Mirtha Legrand ya está en casa. Tras 12 días de internación, la diva de los almuerzos recibió este martes el alta médica en el Sanatorio Mater Dei, donde el jueves 30 de septiembre fue sometida a una intervención quirúrgica para colocarle dos stents. Hacía varios días que, según contaron sus familiares, se encontraba respuesta y de buen humor, lo que aceleró la decisión de su equipo médico
“Queremos informarles que, luego de una reunión entre el médico personal y los profesionales intervinientes del sanatorio, de común acuerdo con su familia, la señora Mirtha Legrand fue dada de alta esta noche. Habiendo logrado su estabilidad clínica, podrá continuar la recuperación en su casa. Agradecemos a todos por las muestras de afecto y respecto durante la internación de Mirtha”, indica parte firmado por el director del centro asistencial, Roberto Dupuy de Lome.
La conductora de televisión y actriz fue ingresada en el sanatorio por recomendación de su médico de cabecera, después de que pasar una mala noche en su domicilio. El resultado del electrocardiograma reveló que padecía una anomalía cardíaca, por lo que se resolvió hacer una exámenes cardiológicos exhaustivos que determinaron que se decidiera fuera sometida a una intervención para ponerle dos stents.
El parte médico con el alta de Mirtha Legrand
“Habiendo logrado su estabilidad clínica, podrá continuar con la recuperación en su casa”, aclara la comunicación del sanatorio y concluye : “Agradecemos a todos por las muestras de afecto y respeto durante la internación de Mirtha”.
Más temprano, el equipo médico que atiende a la conductora de "Almorzando con Mirtha Legrand" informó que el estado de salud de la diva había experimentado "una evolución favorable al tratamiento" y un "muy buen estado de ánimo".
"La señora Mirtha Legrand continúa internada en nuestro Sanatorio con una evolución favorable al tratamiento. Se encuentra de muy buen estado de ánimo, en compañía de su familia, agradeciendo todas las muestras de cariño", indicaba el primer parte del lunes del centro asistencial. La evolución favorable del estado de salud de la estrella motivó que con el correr de las horas le fuera dada el alta.
La alegría de la familia de la diva de los almuerzos
Pese al nerviosismo que generó la internación de Mirtha, su nieta Juana Viale llevó tarnquilidad a los seguidores de la diva. En "La noche de Mirtha" dijo: “Hay Mirtha Legrand para rato. Está evolucionado de una manera maravillosa. Quédense tranquilos. Acomodamos un rato las arterias, y listo: canilla libre. Fue un susto, pero no tan susto. Fue progresivo, la llevamos y se hizo los estudios correspondientes. Estuve con ella antes de la internación, divina”.
Además, reveló cómo halló a su abuela cuando fue a visitarla tras la clínica. “Estaba maquillada, diosa, en unidad coronaria, por supuesto también peinada. Era la más bella de la clínica”. Luego, dio algunos detalles de la charla que mantuvieron: “Salió perfecta. Me habló del teatro, porque yo había ido el día anterior, me preguntó cómo me había ido, qué me había parecido la obra. Lúcida, sensible y agradecida con el Mater Dei que la han tratado de una manera maravillosa, no solo a mi abuela sino a todos sus pacientes. ‘Estoy como en un hotel’”.
La última aparición de Chiquita en la televisión
El pasado agosto, Chiquita cumplió su última aparición televisiva cuando le dieron luz verde para volver al trabajo, al menos por una noche. “Yo soy grande, señores, soy una señora muy mayor, pero soy vital, me gusta la vida, me gustan mis amigos, disfrutar de la vida. Y estaba tan mal que llamé a un neurólogo. Y le digo: doctor, quiero volver a ser la de antes. ¿Saben qué me dijo? ‘Trabaje, trabaje, trabaje...’. Es la mejor terapia”, agregó la diva.
“Qué rara me siento, pero feliz, feliz y contenta. ¿Saben cuántos días estuve encerrada? 300 días, sí señor, sin salir de mi casa, ni al balcón. Eso te altera, no te hace bien, no hace bien al cerebro”, confesó al abrir el program. La excusa para su vuelta había sido reemplazar a Juanita que debió permanecer aislada unos días, tras haber viajado a París para acompañar a su hija Ámbar, la joven que se instaló en la capital francesa para estudiar.