"Una especie de familia", contra viento y marea
"Una especie de familia", contra viento y marea
Calificación: ****. Intérpretes: Bárbara Lennie, Daniel Aráoz, Claudio Tolcachir y Yanina Avila. Dirección: Diego Lerman. Género: Drama. Salas: Monumental, Del Centro, Showcase, Hoyts y Village.
El director Diego Lerman viene asumiendo riesgos con temas espinosos. En su anterior película, "Refugiado", abordaba la violencia de género, y ahora, en "Una especie de familia", se concentra en la problemática de las adopciones que bordean lo ilegal. La protagonista es Malena (Bárbara Lennie), una médica porteña que viaja a Misiones para llevarse al hijo que está a punto de dar a luz Marcela (la "no" actriz Yanina Ávila, una revelación), una mujer muy humilde que quiere entregar al bebé en adopción. El bebé nace y todo marcha bien, hasta que aparece un supuesto pariente de Marcela que exige una suma de dinero para que se concrete la adopción. Con una cámara movediza, Lerman jamás pierde el foco emocional de su contrariada protagonista, que de a poco va descubriendo una red de corrupción alrededor de las adopciones, una red tan manipuladora como socialmente aceptada. Su gran aliada en este tour de force es Bárbara Lennie, la actriz española (de impecable acento argentino) que logra llegar al alma de su personaje. Otro punto a favor de la película es su sutil intensidad dramática, desde la cual nada parece forzado. Incluso los elementos de thriller, que aumentan el suspenso en el tramo final, surgen naturalmente de la desesperación de Malena, que lucha entre su deseo inquebrantable de ser madre y un ambiente hostil que desconoce.
Por Carolina Taffoni
"Temporada de caza"; tan cerca, tan lejos
Calificación: ***. Intérpretes: Germán Palacios, Boy Olmi, Lautaro Bettoni, Rita Pauls, Pilar Benítez Vibart. Dirección: Natalia Garagiola. Género: Drama. Sala: Village.
La relación padre-hijo o para el caso padres-hijo está en foco en "Temporada de caza". Natalia Garagiola eligió explicar poco -a veces demasiado poco- para contar una historia con vacíos, desencuentros y soledades. Nahuel (Lautaro Bettoni) es un joven que elige mostrarse rebelde y distante para enmascarar su duelo. Lo único que le queda vivo de su madre es su sonrisa en un video que reproducirá una y mil veces en el celular, y eso es casi nada para seguir adelante. Bautista (Boy Olmi, en un rol pequeño pero de alto vuelo) es el padrastro de Nahuel y lo enviará a San Martín de los Andes para encontrarse con su padre biológico Ernesto (Germán Palacios, sólido como siempre). Ese cambio de paisaje también representará una mutación interna. Y el frío, la nieve e incluso la caza de ciervos jugarán como metáfora. Tanto para esa batalla que Nahuel librará con el padre que ahora tiene cerca pero siempre estuvo muy lejos, e incluso con el que vivió siempre con él, que sigue en Buenos Aires, y sólo lo insulta por celular. La película se toma demasiado tiempo para explicar estos vínculos, en un error de la directora que pone en la cornisa el registro sensible de la trama. Con todo, vale sumarse a este viaje de autodescubrimiento de Nahuel y creer en las segundas oportunidades.
Por Pedro Squillaci
"Un novio para mi boda", Yo me quiero casar
Calificación: ****. Intérpretes: Noa Koler, Amos Tamam, Oz Zehavi, Ronny Merhavi, Oded Leopold, Udi Persi y Jonathan Rozen. Dirección: Rama Burshtein. Género: comedia. Salas: Cine del Centro.
La directora Rama Burshtein, que se hizo conocida hace cinco años con “La esposa prometida”, cambió de registro y regresa con una comedia romántica, con un humor velado y efectivo, buenas actuaciones y un guión entre el disparate y la fe. La obstinada protagonista, Michal, tiene cerca de 30 años, con un pasado secular y luego convertida a la religión ultraortodoxa, como sucedió realmente a Burshtein, nacida en Nueva York, pero que vive desde su infancia en Jerusalén. Michal está por casarse, con la lista de invitados y el salón contratado, pero el novio se arrepiente a último momento.
Sin embargo Michal no cambia sus planes y se promete que en ocho días, antes de la octava noche de Janucá, aparecerá el amor de su vida. Mientras, se suceden citas acordadas con hombres de su comunidad, la desesperación de su familia que ve venir la humillación, una visita a la tumba del rabino Najman en busca de inspiración y su trabajo como animadora de un zoológico ambulante.
Michal es interpretada por Noa Koler, quien ganó dos premios a mejor actuación. La actriz transita con con vicción los precipicios a los que la somete la fe de su personaje, o su locura, según algunos candidatos. Burshtein estuvo nominada como mejor directora en el festival de Venecia de 2016 por este filme, el segundo estrenado comercialmente en Argentina. En las dos ocasiones se concentró en contar historias que transcurren en la comunidad ultraortodoxa a la que pertenece. Si primero lo hizo con un drama sobre la relación entre un viudo y su cuñada, para su regreso eligió una comedia reflexiva y un humor al borde del delirio para contar una historia sobre la búsqueda del amor sin importar la religión.
Por Aníbal Fucaraccio
Por Elbio Evangeliste
Por Lucas Ameriso