A los 22 años Keira Knightley cuenta con una carrera tan variada que hasta una actriz veterana
la envidiaría. Pese a su corta edad, la joven artista británica es uno de los rostros más famosos
de su generación. Incluso, recientemente el Instituto Real para Ciegos declaró su voz como la
segunda más sensual de Gran Bretaña, después de la del actor Sean Connery.
El rostro de la actriz, que debutó sobre los escenarios a los siete
años, se ha convertido en uno de los más famosos de la camada de artistas jóvenes que está
invadiendo la pantalla grande y lo será aún más gracias a la campaña publicitaria de Chanel, para
la que posó desnuda, tapándose sólo con un sombrero.
Knightley saltó a la fama con la comedia familiar “Jugando con el
destino”, en la que interpreta a una joven amante del fútbol, pero ha sido la trilogía de la
factoría Disney “Piratas del Caribe”, que protagonizó junto a Orlando Bloom y Johnny
Depp, la que afianzó su nombre y su imagen en el Olimpo de las estrellas de Hollywood.
La actriz se acostumbró rápidamente a llevar faldas largas y vestidos de
época, especialmente después de rodar “Orgullo y prejuicio”, por la que fue nominada a
un Oscar en 2005, y sobre todo con la filmación de “Expiación, deseo y pecado”, una
cinta ambientada durante la Segunda Guerra Mundial que se estrena el jueves en los cines de
Rosario.
Actualmente, está trabajando en las producciones de “The Edge of
Love”, con un guión escrito por su madre, Sharman Macdonald, y otro filme, aún no titulado,
basado en la vida de la duquesa de Devonshire y ambientado en el siglo XVIII.
“No creo que sea raro que haya hecho tantas películas de
época”, afirmó la joven actriz en una entrevista con el diario The New York Times. “Si
uno tiene en cuenta las películas que se exportan desde Gran Bretaña, la mayoría son épicas. Porque
cuando se piensa en Gran Bretaña, se piensa en el pasado, no en la actualidad”, afirmó.
La actriz no podría ser más diferente que su personaje en
“Expiación, deseo y pecado”. En el rol de Cecilia, una niña malcriada de alta sociedad
que se enamora del hijo de un sirviente en el verano de 1935, Knightley es arrogante, engreída y
egoista.
Sin embargo, en la realidad, la actriz es sumamente accesible, amigable
y encantadora. “Me enamoré del personaje porque su carácter es muy poco agradable. Todos
tenemos días en los que somos horribles, pero esto se ve muy poco en las películas. Cecilia es
diferente. Obviamente está llena de emociones y no tiene forma de articularlas”, explicó.
Knightley puede hablar con autoridad sobre cine porque creció bajo su
sombra. Su madre es guionista y novelista y su padre, Will Knightley, es actor de teatro y
televisión. Ambos integraron el movimiento de teatro político de Londres durante los años 70 y
tenían la idea “de que uno puede cambiar al mundo a través del teatro”.
“Creo que esto es algo muy poderoso con lo que uno crece. Era algo
fascinante observar a mi padre sobre el escenario. Es ese tipo de situaciones que uno termina
odiando o queda absolutamente fascinado. Yo siempre amé el teatro”, expresó la actriz.
Durante un tiempo, sus padres se resistieron a la idea de que Keira se
uniera a la profesión familiar, pero aceptaron el consejo de un maestro que la estaba ayudando a
superar la dislexia para que utilizaran el teatro como una forma de que aprendiera a leer.
“Así comencé. Si no aprendía a leer o si mis calificaciones eran malas, entonces no me
dejaban actuar. Ese era el premio: para final del año me dejaron ir a mi primera audición. Y luego
me obsesioné con esto”, admitió.
El director Joe Wright respeta tanto el talento y profesionalismo de
Knightley que durante el rodaje de su filme “Orgullo y prejuicio” la nombró jefa del
departamento de actuación.
“«Orgullo y prejuicio» fue una gran experiencia, pero «Expiación,
deseo y pecado» es la primera película en la que realmente me siento segura, no sentí
pánico”, afirmó la actriz, quien se reconoce una obsesiva del cine. “Amo las películas,
amo verlas, saber cómo se hacen y actuar en ellas. Si uno decide convertirse en parte de este
negocio, entonces creo que es normal sentirse completamente atrapado por él”, reconoció.