El quinteto de tango rosarino Masmédula presenta su primer disco "Perro Negro", ganador del concurso Coproducciones Discográficas 2018 de la Editorial Municipal de Rosario y premiado por el Fondo Nacional de las Artes. "Este disco representa la culminación de un camino de búsqueda de tres años", destacó Manuel Asato, pianista del grupo que está integrado por Diego Zavalla, guitarrista y arreglador, a quien se suman Inés Dotto en violín, Martín Carr en bandoneón y Cecilia Zabala en contrabajo. La cita, que tendrá de invitados a Romina Vega Soto en violoncelo y Luli Coggiola en bandoneón, será hoy, a las 21, en La Comedia (Mitre y Ricardone).
EM_DASH¿Cómo fue el recorrido de la orquesta desde 2014 hasta hoy que lanzaron su primer material?
—Nos conocimos en la Orquesta Escuela de Tango de la Municipalidad de Rosario y empezamos a tocar juntos, nos hicimos amigos y fue a fines de 2013 donde comenzamos a pergeñar la idea de formar un grupo. Nos reunía el deseo, las ganas de tocar tangos nuevos, no clásicos. Hoy casi la totalidad de nuestro repertorio tiene composiciones propias. En 2017 decidimos grabar lo que hoy en día se transformó en nuestro primer material discográfico y que representa la culminación de un camino de búsqueda, de elaboración y re elaboración, recorrido durante tres años. Si bien habíamos pensado que si no llegábamos a ganar ningún concurso estábamos dispuestos incluso a endeudarnos para poder editar el disco, en diciembre de 2018, casi como un regalo de Navidad, tuvimos la noticia de que fuimos ganadores del concurso de Coproducciones discográficas de la Editorial Municipal de Rosario. Esta noticia nos llenó de felicidad, estamos muy contentos con el reconocimiento que implica haber salidos ganadores.
—El nombre de la agrupación tiene un fuerte vínculo literario, ¿cómo llegan a ese nombre y qué relación tienen con la literatura?
—Nos llevó un tiempo de discusiones y charlas para poder encontrar un nombre que nos identifique. Después de muchas charlas pudimos concluir, que no sólo nos unía la música, sino también que éramos todos amantes de la literatura y Oliverio Girondo es un autor rupturista. En "La Masmédula", su libro de la década del 50, marca toda una ruptura con lo que es la literatura, compone con palabras nuevas, con neologismos, con palabras inventadas, su poesía tiene toda una cadencia muy particular. La cuestión paradójica es que somos un grupo sumamente influenciado por la literatura que ha decidido no incorporar letras en sus composiciones.
EM_DASH¿Cómo ven la escena actual del tango rosarino?
—Aún es muy fuerte el imaginario colectivo sobre el estereotipo del tanguero de traje, engominado, aquel que le canta pebeta, no rechazamos eso, pero formamos parte de una nueva generación, atravesados por otras coordenadas culturales. A diferencia de lo que denominan la época de oro del tango, nosotros somos de una generación en la que económicamente dependemos de otras actividades. Hay un "tango rosarino" que tiene identidad propia y expresa un sonido que refleja nuestra realidad cotidiana, nuestra sociedad actual, la ciudad, su río inmenso y oscuro. Intentamos expresar el ruido citadino del siglo XXI y no de del siglo XX.