Por Rodolfo Bella
—¿Por qué elegiste este texto de Lauro Campos?
—Nada más agradable que trabajar con amigos, especialmente si son talentosos. Conozco a Lauro hace muchos años. Tiene una amplia y reconocida trayectoria como dramaturgo, lo cual me posicionaba ante la garantía de estar ante un texto bien escrito. En 2019, Lauro Campos cumple 60 años con el teatro y me pareció un buen marco para llevar al cine la que muchos consideramos su obra más emblemática.
—¿Que te interesó del argumento?
—"El camino del elefante" presenta una historia que tiene la abrumadora potencia de lo cotidiano, lo habitual, lo mínimo. Nada más completo ni complejo que relatar la vida diaria de una familia. Es una dramaturgia que me permitió el desafío de abordar una situación dramática sin apelar al melodrama o a lugares comunes y me puso ante la oportunidad de acompañar la construcción de personajes muy ricos en matices. Me fascina la idea de valerme del relato audiovisual para generar nuevas metáforas a las que los textos sugieren.
—¿Qué desafíos implica hacer cine, y hacerlo en Rosario?
—El cine implica el desafío de ser tan técnico y estructurado como creativo, al mismo tiempo. El cine es una tarea de equipo. Los rubros a cubrir son muchos. La performance técnica media a la que el espectador está habituado es cada vez más elevada. Todas estas cuestiones, se traducen en presupuesto. El desafío más complejo es producir profesionalmente sin dinero.
—¿Cuáles son las expectativas con la película?
—Espero que a la gente le guste, que se diviertan, que disfruten de ver cierto grado de cotidianeidad familiar reflejado en una pantalla, que se involucren con el devenir de la historia ficcional que planteamos.
—¿Qué impacto pensás que tendrá el streaming en la formación de nuevas generaciones de espectadores de cine?
—Hace años decíamos que los videoclubes desplazarían a las salas de cine, lo cual nunca sucedió. Las nuevas formas de distribución o reproducción que la tecnología ha ido presentando, lejos de transformarse en destructores de propuestas anteriores, en realidad, siempre terminaron complementándolas. Las plataformas de streaming generan nuevos espacios o ambientes comunicacionales, los cuales están generando propuestas con nuevas improntas o lenguajes. Me parece que las plataformas de streaming suman, complementan y enriquecen. No creo que sean competencia ni que formen nuevas generaciones de espectadores de cine, en todo caso, presentan el desafío de obligarnos a pensar nuevas narrativas más cercanas a lo fugaz, a la cultura podcast y a la posibilidad de generar situaciones de interacción. Las plataformas de streaming nos alejan de la situación narrativa meramente secuencial y de formato emisor-receptor y nos enfrentan a la posibilidad de relatos más sostenidos desde la lógica 2.0 o la aventura de romper con la unidireccionalidad. Me parece que las plataformas de streaming permiten la articulación de diversos ambientes y generan nuevas experiencias culturales.
—¿Cómo fue la adaptación?
—El cine y el teatro presentan formatos narrativos diametralmente opuestos. La idea inicial fue sostener cierta impronta de lo teatral sin caer en el error de hacer "teatro filmado". La estrategia utilizada para lograr este objetivo fue construir un largometraje formado por quince planos secuencia que se suceden en el interior de una casa pequeña y sencilla donde los personajes se desplazan constantemente por todo el espacio. En esta poética, la cámara en mano toma el rol de un testigo, así como los planos registrados con drones. Frente a esta propuesta, el elenco se encontró ante la necesidad de ensayar mucho más que lo habitual para una producción cinematográfica. Gran parte de esta película se sostiene desde las actuaciones. Si bien no creo que la estética buscada alcance el rótulo de experimental, claramente se aleja de cierta ortodoxia o esquemas habituales o seguros.
—¿De qué manera colaboró Lauro Campos en el guión?
—Lauro Campos es una persona extremadamente generosa. Me dejó en claro desde el primer momento que no se involucraría en ningún aspecto de la realización, la adaptación del guión o la dirección de los actores y actrices. De todos modos, yo le pedí que me acompañe en el casting y le he consultado en cada instancia que fuimos llevando adelante. Sus comentarios o aportes fueron siempre oportunos, acertados y propios del tamaño artista que es. Lauro sólo estuvo presente durante un par de horas en una de las jornadas de rodaje, ocasión en la que lo he visto fuertemente emocionado.
Por María Laura Cicerchia