Meryl Streep lleva a su estrella de rock interior a la pantalla grande en "Ricki y The Flash", que se estrena pasado mañana. En esta nueva incursión en la que combina la actuación con el canto, Streep interpreta a una cantante que dejó a su familia para seguir sus sueños de estrella del rock. La película llega con el atractivo de contar en la dirección con Jonathan Demme ("El silencio de los inocentes") y con el guión de Diablo Cody ("La joven vida de Juno").
La actriz interpreta a Ricki, quien con los años resigna sus sueños de gran estrella y logra llegar a fin de mes como empleada en una tienda de comestibles. Mientras, vive con una versión reducida de sus viejos proyectos tocando covers en un bar underground con su banda, The Flash, hasta que un día es llamada a su casa para ayudar en una crisis a su hija Julie, interpretada por la hija en la vida real de Streep, Mamie Gummer, que está atravesando un período difícil. Aunque Streep ha cantado ante cámaras en otras oportunidades como fue el caso de "Mamma Mia" -en la que lleva a escena a una madre soltera que debe averiguar quién es el padre de su hija- y "En el bosque" -como la malvada bruja que tiene a su hija encerrada en una torre- la actriz dijo que sólo se siente segura al cantar en el cine.
"Son personajes diferentes. Cada uno es distinto, cada uno de estos trabajos realmente no tienen nada que ver entre sí, ya que las mujeres son opuestas", dijo Streep. "Además -añadió- yo no creo que tenga el coraje de ponerme delante de la gente y cantar, pero si me das un personaje que lo hace, sin dudas que lo intentaré".
Derecho de piso. Streep aprendió a tocar la guitarra para la película, en la que comparte escenario con el cantante y actor Rick Springfield, que interpreta a un miembro de la banda enamorado de Ricki. Consultada cómo le resultó trabajar con un músico profesional, la actriz le cedió el protagonismo. "Cada fin de semana Rick llena sus shows en todo el país, así que tuve que aprender realmente cómo interpretar mi personaje y cómo ganar el derecho de estar en el escenario con este gran músico", dijo Streep de Springfield.
Consultada sobre las dificultades que supuso empezar de cero con la música, bromeó: "Yo ya sabía tocar algunos acordes de la universidad, lo básico, ¡y eso es todo lo que necesitas! No, seriamente, tuve que aprender todo. Esa es la pura verdad, y no sólo a tocar sino a tocar blues...".
La ganadora de tres premios Oscar añadió que se sintió aliviada al saber que su personaje en la película no se supone que es una leyenda de la guitarra. "Absolutamente fue un gran alivio saber que se supone que mi personaje es una artista mediocre, pero Kevin (Kline, que interpreta a su ex marido en la película) es un músico muy talentoso en la vida real. El primer día que debía rodar una escena en un bar, el vino a verme y después me dijo «no suenas mal». Y yo pensé «Oh, gracias!». Ese fue el mayor cumplido que alguien me dijo, y al menos así es como me lo tomé... sólo como un cumplido...".
En su larga y ecléctica carrera Jonathan Demme dirigió comedias ("Casada con la mafia", 1988) y dramas como ("Philadelphia", 1993). Y ganó el Oscar al mejor director en 1991 por "El silencio de los inocentes", con el caníbal más recordado del cine y su tenaz perseguidora interpretados por Anthony Hopkins y Jodie Foster. Pero Demme también produjo y dirigió documentales musicales, incluyendo uno sobre Justin Timberlake.
Para Demme, la banda que formó para el filme es uno de los grandes atractivos del filme en el cual tiene una participación el desaparecido Rick Rosas, ex bajista de Neil Young, fallecido en noviembre pasado. "Fue hermoso. Para mí eso era parte de la tremenda emoción sobre esta película: Espera un minuto, tengo que armar mi propio supergrupo? Y tenemos a Meryl Streep en la voz principal y Rick Springfield en la guitarra y Bernie Worrell en los teclados y Rick Rosas en el bajo?. Por favor, qué más puedo pedir?", se entusiasmó el director con medio estadounidenses sobre este nuevo trabajo.
Sin talento ni voz, pero famosa
Meryl Streep, una de las actrices más talentosas de Hollywood, no le teme a nada. Ni a la farsa. Su próximo proyecto es la comedia dramática “Florence Foster Jenkins”, en la que interpretará a una rica heredera de Nueva York que se convirtió en soprano y se hizo famosa por su completa falta de talento para el bel canto. La película será dirigida por Stephen Frears y la acompañará Hugh Grant.