Los canales preparan las ficciones que pondrán en el aire en el 2010

Para la televisión abierta, el 2009 no fue un año que quedará en la memoria. Salvo “Valientes”, que fue un éxito desde que apareció en la pantalla, hasta los otrora incuestionables, como Marcelo Tinelli, sufrieron en la ardua empresa de cosechar audiencia. No hubo grandes perdedores, tampoco festejos efusivos.
  Sin tiempo de hacer balances, los canales trabajan contra reloj para preparar la programación de la temporada en ciernes. Si bien se descuenta el regreso en los mismos horarios y con los formatos similares de las estrellas —Marcelo Tinelli, Susana Giménez y Mirtha Legrand— el resto todavía está por verse.
  Nadie quiere correr la suerte de “Botineras”, que lanzada como la ficción que confiaba en heredar el público que dejará vacante “Valientes” tuvo un comienzo más que accidentado. No sólo no la acompañaron las mediciones de audiencia sino tampoco la crítica, lo que puso en crisis al programa.
  Telefé, sin embargo, no le bajó el pulgar y le dio una segunda oportunidad. Cambió el equipo autoral y, como consecuencia de las modificaciones en las líneas argumentales, se purgó el elenco. Ahora falta saber cómo reaccionará el público que hasta ahora no se conmovió con las andanzas del Chiqui Flores.

Esa sana costumbre. El Trece prepara para el horario central nocturno una tira con el sello inconfundible de Pol-ka: “Alguien que me quiera”, una historia costumbrista, ambientada en un mercado comunitario y con un elenco encabezado por Andrea Del Boca, Osvaldo Laport y Miguel Angel Rodríguez.
  Se trata, claro está, de una idea original de Adrián Suar, que sigue la línea que desde el éxito de “Gasoleros” sigue a pie juntillas su productora de contenidos. Su intención es complacer al público que con la aventura policial de “Valientes” se quedó con ganas de ver una comedia romántica.
  “Alguien que me quiera” girará en torno a los encuentros y desencuentros entre Rocío (Andrea del Boca), una mujer que escapa del trato despótico de su marido, y Rodolfo (Osvaldo Laport), un cafetero de buen corazón que confía que, a pesar de los años, todavía puede dar con el amor de su vida.
  Para alimentar el costado humorístico de la trama estará Armando (Miguel Angel Rodríguez), el cuñado de Rodolfo, el simpático verdulero del mercado que guarda un secreto: por las noches se trasviste para conducir un espectáculo de vodevil. El personaje es la carta en la manga de la tira de El Trece.
  Por las tardes, con la difícil tarea de darle batalla al tanque de Telefé “Casi ángeles”, El Trece pondrá en el aire “La malparida”, una telenovela con Juanita Viale y Gonzalo Heredia, el sex symbol revelación de la temporada 2009, en los roles protagónicos. Es una apuesta de riesgo a la que Suar le tiene confianza.
  La historia se centrará alrededor de la nieta de Mirtha Legrand, cuyo amor será disputado por los personajes que encarnarán Gonzalo Heredia y el veterano Raúl Taibo. Pero Juanita Viale no será la única mujer en la trama: tendrá una antagonista, la experta en culebrones Carolina Zampini.
  La intención de Suar es oponer una historia adulta al suceso para adolescentes de Cris Morena. La idea es que, en la disputa por el control remoto, los padres se impongan a los hijos, algo que es bien sabido es una pelea perdida. Salvo que, después de tres años, el encanto de “Casi ángeles” esté agotado.

Uno por vez. “Para vestir santos” es el unitario que reemplazará a “Trátame bien”, uno de los títulos más exitosos del 2009. Poco se sabe de la ficción más que será protagonizado por Gabriela Toscano, Hugo Arana y Fernán Mirás y que marcará el retorno a la pantalla chica de Celeste Cid.
  Aunque su regreso está asegurado, todavía no se sabe a qué pantalla. Se trata de la segunda temporada de “Todos contra Juan”, el unitario que produce y protagoniza Gastón Pauls y que cuenta la historia de un aspirante a actor que nunca logra su sueño de convertirse en una estrella de televisión.
  Las cartas están sobre la mesa, ahora sólo falta esperar la bendición del público, el único soberano del negocio de la televisión.