La legendaria actriz de Hollywood Debbie Reynolds murió el miércoles por la noche a los 84 años, justo un día después del fallecimiento de su hija, Carrie Fisher, la famosa actriz que encarnó a la princesa Leia en la saga de "Star Wars". Reynolds —que cantó y bailó con Gene Kelly en el clásico "Cantando bajo la lluvia" (1952) y fue nominada al Oscar como la indomable heroína de "La inhundible Molly Brown"— murió en el hospital Cedars-Sinai de Los Angeles después de sufrir un derrame cerebral, según confirmó su hijo Todd Fisher. "Ella quería estar con Carrie", señaló Todd Fisher a la revista "Variety".
La veterana actriz se encontraba en la casa de su hijo en Beverly Hills planificando el funeral de su hija cuando se descompuso y hubo que llamar a una ambulancia. Carrie Fisher falleció el martes a los 60 años después de haber sufrido un infarto la semana pasada cuando viajaba en un avión de Londres a Los Angeles. Todd Fisher dijo que el estrés por la muerte de Carrie "fue demasiado" para Reynolds.
Reynolds disfrutó la cima del éxito en el espectáculo, pero también tuvo que soportar los abismos de la tragedia personal y la traición. Perdió a un esposo que la dejó por Elizabeth Taylor y otros dos maridos le quitaron millones de dólares. Fisher, que halló la fama perdurable en el papel de la princesa Leia, tuvo problemas de adicción y salud mental gran parte de su vida. Madre e hija estuvieron peleadas por años, pero se habían reconciliado hacia el final de sus vidas.
En el cine Reynolds ya era una superestrella desde muy joven. Tras dos papeles menores en Warner Bros. y tres de reparto en MGM, el jefe del estudio Louis B. Mayer la eligió para "Cantando bajo la lluvia", a pesar de las objeciones de Gene Kelly, quien era su compañero de reparto y codirector. Tenía 19 años y poca experiencia para bailar, y estaría en la pantalla con dos de los más grandes bailarines de la época: Kelly y Donald O'Connor. "Gene Kelly fue duro conmigo, pero creo que tenía que serlo", dijo Reynolds en una entrevista con Associated Press en 1999. "Tuve que aprender todo entre tres y seis meses. Donald O'Connor había estado bailando desde que tenía tres meses y Gene Kelly desde que tenía dos años. Creo que Gene sabía que yo tenía que ser obligada a superarme", recordó.
"La inhundible Molly Brown" estaba basada en la vida de una chica de Colorado que salió de la pobreza hasta volverse rica y logró triunfar a pesar de la tragedia, incluido el hundimiento del Titanic. El musical de Meredith Willson de 1964, con la desafiante canción de Molly "I Ain't Down Yet", le dio a Reynolds su única nominación a un premio de la Academia. También fue nominada a un Tony en 1973 con una reposición en Broadway del musical "Irene", en el que también actuó su hija.
Luego de su transición de estrella en ascenso a estrella consolidada, Reynolds se volvió inmensamente popular entre las adolescentes e incluso más cuando en 1955 se casó con Eddie Fisher, el cantante pop que tenía miles de admiradoras. Hicieron una película juntos, "Bundle Of Joy", que parecía reflejar el nacimiento de su propia hija, Carrie, quien años después se haría famosa como Leia, como autora de libros populares y como humorista. Los Fisher también tuvieron a su hijo Todd, nombrado así en honor al amigo cercano de Eddie, el productor Mike Todd, esposo de Elizabeth Taylor.
El gran escándalo. El matrimonio de ensueño con Eddie Fisher se terminó cuando Mike Todd murió en un accidente de aviación en 1958. Fisher consoló a la viuda y al poco tiempo anunció que dejaba a su esposa y a sus dos hijos para casarse con Taylor. El mundo de las celebridades se escandalizó. Taylor fue criticada como una robamaridos y Fisher como un desertor de su familia. Reynolds se ganó simpatías como la víctima inocente, un papel que enfatizó cuando aparecía ante las cámaras de los noticieros con broches para pañales sobre su blusa.
La carrera musical de Fisher nunca se recuperó tras esto, pero Taylor, quien lo dejó por Richard Burton en 1962, siguió siendo una gran estrella. Y la carrera de Reynolds floreció en el cine. Actuó con Glenn Ford en "The Gazebo", con Tony Curtis en "The Rat Race", con Fred Astaire en "The Pleasure Of His Company", con Andy Griffith en "The Second Time Around" y con el elenco estelar de "How The West Was Won".
Siempre activa. En los últimos años Reynolds tenía participaciones regulares en televisión como la madre de John Goodman en "Roseanne" y una madre en la serie "Will & Grace". Entre sus libros se destacan las memorias "Unsinkable" y "Make 'Em Laugh". En 1996 fue aclamada por la crítica con el papel protagónico de la película "Mother", de Albert Brooks, en la que éste interpreta a un escritor en problemas que regresa a casa y trabaja en la fracturada relación con el personaje de Reynolds.
Al final hizo equipo con Elizabeth Taylor —divorciada hacía tiempo de Fisher— y otras dos veteranas, Joan Collins y Shirley MacLaine, en la película para televisión de 2001 "These Old Broads". El guión, coescrito por Carrie Fisher, presentaba a un grupo de actrices viejas y peleadoras que se reúnen para un espectáculo. Reynolds solía ver con ironía el asunto de Taylor, al tiempo que reconocía que ningún hombre podría haberse resistido a los encantos de ella, y de hecho votó por Taylor cuando competía por el Oscar a la mejor actriz en 1960. Las antiguas rivales románticas se reconciliaron años antes de que Taylor muriera en 2011, y Reynolds relató que ambas viajaron en el crucero Queen Elizabeth.
"Le mandé un mensaje y ella me respondió, y entonces cenamos juntas", le dijo a "The Huffington Post" unos meses después de la muerte de Taylor. "Para entonces ella estaba casada con Richard Burton. Para ese punto yo ya me había vuelto a casar, así que dijimos «terminemos con esto». Nos emborrachamos y tuvimos una gran noche, y seguimos siendo amigas desde entonces", relató.
"Todos mis esposos me han robado"
Debbie Reynolds nunca tuvo suerte en el amor. Después de su desilusión con el cantante Eddie Fisher, en 1960 se casó con el magnate de la industria del calzado Harry Karl. El matrimonio terminó en un desastre cuando ella descubrió que Karl, un apostador compulsivo, había devastado sus activos y la dejó muy endeudada. Se divorció de él en 1973 y realizó giras incansables con su espectáculo musical y para pagarle a sus acreedores. El tercer matrimonio de la actriz, con el empresario Richard Hamlett, en 1984, resultó igualmente desastroso. En 1991 pagó 10 millones de dólares para adquirir el hotel Paddlewheel en Las Vegas, que había decaído, y lo convirtió en el hotel y casino Debbie Reynolds. Se presentaba cada noche y conducía recorridos para ver los objetos de sus películas. Reynolds, que terminó solicitando protección por bancarrota en 1997 y subastó la propiedad al año siguiente, acusó a Hamlett de robarle su dinero. "Todos mis esposos me han robado descaradamente", dijo en 1999.