Mañana se estrenará en Rosario “La chica del dragón tatuado”, obra del director estadounidense David Fincher, que cuenta con las actuaciones de Daniel Craig y Rooney Mara en los roles principales. El cineasta de Hollywood no pudo resistir la tentación de ofrecer una versión propia de las originales propuestas literarias que llegaron al cine en Suecia, basadas en las novelas de Stieg Larsson.
La película tiene como protagonistas a un periodista y a una joven especialista en informática que se dedica a descubrir secretos guardados en las redes. El dúo investiga la oscura historia de una poderosa familia sueca.
Se trata del primer título de una probable saga de películas que intentará presentar al público estadounidense una versión propia de las populares novelas de Larsson.
Un poco de historia. La trilogía “Millenium” es una saga novelística del escritor y periodista sueco Stieg Larsson publicadas tras su temprana muerte ocurrida en 2004, que llegó al cine para conmover a la platea con una historia que tiene dos protagonistas centrales: el periodista Mikael Blomkvist y la investigadora Lisbeth Salander.
Las tres películas se basaron en las novelas “Los hombres que no amaban a las mujeres” (2005), “La chica que soñaba con una cerrilla y un bidón de gasolina” (2006) y “La reina en el palacio de las corrientes de aire” (2007). Todas las historias giran en torno a Blomkvist, uno de los dueños de la revista “Millennium” y a la hacker, una solitaria y joven mujer, dueña de una prodigiosa memoria fotográfica y de un doloroso pasado.
Las obras llegaron al cine desde 2009, dirigidas por Niels Arden Oplev (la primera) y por Daniel Alfredson (la segunda y la tercera), y fueron protagonizadas por Michael Nyqvist y Noomi Rapace.
La tentación. Sin dudas David Fincher disfruta manejando un tema tan sombrío y espinoso como el que aborda su nueva película, que se sitúan fuera de las temáticas habituales de Hollywood. “Es algo que me reafirma de alguna manera”, reveló Fincher respecto del nuevo proyecto. “Lo veo y digo: «Me gusta». Me hace sentir que el tipo de historias en las que yo podría estar interesado, son interesantes para otros”.
La afirmación se respalda en su filmografía, integrada por ocho películas que, aunque no han gozado de un gran éxito en la taquilla, le permitieron estar nominado en dos ocasiones al Oscar y ser reconocido como uno de los cineastas más talentosos del momento. Posee un particular dominio de los encuadres y su habilidad le ha permitido ganarse el respeto de los críticos y los cinéfilos jóvenes, especialmente por dos de sus filmes más celebrados: “El club de la pelea” (1999) y “La red social” (2010).
En uno de los primeros títulos del director (“Seven”, 1995), un personaje interpretado por Morgan Freeman dice: «Ernest Hemingway alguna vez escribió: El mundo es un lugar bueno y vale la pena pelear por él». Yo estoy de acuerdo con la segunda parte”.
Esta frase parece resumir las intenciones del director. “Me siento más atraído por la historia de los pervertidos”, confesó Fincher. “No estoy tan seguro sobre las cosas en las que todos estamos de acuerdo. Creo que tomé una decisión al comienzo sobre ver las cosas diferentes y decir: «todos quieren pegarla con un entretenimiento escapista» y a pesar de eso, siempre me gustaron las cosas que se cuelan por la ventana de al lado, así que ¿por qué no presentar una alternativa viable?”, se preguntó.
“Eso no quiere decir que no me hubiese encantado hacer una película como «Parque Jurásico», aunque todos se habrían muerto, pero...”, desafió.
El director, que reconoce su admiración por Steven Spielberg y Bob Fosse, aprendió cine trabajando en Industrial Light & Magic de George Lucas.
Sin embargo, el cineasta admite que quienes más lo impresionaron fueron Alfred Hitchcock y Roman Polanski. “Hitchcock era más como un niño jugando con esas ideas”, dijo Fincher. “Polanski, creo que nunca fue un niño ... Desearía tener tanta confianza sobre ser perverso como la ha tenido Roman”, ironizó.
Hitchcock o Kubrick. Daniel Craig, el actor principal de la película aportó su opinón sobre el director: “Siento que es lo más parecido que tenemos a Hitchcock”, dijo. “La gente suele compararlo con Kubrick, pero hay algo más sobre él, algo que hace con los elementos visuales y con los actores, la gente suele dar actuaciones que definen su carrera en sus películas”, explicó el actor.
A los 49 años, Fincher logró construirse una reputación casi mítica por sus obsesiones, en especial por su estilo de filmación que favorece una gran cantidad de tomas; un manejo que, según él, retira los movimientos artificiales y medidos para lograr una actuación menos autoconsciente.
Se especulan con que “La chica del dragón tatuado” puede dar pie a otras dos películas. Sin embargo, al filme no le fue bien en su primer fin de semana de exhibición cuando recaudó 13 millones de dólares en EEUU. Fincher dice que, aunque espera propuestas, dirigir otra película sobre los libros de Larsson no es algo en lo que esté pensando. Sin embargo el final de esta historia sigue abierto.