Meryl Streep cumple hoy 70 años, convertida en una leyenda viviente que mantiene intacto su encanto frente a un público que ya abarca al menos tres generaciones. La actriz tiene en su haber 21 nominaciones al Oscar y 26 al Globo de Oro, así como un Oso de Oro a la carrera. Con orgullo exhibe sus arrugas, amada y protegida por una familia sólida: su marido, Don Gummer, cuatro hijos y un nieto.
Mary Louise Streep nació en Nueva Jersey el 22 de junio de 1949 y, procedente del método del Actor's Studio, debutó en 1975 en teatro en Broadway. Un par de años después llegó al cine con el filme "Julia". Ganó tres veces la estatuilla más deseada de Hollywood: en 1980 y como mejor actriz secundaria por "Kramer vs Kramer", y en 1983 y 2012 como mejor actriz protagonista, respectivamente por "La elección de Sophie" y "La dama de hierro". "Es cierto que gané tres Oscar, pero también es cierto que perdí muchos más", dijo en ocasión de la candidatura por "The Post", de Steven Spielberg. Y aunque es una de las mejores actrices de todos los tiempos tiempos, no lo piensa así el presidente estadounidense Donald Trump, que la definió en 2017 como "una de las actrices más sobreestimadas de Hollywood".
Su belleza anticonvencional caracterizó cada uno de sus roles. No muchos lo saben, pero ella misma lo contó, que en 1975 fue rechazada por Dino De Laurentiis para el papel protagonista en "King Kong": el productor la consideró demasiado fea. En 1978, gracias a "El francotirador", de Michael Cimino, pudo estar junto a John Cazale, el hombre que amaba y estaba gravemente enfermo. Una vez terminadas las filmaciones, Streep comenzó a trabajar en la miniserie "Holocaust", con la que llamó la atención general.
Pese a la muerte de su pareja, se arrojó luego a una frenética actividad teatral, para recibir finalmente la nominación al Oscar como mejor actriz secundaria por "El francotirador". La candidatura fue el comienzo de un período positivo. Le siguieron películas como "Manhattan", "La amante del teniente francés", "La elección de Sophie" y "Africa mía", entre muchas otras.
En los años 90 brilló en la conmovedora "Los puentes de Madison", de Clint Eastwood, y en los 2000 se convirtió en una de las actrices más requeridas de Hollywood, con un éxito de taquilla como el musical "Mamma Mia!", la premiada "Las horas" y "El diablo viste a la moda". El año pasado volvió a interpretar a Donna Sheridan en la segunda parte de "Mamma Mia!", mientras siguió acumulando admiración con "Florence", con Hugh Grant, y "Mary Poppins", bajo la dirección de Rob Marshall.
Ahora se la puede ver en la serie de HBO "Big Little Lies", y la próxima gran expectativa es para su papel en la nueva versión de "Mujercitas", de Greta Gerwig, que se presentará en agosto en el Festival de Cine de Venecia.