Ben Stiller protagoniza y dirige "Una guerra de película", un filme que se ríe
del cine de guerra y que, pese a que ya llegó a los cines de Estados Unidos, levantó polémica por
su crudo humor y por incluir a Robert Downey Jr. dando vida a un actor negro.
Stiller, quien debutó en la dirección con "Generación X" en 1994, vuelve a
ponerse delante y detrás de la cámara con una de las comedias más polémicas de la temporada, que
parodia títulos como "Pelotón" o "Rescatando al soldado Ryan", y ridiculizar las manías y las
maneras de algunos actores de Hollywood.
"Una guerra de película" narra las peripecias de tres actores muy conocidos y
enamorados de sí mismos que, mientras se encuentran en el sureste asiático rodando una película de
guerra que relanzará sus carreras, acaban viéndose envueltos en un conflicto casi bélico con una
red de narcotraficantes.
Stiller no escatimó en gastos para este proyecto que llega de la mano de
Dreamworks y Paramount, ya que, además de recrear la violencia de la guerra con logrados efectos
especiales, reúne en la pantalla a caras tan conocidas como Jack Black, Robert Downey Jr., Nick
Nolte e, incluso, a Tom Cruise.
La polémica está servida, sobre todo porque la película apela a un humor crudo
cuya mayor muestra reside en que Downey Jr., a quien hace poco se le vio en "Iron Man", intérprete,
gracias a las técnicas de maquillaje, a un actor negro.
Downey Jr. es Kirk Lazarus, un actor australiano que interioriza tanto los
papeles que interpreta que, para dar vida al soldado afroamericano Lincoln Osiris, decide teñirse
la piel quirúrgicamente. "Lazarus se ha metido tanto en su papel que no puede salir de él", explicó
Downey Jr..
"Incluso cuando no están en el rodaje, Lazarus sigue metido en la piel de
Osiris. Algunos de nosotros, los actores, hemos seguido esa técnica en alguna ocasión, pero no
hasta ese punto. Una cosa es ser profesional y otra un narcisista", añadió el protagonista de
"Chaplin".
Stiller insistió en que el filme no pretende ser ofensivo, sino simplemente
retratar cómo se comportan muchos actores en Hollywood, una idea que se le ocurrió hace más de 20
años y que ahora ha podido poner en marcha.
"En 1987, cuando muchos actores amigos míos estaban rodando películas sobre la
guerra de Vietnam, me impresionaba que todos volvieran de los rodajes hablando de la intensa
experiencia que suponía para ellos cuando no era como estar en una guerra de verdad", explicó
Stiller, que reconoció que Oliver Stone lo rechazó para participar en "Pelotón".
"Una película de guerra" es así una película sobre una película, cargada del
humor que le gusta a Stiller y con el que muchos le acusan de estar al filo de los límites de la
comedia.
Además del factor racial, la película recibió numerosas quejas de diversos
grupos de apoyo a personas con capacidades diferentes. En la película, se explica cómo Tugg
Speedman, el actor al que da vida el propio Stiller, rodó una película, "Simple Jack", en la que
interpretó a un disminuido psíquico al que, en "Una guerra de película" se refieren continuamente
con el término peyorativo "retard" (retrasado mental, en inglés).
Con esa broma, la película ya se ganó el repudio de las organizaciones
defensoras de los derechos de las personas con capacidades diferentes.
Dreamworks defendió el filme e insistió en que es un humor dirigido a los
actores más que a las personas con discapacidades.