Sutileza y poesía plasmada en una canción es lo que ofrecerán la cantante María Ezquiaga, líder de la banda Rosal, y el pianista Darío Jalfin esta noche, a las 22.30, en Club de Fun (Sarmiento 384). Claudio Cardone y Sandra Corizzo serán los invitados de lujo con los que contará el show que abrirá las artistas rosarinas Mercedes Ianiello y Vicky Virgolini.
“Con Darío venimos tocando desde hace dos años en un ciclo de piano que él armó. Todo empezó con versiones que hizo Darío con canciones de Rosal, y nos gustaron tanto como quedaron que decidimos hacerlas”, cuenta Ezquiaga. La idea del show es simple pero a la vez compleja y desafiante: “Vamos a presentar canciones de los dos, él en el piano y yo en guitarra, coros y voz. Además tenemos dos invitados re especiales para nosotros; Claudio Cardone, ex pianista de Luis Alberto Spinetta, y Sandra Corizzo. También va a estar Mercedes Ianello dúo, con quien nos conocimos porque ella fue quien me dio mi primera fecha para tocar con mi banda Rosal”.
LUZ, RITMO, CANCION. En cuanto al repertorio, las mixturas, covers, versiones extraordinarias y creaciones únicas van a ser las reinas de la velada. Desde la acertada versión de “Así”, de A Tirador Láser que Ezquiaga canta junto al intenso piano de Cardone, hasta versiones de los cinco discos de Rosal formarán parte de la lista de canciones finamente seleccionadas. “También vamos a incluir “Cursos de corrupción” que grabé para uno de los proyectos de Lucas Martí, “Varias artistas”, donde sólo cantantes mujeres, entre las que pasaron Juliana Gattas (Miranda), Julieta Venegas, Javiera Mena, Daniela Herrero, Emme, Deborah De Corral, Anita Alvarez de Toledo, interpretan canciones de Martí”. Ezquiaga también adelantó que el repertorio será ecléctico ya que incluirá canciones de Bjork y Serrat.
La voz de Ezquiaga viene deslumbrando desde el primer disco “Educacion Sentimental” (2003), donde con su primer hit, “Bombón”, conquistó a los amantes de la música experimental. En sus 5 discos conjuga la exploración del lenguaje rock-pop con climas sutiles e intimistas. Liderada por Ezquiaga, en sus shows en vivo combina lo acústico y lo eléctrico, incluyendo procesamientos en tiempo real a cargo del sonidista, que se transforma en un integrante más de la banda. En el transcurso de estos años, el grupo se afianzó en una identidad y estética propia, donde la voz cristalina y emotiva de María ha sido el gran motor, quien es además autora de la mayoría de las canciones. Rosal se completa en vivo con Ezequiel Kronenberg y Martín Caamaño (en guitarras), Manuel Caizza (batería y percusión) y Francisco Arancibia (bajo).
Pero esta propuesta junto a Jalfin propone otra cosa: “No se trata de una experimentación, porque Rosal también es bastante experimental para ser una banda de rock. Pero sí cambia totalmente el formato, el show se centra mucho en el piano, que en Rosal no pasa. Y el repertorio que hacemos con Darío tiene más que ver con la música popular que con el rock, sobre todo por la instrumentación y los arreglos”. En cuanto a Jalfin, es un músico multifacético, además de especializarse en el piano, es cantante y lleva editados tres discos solistas. Además participa como pianista de otros proyectos, es productor artístico de discos, compone música para cine y televisión y es docente de piano, armonía y composición.
ROSAL. La música de Rosal se extiende hasta los universos más lejanos, como hace tan sólo una semana tocaron en el homenaje a Spinetta en Tecnópolis, hace apenas unos días tuvieron una experiencia única e irrepetible, signada por la aventura. “Una familia de franceses que viaja por el mundo y va grabando videos de músicos de cada lugar que visita, nos propuso grabar un video para ellos con la canción “No depende de mí”, del disco “La casa de la noche””, contó emocionada Ezquiaga. Este año, a la banda le esperan shows en el Malba, donde harán canciones de Jorge De La Vega, un artista de los 60 de vanguardia, que además de pintar hacía canciones.
“Hacemos poprock experimental”, aseguró Ezquiaga, aunque aclara que en el último disco de Rosal, “Un fuerte en el corazón”, hay menos experimentación que en los anteriores. “En definitiva, siempre tenemos una búsqueda nueva en cada disco”, destacó la artista y concluyó: “Estoy en un re lindo momento porque se abren cada vez más puertas para transmitir mi música”.