Leonardo Favio recordado en el Festival de Cine de Mar del Plata
La 27ª edición del evento fue inaugurada anoche en una breve y austera ceremonia en la que, además de la proyección de la película "El muerto y ser feliz", del español Javier Rebollo, se brindó un homenaje al gran cineasta y cantante fallecido recientemente.
17 de noviembre 2012 · 09:05hs
Mar del Plata.- La 27ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata fue inaugurada anoche en una breve y austera ceremonia en la que, además de la proyección de la película El muerto y ser feliz, del español Javier Rebollo, se brindó un homenaje al gran cineasta y cantante Leonardo Favio, fallecido recientemente.
La intensidad de la obra del autor de Nazareno Cruz y el lobo, Juan Moreira y Gatica, el Mono, entre tantos otros clásicos del cine nacional, se vio reflejada en el video Favio, pasión, poesía, memoria, en el que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) le rinde tributo con un montaje de algunas de sus imágenes más emotivas e impactantes.
El video, muy aplaudido por la audiencia, comienza con una frase del propio Favio: Quien nace cineasta viene con una urgencia: utilizar o fabricar imágenes para testimoniar la historia, transmitir el asombro, los sueños, la poesía. Ese es nuestro oficio. Testimoniar el llanto, la historia; cantarle a la pasión, a la poesía: ser memoria.
Conducida por la locutora y periodista Gabriela Rádice, la gala de inauguración fue breve, no contó con la típica alfombra roja, no hubo discursos políticos y tuvo pocas personalidades del mundo cinematográfico, entre las que figuraban el cineasta de animación estadounidense Rich Moore, quien presentará en el festival su último filme, Ralph, el demoledor.
También fue exhibido el video institucional del festival, en el que reconocidos actores como Julio Chávez, Leonardo Sbaraglia, Eduardo Blanco y Soledad Silveyra, junto al cineasta Juan José Campanella, encarnan respectivamente a un empleado de maestranza, un chocolatinero, dos acomodadores y el proyectorista de un cine que esperan ansiosos la llegada de los espectadores a la sala.
Otros conocidos que asistieron a la apertura fueron Víctor Laplace y Victoria Carreras, quienes presentarán el filme Puerta de hierro, el exilio de Perón; la actriz Moro Anghileri, quien integra el jurado de la competencia latinoamericana; el presidente del instituto coreano de cine, Kim Eui-Suk; y el realizador Back Seung Kee, quien proyectará su opera prima, Super Virgin.
Sin embargo, sí se dieron cita en el teatro Auditorium los cineastas locales Fabián Forte, Iván Fund, Edu Crespo e Iván Vescovo -todos ellos con largometrajes en la Competencia Argentina del festival-, Emiliano Cativa, Pablo Marín y Andrés Denegri -del foco dedicado al Súper 8 milímetros-, el productor Pepe Salvia y el actor Daniel Valenzuela, entre muchos más.
La ceremonia contó además con la presencia de numerosos funcionarios de cultura del país; el intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti; la vicepresidenta del Incaa, Lucrecia Cardoso; el presidente del Instituto Cultural de Buenos Aires, Jorge Telerman; y el director del festival, José Martínez Suárez, quien también ofreció unas palabras antes de presentar a los jurados de la Competencia Oficial y dar paso a la película de apertura.
Una vez más estamos acá afianzando al cine argentino, no porque sea argentino, sino porque se lo merece, afirmó Martínez Suárez antes de saludar a la actriz cubana Eslinda Nuñez, el cineasta y músico francés Bertrand Bonello y el fotógrafo alemán Thomas Mauch, tres de los cinco miembros del jurado, que tuvo la ausencia de la argentina Lita Stantic y el húngaro Peter Medak.
Por su parte, el cineasta español Javier Rebollo presentó su película El muerto y ser feliz, una coproducción entre su país, Argentina y Francia en la que el reconocido actor español José Sacristán encarna a un asesino a sueldo que un día toma conciencia, en la última planta del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, de que se está muriendo a causa de tres tumores cancerígenos que lo aquejan.
Al ver que se le acaba el tiempo, Santos así se llama el personaje- huye del hospital con un cargamento de pequeñas dosis de morfina, acepta un último encargo como asesino (que no cumple) y, con ese dinero, toma su camioneta y emprende una fuga hacia ningún lugar, un viaje de más de 6.000 kilómetros a través de distintos paisajes y pueblos de la Argentina.
Rebollo, quien estuvo acompañado por los actores Valeria Alonso y Jorge Jelinek, se manifestó contento y honrado de abrir el Festival de Mar del Plata con su filme y señaló que está dedicada a Leonardo Favio, ya que utilizó parte de los textos de una de sus canciones para los diálogos de los personajes en una de las escenas.
Es una película que habla del cine y del amor al cine, afirmó Rebollo, quien definió a la obra de Favio como un cine loco y disparatado, genial, clásico y moderno al mismo tiempo. (Télam).