Si Alex de la Iglesia se hubiera visto en la piel de Ridley Scott, cuya nueva película se vio salpicada de lleno por el escándalo de abusos sexuales en torno al actor Kevin Spacey, habría tenido sentimientos encontrados. "Me parece absolutamente ridículo borrar a un actor -haya hecho lo que haya hecho- de una película, porque una cosa es la obra de ficción y otra, la persona real", dijo a dpa el cineasta español, que el viernes estrena en España la comedia negra "Perfectos desconocidos".
"Spacey probablemente sea deleznable, pero su trabajo no", añadió De la Igelsia sobre la decisión de Scott de volver a filmar todas las escenas del actor que tenía un personaje secundario, pero con Christopher Plummer. "Dicho esto, entiendo perfectamente a Ridley Scott, porque te pueden hundir la película".
"La cuestión es qué hacemos con la obra de Heidegger o con Wagner (acusados de connivencia con el nazismo)? Hay que separar radicalmente al autor de su obra, lo mismo que los comentarios o diálogos que ocurren en una película con la vida real. Mezclarlo es muy peligroso".
Para el director, el cineasta británico "no actúa por un problema moral", sino guiado "por la repercusión de la película": su decisión es comercial. No obstante, puntualizó, él no trabajaría con una persona en la que no confíe.
Scott tenía su nueva película "All the Money in the World" lista para estrenar. La gira de promoción había sido programada y el estreno en los cines fijado para el 22 de diciembre, pero en octubre estalló el escándalo por acoso sexual del actor Kevin Spacey y Scott tomó una medida radical: volver a rodar todas las escenas en las que Spacey aparece como el multimillonario Jean Paul Getty pero con Christopher Plummer en el papel del magnate.
"All the Money in the World" ("Todo el dinero del mundo") relata la historia del espectacular secuestro del rico heredero John Paul Getty III, que en 1973 estuvo secuestrado durante cinco meses mientras su abuelo se negó en un principio a pagar el rescate.
En Argentina. El escándalo de Spacey también tuvo consecuencias en Argentina y generó la reacción del empresario Daniel Grinbank que se negó a producir el show de Morrisey en Buenos después de las declaraciones del artista avalando a Spacey.
Si bien la mayoría repudió al actor acusado de abusar sexualmente de un chico de 14 años en 1986, en una entrevista que el ex líder del grupo The Smiths realizó el lunes a Der Spiegel sostuvo que Spacey ha sido "atacado innecesariamente". "Hasta donde sé, él estaba en una habitación con un chico de 14 años. El tenía 26. Cabe preguntarse dónde estaban los padres del niño. Cabe preguntarse si el niño no sabía lo que ocurriría. Cuando estás en la habitación de alguien tienes que ser consciente de adónde puede llevar eso", dijo.
Al respecto, el empresario Grinbank aclaró que su decisión fue tomada "al haber certificado que eran ciertas las declaraciones que Morrissey concedió a Der Spiegel avalando a Kevin Spacey y hechos de pedofilia". Y justificó: "No nos interesa producir este tipo de artistas con estos valores".