"Aquarius", vitalidad y resistencia
"Aquarius", vitalidad y resistencia
Calificación: ****. Intérpretes: Sonia Braga, Maeve Jinkings, Irandhir Santos, Humberto Carrão y Zoraide Coleto. Dirección: Kleber Mendonça Filho. Género: Drama. Salas: Del Centro.
Clara (Sonia Braga) es una viuda de 65 años que vive en un viejo edificio de los años 40 en la costanera de Recife, en Brasil, en la "parte rica" de la ciudad. Es una prestigiosa crítica de música ya jubilada, y vive con su mucama, rodeada de sus amados vinilos y los recuerdos de su familia. Pero su vida tranquila se trastoca cuando una poderosa empresa inmobiliaria quiere comprar su departamento para derribar el viejo edificio y construir en su lugar uno nuevo. La empresa de hecho ya ha comprado el resto de los departamentos, pero Clara se niega y se planta, no quiere vender, quiere conservar un lugar que considera parte de su memoria, y se aguanta estoicamente todo tipo de presiones, incluso las de sus propios hijos. "Aquarius" es una película atravesada por múltiples problemáticas y sensibilidades, y sería imposible resumirlas acá. Pero se podrían destacar varios puntos que hacen que el tercer largometraje del director Kleber Mendonça Filho brille: la naturalidad de los diálogos es apabullante. La relación con la música vibra en un lugar especial, como se ha visto en pocas películas. Las escenas de sexo son breves pero perfectas. Y además hay una lectura política del Brasil de los últimos 40 años que es muy precisa y muy sutil a la vez, sin bajadas de línea. El premio mayor, sin embargo, es Sonia Braga. Ella no personifica a Clara. Ella es Clara. Y conmueve —o asusta— con cada gesto.
Por Carlina Taffoni
"Terror", justicia de los muertos
Calificación: ***. Intérpretes: Rafel Ferro, Airas Alban y Augusto Alvarez. Dirección: Sebastián y Federido Rotstein. Género: Drama bélico. Salas: Hoyts, Monumental y Showcase.
La furia y la idea de fuera de control atraviesa "Terror 5". Detrás de los cinco episodios que narran los hermanos Sebastián y Federico Rotstein en su ópera prima aparece una reflexión sobre la violencia proveniente de distintos lugares como la política, el bullying , la educación y el machismo. En todos los casos, más allá de apelar al gore descarnado o al suspenso, el guión sugiere que esa violencia puede engendrar víctimas, pero también más violencia, al tiempo que deja un interrogante sobre el rol de la Justicia y las leyes y los medios de comunicación.
El filme comienza con una tragedia y la vigilia de los familiares de las víctimas por el veredicto de culpabilidad o inocencia de los acusados, las máximas autoridades de la ciudad, por su responsabilidad en el colapso de un edificio que causó quince muertes. Y continúa con distintos episodios: el colegio, según el guión de Sebastián Rotstein, también puede engendrar más frustración que satisfacción, y un grupo de alumnos se lo hace pagar a algunos profesores; el bullying, un tramo que se asocia al cine snuff, y el machismo. En esta película de apariencia fragmentaria, todo sucede en una noche, en la que los demonios se desatan y los muertos salen a pedir justicia.
Por Rodolfo Bella
"Hasta el último hombre", la paz en la guerra
Calificación: ***. Intérpretes: Andrew Garfield, Sam Worthington, Hugo Weaving, Vince Vaughn. Dirección: Mel Gibson. Género: Drama bélico. Salas: Del Centro, Hoyts, Monumental, Showcase y Village.
Mel Gibson, amante de la épica y de los dramas bélicos, vuelve al campo de batalla después de una década sin dirigir, con un filme que indaga en la fe, la moral y el sacrificio humano. Se trata de la cuarta película que dirige el actor, director y productor estadounidense después de "Corazón valiente", por la cual ganó un Oscar, "La pasión de Cristo" y "Apocalypto". Si bien hay muchos aspectos para analizar en este filme, el primero y más acertado es que la historia elegida -en una coyuntura donde las buenas ideas no abundan- es consistente y realmente conmovedora. Se trata de la historia real de Desmond Doss, un miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que se convirtió en héroe en la Segunda Guerra Mundial, hasta el punto que fue el primer objetor de conciencia en recibir la Medalla de Honor y uno de los tres únicos objetores en no retirarla hasta hoy. Protagonizado por Andrew Garfield (el ex "Hombre Araña"), el filme se sitúa durante la batalla de Okinawa, en Japón, pocas semanas antes de los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki. Allí, Desmond logra salvar a 75 hombres con una gran particularidad: sin tocar un arma por sus creencias religiosas. Así, entre secuencias de batallas de alto impacto, Garfield logra una gran empatía con el espectador, generando una montaña rusa de emociones. Y ahí está el triunfo del director, que logra humanizar al protagonista a través de flashbacks de su infancia justificando su comportamiento y mostrando un pasado tormentoso con su padre. Y logra mostrar a un héroe que no utiliza la violencia. ¿Será una de las posibles ganadoras del Oscar? Puede ser. Lo que se rumorea es que Garfield tiene grandes chances de quedarse con la estatuilla a mejor actor.
Por Luciana Boglioli