Después de un reducido estreno en los cines, hoy llega a Netflix una de las películas más esperadas y promocionadas del año: "El irlandés", el drama épico de gángsters dirigido y producido por Martin Scorsese y protagonizado por Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci. Precedida de elogiosas críticas, la película se posiciona como la gran apuesta del gigante del streaming para la temporada de premios de Hollywood.
Desde el jueves pasado, el filme sobre el sicario de la mafia italiana Frank Sheeran (De Niro) y su relación con el sindicalista más importante de la historia de Estados Unidos, Jimmy Hoffa (Pacino), puede verse en poco menos de 60 salas argentinas. En Buenos Aires, por ejemplo, apenas tiene proyección en una sala de Villa Devoto, y en Rosario sólo se exhibe en el Nuevo Monumental y los Cines del Centro. La falta de acuerdo con las principales cadenas de cines —que rechazan la idea de tener una ventana de exclusividad tan breve— afectan al público cinéfilo, pero en nada modifica la estrategia de Netflix.
"El irlandés" es el último agregado de una cada vez más extensa lista de películas de una compañía que se propuso, a pulso de billetera, demostrar que el futuro del cine de autor puede estar lejos de las salas tradicionales. Con un presupuesto que según diversos medios especializados ascendió a 159 millones de dólares —inflado para costear las sofisticadas técnicas de rejuvenecimiento digital de los protagonistas—, la película estará seguramente bañada en galardones y será una fuerte competidora en la próxima entrega de los Oscar.
El Oscar a mejor película, que este año arañó "Roma" de Alfonso Cuarón pero finalmente recayó en "Green Book", es la obsesión de la compañía que comanda Ted Sarandos, y el sello de excelencia que demostraría que el cine de calidad también se puede ver por streaming. Y aunque aún falta mucho y habrá otras candidaturas también de gran nivel, efectivamente la biografía gángster de Scorsese de tres horas y media de duración llega con halo de película de excepción.
Scorsese llevaba más de diez años intentado hacer "El irlandés", pero las particularidades del proyecto requerían una inversión económica tan grande que ningún estudio estaba dispuesta a financiarla. Poco importaba que fuera el regreso al cine de mafiosos del autor de joyas como "Buenos muchachos" y "Casino", o que en su reparto fuesen a participar De Niro y Al Pacino. Nadie confiaba lo suficiente en ella hasta que Netflix entró en escena.
Netflix ha arrastrado durante años la fama de que sus películas son poco más que relleno para la plataforma de streaming. Es cierto que eso empezó a cambiar con "Roma" y que su apuesta por el séptimo arte es cada vez más decidida, pero la compañía necesitaba una superproducción como "El irlandés" para conseguir dejar esa mala fama atrás de forma definitiva.
La película está basada en las memorias del investigador Charles Brandt ("I Heard You Paint Houses"), que fue abogado de Sheeran en la vida real. Contada a través de una serie de flashbacks, la historia se centra en un anciano Frank "el irlandés" Sheeran, quien rememora su relación con la familia Buffalino (Pesci) y su amistad con el líder de los camioneros Jimmy Hoffa. A través suyo, Scorsese parece reflexionar una última vez, y desde la sabiduría que acompaña a las canas, acerca de un Estados Unidos motorizado por el crimen organizado y su relación con la política, el poder y el dinero.
Sheeran es un antiguo soldado de la Segunda Guerra Mundial que pasó de matar nazis a transportar alimentos con su furgoneta. Sheeran trafica con su mercancía como forma de conseguir favores, sobre todo a partir de un encuentro fortuito con el mafioso Buffalino, de quien se convierte en mano derecha y sicario predilecto. "Pintor de casas": así se define a sí mismo, por las manchas de sangre que deja en las paredes de sus víctimas. Pero su relación llega más allá de lo estrictamente profesional y sus vidas discurren en paralelo, desde viajes familiares para acudir a una boda hasta la implicación de ambos en la desaparición de Hoffa, a quien también les une una fuerte amistad.
Reunión de gigantes
"El irlandés" volvió a reunir a Scorsese con De Niro —actor fetiche de buena parte de su extensa y brillante carrera, con el que no hacía un largometraje desde "Casino" (1995)— y además sacó de casi una década de inactividad a Pesci. En cambio, Pacino, otro intérprete clave de su generación y nombre ineludible a la hora de hablar de mafiosos en el cine ("Caracortada", "El padrino"), nunca había estado a sus órdenes. Los tres están acompañados por un elenco sin fisuras, con Harvey Keitel, Ray Romano, Bobby Cannavale, Stephen Graham, Jesse Plemons y Anna Paquin, entre otros.
Es justamente por la edad de sus protagonistas (De Niro tiene 76 años y Pacino 79) que también resulta difícil que un hito cinematográfico como "El irlandés" pueda volver a repetirse. Ellos mismos así lo entienden, como dejaron registrado en declaraciones en rueda de prensa a comienzos de este mes, en las que ambos coincidieron: "Ningún proyecto así va a volver a reunirnos".