La alfombra roja de los Oscars, una muestra de diversidad sin grandes estridencias

La alfombra roja puede interpretarse como una feria de vanidades, una muestra la diversidad y hasta de vindicación de identidades y gustos personales. La de la anoche no fue una excepción.

Grandes actrices como Cate Blanchett compartieron el espacio con colegas que eligieron un look en general elegante y sin la estridencia de otros años.

Blanchett, ganadora de un Oscar el año pasado por su personaje en "Blue Jasmine", llegó a la gala en un vestido en celeste pastel recamado de piedras y plumas firmado por Armani Prive, luego de haber desfilado en varios estrenos de su último filme con ropa de Versace y Givenchy. Mara, con un look muy romántico llegó ataviada con un Givenchy Haute Couture, con un recorte en el abdomen en forma de diamante y un intrincado bordado.

Lady Gaga, que por momentos provoca grandes sorpresas como cuando usó un vestido de carne y de allí pasó a otro muy chic diseñado por su estilista convertido en diseñador de Brandon Maxwell, sorprendió a todos en un original traje blanco que evocaba el glamour del viejo Hollywood.

Los dos protagonistas de "Theeb" (lobo), de Jordania, una de los filmes que competían como mejor película en lengua no inglesa, llegaron a la gala ataviados con ropa o accesorios tradicionales, en tanto que Jared Leto, siempre fiel a su estilo descontracturado se calzó un clavel donde debía haber un moño. Y sumó a su smoking azul ribeteado de rojo unos originales zapatos con serpientes bordadas en el lugar de los cordones.

Pero la elegancia no es patrimonio de la juventud. Así lo mostró Charlotte Rampling ("45 años"), quien hizo suyo el lema menos es más con un sobrio vestido en tono de plata y gris, mangas largas y escote redondo.

Whoopi Goldberg, que tuvo una participación como comediante en algunos momentos de la gala, acompañó en la alfombra roja a Matt Damon y su esposa, la argentina Luciana Barroso, un trío que se definió por los clásicos negro y rojo.