gente es feliz, que durante esa hora y media se olvidan de los quilombos que tienen, cómo ha ido gente a vernos que por ahí estaba pasando una situación realmente mala o complicada y que se han ido con una felicidad absoluta, y que nos han emocionado. Eso es lo que más me llega y emociona. Es algo que es difícil de explicar. Lo sentís, así que creo que me quedo con eso.
Cuando el autor Clement Michel los fue a ver al teatro, ¿le preguntaste qué le disparó la idea de escribir esta obra, cuál fue el punto de partida?
Con Clement ya tenemos una amistad, es una persona muy agradable, estamos muy en contacto vía mensaje y nos pudimos dar el lujo de invitarlo a que venga con su familia a ver su obra y que vea lo que estaba sucediendo porque él decía “esto funcionó en Francia, en España, pero nunca como está sucediendo en Argentina... ¿Qué es lo que hacen?” Y lo más lindo fue su devolución. Nosotros le pedimos permiso para tocar el final porque sentíamos que había quedado como en el tiempo y él lo aceptó. Es más, dijo que eso era lo que quería contar hoy, que la había escrito hacía unos años así que fuimos por ahí. Y eso es lo más lindo que puede tener trabajar en equipo y con humildad y que el dueño de la obra te dé ese espacio es impagable.
Tenés una carrera muy ligada a la televisión. ¿Cómo ves este momento de la televisión abierta?
A mi me encanta la tele y yo estoy muy ligado a la televisión, pero es muy loco porque hoy hace casi diez años que no hago una ficción. La última fue “Mis amigos de siempre” en 2013, pero sigo ligado porque las plataformas hicieron que fuera así. Gracias a YouTube “Casi ángeles” sigue siendo el programa adolescente más visto a nivel mundial y eso te hace estar muy presente. Hay chicos de 16 o 18 años que nos conocen porque ven “Casi ángeles” por YouTube.
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"Una semana nada más" es una adaptación de la obra del francés Clement Michel que cuenta con la dirección de Mariano Demaría.
¿Como ves la competencia de la televisión abierta con las plataformas?
A mí me gustaría ver muchas más ficciones en televisión, como lo que pasaba en el momento de oro de la tele que podías tener cinco o seis ficciones. Sé que hoy suena medio imposible pero mi sueño sería que las plataformas empiecen a apoyar no sólo lo que sucede dentro de su misma plataforma sino también pueda destinar algo de plata para poder hacer en televisión abierta buenas ficciones como las que vimos durante todos esos años de oro de la tele. Considero que cada vez que los argentinos hacemos tele está bueno, pero se está produciendo poco para televisión abierta. Hoy el entretenimiento le gana a la televisión y entiendo por qué más allá de que la gente se quiere distraer y pasarla bien, es mucho más barato producir un programa de entretenimientos que una ficción. Es muy difícil competir con las plataformas, pero considero también que para las plataformas es muy difícil competir con la televisión abierta porque sigue siendo algo muy fuerte. Cuando querés comunicar algo y vas a la televisión abierta, llega. Hay mucha gente todavía que mira esa televisión y por eso soy partidario de defenderla y ojalá que el día de mañana volvamos a tener más trabajo para todos lo que sería espectacular.
Hace algunos años, el rating, el minuto a minuto, marcaba el ritmo de la televisión. ¿Cómo se transformó ese escenario de la televisión?
A mi me gusta que la gente vea lo que tiene ganas de ver, haga veinte y pico de puntos o haga 3, y ojalá pudiéramos tener una industria que bancara el proyecto más allá del rating. Calculo que en algún momento eso debería suceder porque no deja de ser entretenimiento, arte, y eso es muy subjetivo. ¿Quién dice que el programa que hace 15 puntos es mejor que el que hace 7? Son gustos y tiene que ver con muchos factores, como en qué señal está, a qué hora sale, quién está. Entonces analizar eso es más difícil, y me refiero a la ficción. Lo otro es más inmediato, es lo que sucede, buscar la noticia, o buscar el título y eso producir para el minuto a minuto.
EL DESAFIO DE INTERPRETAR UN CLÁSICO DEL CINE
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Vázquez se pondrá al frente de “Tootsie” en el doble rol de protagonista y productor. Se estrenará en marzo de 2023 en el teatro Lola Membrives.
“Tootsie”, basada en una de las comedias más exitosas de Hollywood, se estrenará en el Teatro Lola Membrives en marzo 2023. Nicolás Vazquez interpretará al protagonista que da título a la obra y que en cine fue encarnado por Dustin Hoffman en la multipremiada película de Sydney Pollack de 1982. Vázquez asume un desafío de dar vida a un actor desocupado que decide vestirse de mujer para obtener un papel en una telenovela, nuevamente bajo la dirección de Mariano Demaría, el mismo director de “Una semana nada más”.
El film protagonizado por Hoffman y Jessica Lange, fue galardonado con premios cinematográficos estadounidenses e internacionales. En 1998 la película fue inclíida entre los filmes que preserva el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por ser considerada “cultural, histórica o estéticamente significativa”. Recibió el Oscar, el Globo de Oro y el Bafta, entre otros galardones.