"Impuros", en honor a la verdad
Calificación: ****. Testimonios: Haim Avni, Sonia Sánchez, Ivette Trochon, Rafel Ielpi, Guillermo Zinni y José Luis Scarsi. Dirección: Florencia Mujica y Daniel Najenson. Género: Documental. Salas: Cine Arteón.
La historia de la prostitución en Argentina a principios de siglo, y en Rosario con Pichincha a la cabeza, vuelve a estar en el centro de un relato con "Impuros". La estructura, el guión y la diversidad de testimonios contribuyen a que el drama que está en el centro de la película adquiera una sorprendente actualidad. Filmada entre Jerusalem, Buenos Aires y Rosario, el trabajo incluye los testimonios de los nietos de Raquel Liberman, militantes, investigadores y escritores, entre los cuales figuran los rosarinos Rafael Ielpi y Guillermo Zinni, hijo de Héctor Zinni, coautor junto a Ielpi de "Prostitución y rufianismo".
El título del filme es el nombre que la comunidad judía argentina le daba a judíos de origen polaco que en ese momento se dedicaban al tráfico de mujeres y al proxenetismo y que llegaron al país procedentes de Polonia. Las cifras dan la dimensión del enorme negocio de la explotación sexual, algo constituido con los recaudos de cualquier actividad comercial. Entre 1900 y 1936 ingresaron al país 6 mil mujeres judías, y en ese mismo período, según los registros de prostitutas, figuraban tres mil que probablemente fueron traídas a Argentina por la asociación Zwi Migdal, además de las 6 mil cartas con pedidos de ayuda conservadas en Tel Aviv y que llegaban a Argentina con promesas de matrimonio o trabajo.
El documental recuerda el drama de las víctimas y cómo la presión de la propia comunidad judía para expulsar a los "impuros" generó una sucesión de hechos -la intervención de una asociación judía de ayuda a mujeres con sede en Londres, la ley impulsada por Alfredo Palacios, la denuncia de Raquel Liberman y la intervención del comisario Julio Alsogaray y del juez Rodríguez Ocampo- provocaron el colapso de la asociación.
Por Rodolfo Bella
"Sin dejar huellas", camino a la perdición
Calificación: ***. Intérpretes: Vincent Cassel, Romain Duris, Sandrine Kiberlain, Élodie Bouchez, Charles Berling y Hafsia Herzi. Dirección: Erick Zonca. Género: Policial. Sala: Del Centro.
Hay que estar preparado para el intenso viaje de "Sin dejar huellas" (Fleuve Noir), la nueva película de Erick Zonca ("La vida soñada de los ángeles"). Este es un policial oscuro y opresivo, donde los personajes no tienen redención posible. El protagonista es el detective François Visconti (Vincent Cassel), un policía alcohólico que está lleno de rencor por el abandono de su esposa y la conducta de su hijo, que se dedica a vender drogas en la calle. La historia comienza cuando Visconti se obsesiona con el caso de Dany Arnault, un adolescente que desaparece sin dejar rastro. El detective persigue día y noche a un sospechoso, el ex profesor de francés del chico (Romain Duris), al mismo tiempo que empieza a sentirse atraído por la madre del adolescente (la rubia Sandrine Kiberlain). La investigación avanza lentamente, mientras las teorías sobre la desaparición se vuelven cada vez más densas y dramáticas. Erick Zonca maneja muy bien los tempos del "film noir" y demuestra otra vez que es capaz de construir personajes sólidos, apoyados en las grandes actuaciones de Cassel, Duris y Kiberlain. A través de ellos el director se mete con temas complejos como los secretos familiares, los deseos inconscientes y los siniestros métodos de la creación literaria. Sin embargo, por otro lado, Zonca también abusa de los giros inesperados y por momentos agobia con las miserias de sus criaturas.
Por Carolina Taffoni
"Unidad XV", unidos en la desgracia
Calificación: ***. Intérpretes: Carlos Belloso, Lautaro Delgado, Rafael Spregelburd, Diego Gentile, Adrián Fondari, Germán de Silva, Ignacio Rogers y Mora Recalde. Dirección: Martín Desalvo. Género: Drama. Sala: Showcase.
La Revolución Libertadora de 1955 hizo estragos. Tener militancia y convicciones por las causas populares era penado por el gobierno. Martín Desalvo tomó un hecho histórico para reflejar el salvajismo de los militares hacia la clase política. El filme hace foco en el derrotero de Héctor Cámpora (Belloso), Jorge Antonio (Delgado), John William Cooke (Spregelburd) y Guillermo Patricio Kelly (Gentile), quienes fueron confinados a la desolada y fría Unidad XV en Río Gallegos simplemente por pensar distinto. Allí se encontrarán con un oficial tirano (Fondari), un jefe de unidad inoperante (De Silva) y un joven policía (Rogers), quien será una pieza fundamental en esta trama en la cual, para quienes no conocen la historia real, conviene no spoilear información. Los cuatro reclusos tienen ideales políticos distintos pero deberán buscar coincidencias en la desgracia para aunar voluntades en pos de un objetivo inmediato: fugarse del penal o de lo contrario serán fusilados. Desalvo propone una estética casi teatral y evita el subrayado en lo obviamente rechazable que es el gobierno militar para poner la cámara en la solidaridad y las miserias humanas. El uso del color es clave, no sólo en la mayor parte del filme sino también en el final. Para echar una mirada a la historia y la memoria.
Por Pedro Squillaci