Un accidente es el punto de partida de "Terror 5", el filme de Sebastián y Federico Rotstein que se estrena mañana en Rosario. El hecho de consecuencias trágicas está protagonizado por un político e irá guiando la trama, adelantó Federico Rotstein a LaCapital. El filme, de carácter episódico, tiene un argumento en el que se cruzan cinco historias marcadas por distintos tipos y grados de violencia no siempre explícita, sino verbal o sicológica, mientras un mundo sobrenatural irrumpe en el conjunto. El proyecto para esta película resultó ganador del concurso de ópera prima organizado por el Instituto de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina (Incaa).
—¿Cómo surge el argumento donde confluye la política y el terror?
—El guión es de mi hermano y quien codirigió conmigo y se unen cada uno de los episodios, al estilo de "Relatos salvajes". Y las ideas son un poco por una creencia de ambos que el terror es de alguna manera a veces más ninguneado, pero hay muchos ejemplos de que a través del género se pueden tocar temas serios. En el caso del aspecto político hay toda una tradición de las películas de zombies de George Romero que siempre tuvieron una carga política muy fuerte.
—¿Cuál fue la influencia más directa que tuvieron?
—Hay un ejemplo más cercano y que tiene más influencia en nuestra película que es una película para televisión de Joe Cante que se llama "Homecoming" que trata de los muertos de Irak que se levantan de la tumba y vuelven a Estados Unidos para votar en contra de Bush. Un poco va más por esa línea, con un mensaje político medio contundente, muy claro, capaz sin tantas sombras, que dentro del género funciona muy bien para nosotros, que ayuda a transmitir el mensaje, y el género es una forma de opinar sobre eso. Pero también nos pareció que las historias del bullying o la una pareja en un motel tienen su condimento político más en lo íntimo, en las relaciones hombre y mujer o cómo se relacionan los amigos, todo atravesado por esa historia política que los personajes ignoran. Nos pareció que ahí se armaba un discurso que era interesante que es la relación de los individuos con este tema más social, cómo a veces ignoramos las cosas que aparecen en la televisión o no le damos la suficiente bolilla y cuáles son las consecuencias.
—¿Por qué eligen el terror cómo género?
—No hay una decisión tan consciente de decir hagamos una película de terror. El proyecto encontró su camino. Era un proyecto que tenía algunos años y tenía temas muy actuales que nos interesaba tocar, además de ser un género que nos gusta evidentemente, pero no es que el motor fue hacer una película de terror. El motor en todo caso fue hacer una película que cuente ciertas historias que para nosotros tienen actualidad por lo que pasa ahora, que se resignifican con los cambios que tiene nuestro país. En lo político es tal vez lo más evidente, pero nos interesaban mucho las relaciones de los personajes y lo es la idea de fondo y es que es el verdadero terror se esconde en lo más cotidiano.
—¿Y en la historia del político?
—En la historia política tratamos de hacer hincapié en los medios de comunicación, de alguna manera como diciendo que capaz la verdadera película de terror está en los noticieros, en la televisión cuando te muestran lo que te muestran. Uno quizás no lo percibe pero hay algo de siniestro en todo eso y que nos interesaba contar y explorar. Hay cosas a las que uno se va acostumbrando, que te pasan por el costado y los personajes ningunean eso que está en la tele, apagan, cambian de canal, y eso es algo que vemos cómo te relacionás con la realidad que te llega a través de los medios de comunicación. Hay un primer plano donde la cámara se mete en la historia, qué pasa si me meto en una noticia y si la exploro por fuera de los medios de comunicación, y ahí aparecen los elementos más fantásticos que tiene la película, dentro de lo que supuestamente es lo más real.
—El año pasado se estrenaron 30 películas de terror, seis argentinas, y ahora el primer estreno de 2017 es de ese género. ¿Qué lugar ocupa el terror en la industria?
—Por un lado, la forma de producir películas con la ayuda de Incaa, se acercó un poco a ese tipo de películas, entonces las producciones tienen un lugar distinto al que tenían antes que tal vez era más marginal. También se profesionalizó, se empezaron a armar productos que son más accesibles para una audiencia más amplia, y también es un género que convoca más en todo el mundo las películas de aventuras, las comedias o el terror son las que llenan más las salas que el cine de autor que suele estar más en un circuito de festivales.