En medio de la “guerra del streaming” y de la entrada de nuevos actores en el universo de la TV paga (Apple TV, Disney+), los creadores de ficción del Primer Mundo elevaron sus apuestas para competir en una pantalla pequeña cada vez más saturada de contenidos. Este año HBO se llevó los laureles con “Chernobyl”, “Watchmen”, “Years And Years” y “Succession”, mientras que con la controvertida temporada final de “Game Of Thrones” provocó que estallara el fenómeno de la serie que batió récords de público. Netflix, por su lado, se jugó por el cine con películas excelentes como “El irlandés” y “Historia de un matrimonio”, pero quedó relegado en el plano de las series. Estas fueron algunas de las series y miniseries que marcaron el 2019:
"Chernobyl": la miniserie de HBO sobre la célebre explosión nuclear de 1986 se convirtió en una de las sorpresas del año. Parecía reservada a los críticos y a los nostálgicos de la época de la Guerra Fría, pero el boca a boca la convirtió en un éxito masivo. Sin golpes bajos ni dramatismos extremos, la ficción indaga con precisión en las causas y consecuencias —técnicas, humanas y políticas— de una tragedia colectiva.
"Years And Years": otra miniserie revelación. Creada por el transgresor Russell T. Davies (“Doctor Who”, “Queer As Folk”), esta historia generó una identificación inmediata en el público. La miniserie imagina un futuro distópico peligrosamente parecido al presente, donde hasta el más experimentado va a terminar trabajando mil horas por día como cadete de Glovo o Rappi, y donde una ultraderecha nazi disfrazada de “vecino apolítico” va a llegar hasta lo más alto del poder.
"Fleabag" (segunda temporada): recién cuando “Fleabag” ganó un Emmy como la mejor comedia del año muchos decidieron reparar en esta joya de Amazon. La segunda temporada de la serie escrita y protagonizada por la británica Phoebe Waller-Bridge tiene un humor feroz y punzante, y además regala un puñado de personajes inolvidables. El diario The Guardian la describió como “la televisión más excitante y devastadora que se vio en años”.
"Game Of Thrones" (octava temporada): nadie puede negar que “GOT” es el fenómeno televisivo de la última década. Y por supuesto que su última temporada generó enorme expectativa y récords de público. Sin embargo, el brillo de semejante éxito se vio opacado por los cuestionamientos de los fans, los palos de la crítica y hasta la viralización en redes sociales de inexplicables errores técnicos y de producción en algunos capítulos.
"Watchmen": pocos confiaban en la arriesgada apuesta de reinventar el mítico cómic del mismo nombre, de Alan Moore y Dave Gibbons. Pero Damon Lindelof (“Lost”) lo usó como punto de partida para crear una serie imaginativa y compleja que subvierte el ya tan transitado género de los superhéroes. Otra gran jugada de HBO que terminó en gol.
"Succession" (segunda temporada): Eso de que “segundas partes nunca fueron buenas” seguro no reza para “Succession”, que volvió con una temporada que tuvo incluso mejores críticas que la primera y que fascinó a todos desnudando a una familia que maneja un imperio mediático de derecha. La identificación es inmediata: más allá de los millones, lo que pesa acá son las siempre complicadas relaciones familiares.
"The Crown" (tercera temporada): Este año Netflix apostó a lo seguro con las terceras temporadas de éxitos como “Stranger Things” y “La casa de papel”, pero sólo salvó su prestigio con el regreso de su joya de la corona. La vuelta de “The Crown” con un nuevo elenco (encabezado por la talentosa Olivia Colman) confirmó que se trata de una de las producciones más importantes de este siglo.