"Hice una ecuación de géneros que lleva la marca de la argentinidad"
El director Guillermo Grillo aseguró que "Fantasma de Buenos Aires" es un filme decididamente
"inclinado hacia la argentinidad": "Si fuera una película yanqui el espíritu terminaría matando a
todos, pero como somos argentinos se hacen amigos", bromeó sobre su ópera prima. Se trata de una
fusión poco frecuente en el cine argentino entre género fantástico, comedia y suspenso, en una
trama sobre un adolescente que hace un pacto con el espíritu de un malevo muerto...
10 de diciembre 2009 · 01:00hs
El director Guillermo Grillo aseguró que "Fantasma de Buenos Aires" es un filme
decididamente "inclinado hacia la argentinidad": "Si fuera una película yanqui el espíritu
terminaría matando a todos, pero como somos argentinos se hacen amigos", bromeó sobre su ópera
prima. Se trata de una fusión poco frecuente en el cine argentino entre género fantástico, comedia
y suspenso, en una trama sobre un adolescente que hace un pacto con el espíritu de un malevo muerto
en la década del 20 a cambio de que le revele qué lo espera después de la muerte.
—¿Qué resulta de fusionar el mundo sobrenatural con la comedia?
—Es una comedia, pero tiene un comienzo con cierto suspenso con el tema de
la aparición del espíritu. Si fuera una película yanqui el espíritu terminaría matando a todos,
pero como somos argentinos se hacen amigos. El título no es una metáfora porque en el cine
argentino (los fantasmas) aparecen como una ausencia o un recuerdo. Surgió de mezclar esos dos
mundos, todos los mitos urbanos que yo había escuchado sobre las sesiones espiritistas caseras y la
cultura del tango, pero más por el lado de los cuchilleros y la visión que tiene Borges del
tango.
—¿Cómo anclás lo argentino en un relato sobre fantasmas, más afín a la narración
inglesa?
—El tema de los fantasmas es bien anglosajón como casi todo lo fantástico,
sobre todo a partir de H.G.Wells, pero creo que cuando se hacen en la Argentina, se toma como
modelo el procedimiento de Oesterheld en la historieta que toma esos géneros bien anglosajones y
los adapta. En el camino cambian porque los personajes piensan de otra manera, con otra mentalidad.
Es como si fuera una ecuación de géneros o de argentinidad. Si se tiene que caer para algún lado
prefiero que sea para la argentinidad, y violar algunas reglas del género con tal de que sintamos
esta historia como propia.
—¿Qué aporta esta película dentro de una cinematografía en la que no hay muchos
antecedentes?
—Tiene pocos, cosa que para mí es una pena. Sí hay más en la literatura y
en la historieta. Es un descuelgue en cuanto al resto del cine argentino actual. No sólo por ser
fantástica, sino por la relación que busca con el espectador. Ultimamente siento que muchas
películas me dan la espalda y yo no quiero hacer eso. Es más importante para mí que es una comedia,
entretenida y ágil. Pero en un punto lo fantástico para a un segundo plano y se transforma más en
una historia de amistad. Sin embargo creo que la película más exitosa del cine argentino es
fantástica, y es "Nazareno Cruz y el Lobo". Ese es un referente.
—Este es tu primer largometraje. ¿Te preocupa quedar ligado a un éxito o un posible
fracaso?
—Digamos que la película quedó muy bien. También es verdad que la cantidad
de espectadores tiene que ver con el lanzamiento y la publicidad, que en este caso es muy medida.
Hasta ahora fue normal. Fui a tres o cuatro funciones y la gente sale contenta y yo estoy muy
contento con cómo quedó. Después, si hubiera tenido la publicidad de "2012" quizás hubieran ido un
par de personas más.