L-Gante no se deja intimidar por las polémicas. El cantante de cumbia, que se cruzó fuertemente con Viviana Canosa por las apreciaciones de la periodista sobre su show en Tecnópolis, lejos de correrse de la escena y esperar a que se aquieten las aguas para volver, este miércoles le concedió una entrevista íntima a Moria Casán y respondió a todos los requerimientos de la diva, aun a los que le tocaron el corazón.
Elián Ángel Valenzuela, tal el nombre real del artista, visitó los estudios de El Nueve y ofreció un reportaje distinto, en principio, porque estuvo gran parte del programa acompañado por su pareja Tamara Báez y la beba de la pareja, Jamaica. Si bien nunca se guarda nada, en esta ocasión se abrió como pocas veces ha hecho a lo largo de su meteórica carrera. Habló de la fama y también de su padre, que lo abandonó.
En primer lugar, contó detalles de la relación con su madre, Claudia Valenzuela, con quien lo une un fuerte vínculo. “Es el límite, lo que no me hace desviarme ni excederme”, reveló el músico. Consultado sobre que esperaba del padre, el joven se mostró escéptico. “Yo no tengo muchos recuerdos con mi papá, directamente ninguno. Pero no me causa nada”, señaló el creador de la cumbia 420 en el programa "Moria es Moria".
También habló de Tamara, su pareja y madre de su hija, contó cómo se conocieron y cómo nació el amor. "Ella me ayudó a centrarme, ponerme en responsable, tener a alguien que me dé ese límite. Antes no estaba mucho en casa”, afirmó L-Gante. Y la joven, consultada sobre qué la atrajo de L-Gante, dijo: “El sentido del humor. Siempre me hacía reír”. Ambos se mostraron muy cariñosos con Jamaica, que ya tiene 5 meses.
Se emocionó al hablar de su carrera y confesó que a veces está "un poco enojado con la fama" y que le duele que haya sido blanco de "bastantes ataques". Sin embargo, destacó el costado positivo de ser famoso: "El aguante de la gente". "Hay noches en las que que quizá me cierro solo y se me caen un par de lágrimas. Es reflexionar. Me pasan muchas cosas y estoy cargado de muchas cosas. Siempre voy a responder, pero cuando estoy solo en mi casa me tomo un tiempo para la reflexión", contó.
Moria, fiel a su espíritu, les preguntó sobre las peleas que mantuvieron y que se hicieron visibles en las redes sociales. “Sí, nos habíamos peleado”, admitió Tamara. “Pero nos peleamos de vez en cuando. Total, estamos en la misma casa y a los diez minutos estamos a los abrazos”, aclaró L-Gante. “¿Pero qué les pasó?”; insistió Moria, y Tamara reveló el motivo de la discusión. “Me habían mandado un mensaje una chica por una infidelidad, y yo creí “, explicó.
“No es la primera vez, le han mandado estando yo al lado diciendo que estaba por otro lado”, explicó el músico, en un esfuerzo por explicar que la fama es gratificantes en muchos sentidos pero trae aparejados efectos no deseados y a veces dolorosos. “Me molestó hasta que me doy cuenta que es mentira y yo sé donde está él, o está conmigo, entonces ya no creo más nada”, añadió Tamara y dio poer terminado el tema.
L-Gante se prestó a dar su opinión sobre figuras de la escena nacional: le agradeció los elogios de Pablo Lescano, dejó entrever que podría haber una colaboración con Palito Ortega, y destacó su admiración por Charly García. “Me encantaría conocerlo”, confesó. Consultado sobre qué mediático lo había sorprendido, no dudó: “Eduardo Feinmann. Era como que sentíamos que iba a ser una relación con las diferencias en el diálogo y todo lo que teníamos, pero resultó bien”.
En el cierre, Moria, con Jamaica en brazos, preguntó: “¿Toma teta? Dale si quiere”, y L-Gante, desenfadado, respondió: “Pelá teta y dale, tiene hambre. Sos la madre y tiene hambre, lo único que faltaba. Si la chica no sabe que es un estudio de televisión”. Tamara no dudó y amamantó a la pequeña. Fue un momento tierno que dejó en claro que, más allá de los entredichos mediáticos, Tamara, Jamaica y Elián son una familia, ni más ni menos.