"Maracaibo", la culpa detrás de la tragedia
"Maracaibo", la culpa detrás de la tragedia
Calificación: ***. Intérpretes: Jorge Marrale, Mercedes Morán, Matías Mayer, Luis Machín, Nicolás Francella. Dirección: Miguel Angel Rocca. Género: Drama. Salas: Monumental, Del Centro, Showcase, Village y Arteón.
Hay tragedias que marcan un punto de quiebre. Y mucho más para un padre al que le matan a su hijo delante de su cara. Gustavo (Marrale) y Cristina (Morán) son una pareja feliz. El es un importante cirujano, ella es oftalmóloga, tienen un buen pasar y son padres de Facundo, un joven apasionado por las animaciones. La parsimonia familiar entra en turbulencias cuando Gustavo descubre que su hijo es homosexual. No puede superarlo, esa realidad lo tortura. Una madrugada, cuando volvía de yirar por las calles para reflexionar sobre ese tema, un par de delincuentes lo apunta con un arma en la puerta de su casa e ingresa encañonado sin oponer resistencia. Facundo intenta defender a su padre, irrita a uno de los ladrones, que le dispara y lo mata. A partir de aquí, todo se derrumba para la pareja, pero más para Gustavo. Se siente culpable por no haber comprendido la sensibilidad de Facundo y tratará de acercarse a los ladrones, quizá para vengarse o para buscar explicaciones. El pulso del director ofrece una vuelta de tuerca en la historia a partir de que los ladrones también son padre e hijo (Machín y Nicolás Francella). Gustavo tratará de espejarse con esa relación para hallar las piezas que le faltan al rompecabezas que representa el vínculo con su hijo ausente. Y aquí despunta el oficio de Marrale para una composición tan compleja como brillante, que justifica por lejos ver esta película.
Por Pedro Squillaci
"Un golpe con estilo", sin nada que perder
Calificación: **. Intérpretes: Michael Caine, Morgan Freeman, Alan Arkin, Ann-Margret, John Ortiz y Matt Dillon. Dirección: Zach Braff. Género: Comedia. Salas: Hoyts, Monumental, Showcase y Village.
Ante todo habría que preguntarse si no es discriminatorio y de dudoso gusto etiquetar un subgénero como "comedia geriátrica". Y después también habría que decir que "Un golpe con estilo" es otro exponente de este curioso subgénero —al igual que películas como "Tres tipos duros" o "Ultimo viaje a Las Vegas"— y que aplica todas las reglas de manual del caso. Joe (Michael Caine, de 84 años) está a punto de perder su jubilación porque la empresa en la que trabajó durante décadas se retira del mercado de EEUU. Como si eso fuera poco, también va a perder su casa por la demanda de un banco. Ya sin esperanzas, recurre a sus mejores amigos (Alan Arkin, de 83, y Morgan Freeman, de 79), que pasan por una situación similar, y juntos planean robar un banco para pasar dignamente los años que les quedan. "Un golpe con estilo" es una remake de "Going In Style" (1979), que estaba protagonizada por George Burns, Art Carney y Lee Strassberg, y estaba dirigida por Martin Brest ("Un detective suelto en Hollywood", "Perfume de mujer"). Esta vez la historia cayó en manos del director Zach Braff (protagonista de la serie "Scrubs"), que llevó el guión para el lado de la comedia más liviana. Acá hay chistes sobre los achaques de salud, sobre las pobres esperanzas de vida, sobre el sexo en la tercera edad y un insólito plan criminal que debe salir bien sin matar ni herir a nadie. Podría haber una mirada más filosa sobre las estafas de los bancos y la mentira del sueño americano, pero en "Un golpe con estilo" todo está atado con un moño rosa junto a una botellita de champagne. Lo que salva a esta comedia del derrape es el talento de sus protagonistas, que podrían ya hacerlo de taquito, pero les sobra oficio y gracia. También se lucen en los papeles secundarios Christopher Lloyd y Ann-Margret.
Por Carolina Taffoni
"Nunca digas su nombre", terror pobre e incípido
Calificación: *. Intérpretes: Douglas Smith, Cressida Bonas, Doug Jones, Michael Trucco, Carrie-Ane Moss. Dirección: Stacy Title. Género: Terror. Salas: Hoyts, Monumental, Showcase y Village.
¿La remake de Candyman? No precisamente. Ojalá "Nunca digas su nombre" hubiese podido igualarse al menos un poco con el clásico filme de terror de 1992. Lo cierto es que esta producción toma elementos de películas exitosas del género, pero sin obtener el mismo resultado sino todo lo contrario: un filme de bajo presupuesto que deja mucho que desear. La historia se centra en un grupo de estudiantes universitarios que se mudan a una casa embrujada y sin querer, liberan a "Bye Bye Man", un espíritu maligno que persigue a quien pronuncie su nombre y a quien crea en su existencia, ya que eso le da más poder. Una psíquica intentará limpiar la casa, mientras uno de los estudiantes hace una investigación de lo sucesos extraños que invaden la casa cada noche. Extrañamente, la película cuenta con la presencia, en papeles menores, de Carrie Ann Moss, la Trinity de "Matrix" y Faye Dunaway. A lo largo de los 96 minutos, el director no logra crear situaciones de suspenso y a medida que transcurre el tiempo, el relato se empobrece cada vez más, así como también los efectos especiales, dando como resultado un filme sin encanto que no vale la pena en absoluto.