Susana Giménez presentó a Jorge Rial y a los pocos segundos la diva ya interrogaba al periodista sobre su casi renuncia a América a raíz de la orden recibida para que el intruso no tocara, en su programa, el tema de los Martín Fierro.
Susana Giménez presentó a Jorge Rial y a los pocos segundos la diva ya interrogaba al periodista sobre su casi renuncia a América a raíz de la orden recibida para que el intruso no tocara, en su programa, el tema de los Martín Fierro.
“Si no puedo hacerlo prefiero irme. Y me fui. Fue eso lo que pasó. Hubo un teléfono descompuesto, pero después las cosas se arreglaron”, dijo Rial después de aclarar que “no hay que permitir que los demás programas contaminen la programación”, a lo que ella agregó que “todos los programas se nutrieron del Bailando y antes no se hacía esto”.
Y Rial se explayó: “Un programa de espectáculos no puede ignorar ni a Tinelli ni a vos”.
“Estamos íntimos con Tinelli, de paz y amor, no se puede estar peleado siempre. No me gusta estar peleada con nadie. Yo soy de otra generación, el conventillo no era bien visto. Antes tu abuela te decía ‘que no se entere nadie’”, aseguró la diva.
“Yo soy crédula, es un error que me ha costado mucho, pero que me ha dado muchas satisfacciones. Yo no puedo burlarme de la gente (…) A La Chiqui (por Mirtha Legrand) le haría bien trabajar, le han pegado muchísimo y tendría que trabajar hasta que le de la gana”, agregó.
Retornando al tema de los Martín Fierro, Jorge le contó a la rubia que en el material recolectado en la ceremonia había verdaderas perlitas, como su encuentro con Moria Casán, con quien la conductora estuvo enemistada algún tiempo: “No me gusta estar peleada con nadie”, dijo la diva quien hasta esa instancia no había caído en la cuenta que el verdadero entrevistador, en ese momento, era Jorge Rial.
Más tarde, los roles volvían a cambiar. "¿Estás peleado con la Chiqui?", disparó Su. “No, ella no quería hacer más los almuerzos”. Y luego agregó: “Hay cuatro o cinco personas que no tendrían que estar fuera de la televisión. Yo me pregunto ¿Qué necesidad tenías vos de hacer tu programa de lunes a jueves?" "-¡Lo hago porque soy una infeliz!", gritó la Giménez, quien adelantó que el año que viene no trabajaría porque está cansada y quiere disfrutar de la vida.
Luego de dialogar sobre el éxito de Jorge Rial como conductor de Gran Hermano 2011, del fantasma que aparece junto a Susana en su chacra de Punta del Este y de otros temas, Susana sorprendió a Rial con un video protagonizado por las hijas del Intruso, en el cual, las chicas presentaban a su propio padre, en un mix de imágenes de la familia.
Finalmente, Silvia, la mujer de Rial y las hijas del matrimonio, Rocío y Morena, ingresaron al living para dialogar con Susana, quien se interesó en la historia de amor surgida cuando el periodista conoció a la que luego sería su esposa. Rial habló graciosamente sobre la parte de la anatomía que más lo había cautivado de Silvia y las mujeres se unieron para gastar un poco al animador, quien confesó que en su casa, el asado de los domingos, lo hace su mujer. “Yo me encargó del vino, que no es poca cosa”, aclaró el periodista, que al finalizar la entrevista obsequió a la diva con uno de sus vinos de la bodega Rocío Morena.
Por Claudio Berón