"Robarle versos al paisaje". Así define el artista Federico Leites a su flamante material discográfico "Montaraz", su tercer álbum luego del electrónico "Ataúd ataúd" y el folclórico "Noforma". Pero no se trata de un álbum más: es un disco libro. "Hace un tiempo Iván Rosado me venía diciendo de hacer un libro, pero yo poeta no soy, soy cancionero. Entonces a raíz de este disco juntamos un manojo de poesías y armamos un disco libro. Decidimos cruzas las tres artes: las plásticas, las letras y la música. Juliana Camelli hizo el diseño editorial, contiene pinturas de Carlos Aguirre y portada y paisaje de Laura Glusman", contó Leites a Escenario.
El cantante rosarino, que presenta su material hoy, a las 20, con entrada gratuita, en el Anfiteatro del Parque de España, asegura que "Montaraz", grabado junto a su hermano Mauricio Vieiro, consistió en un exilio de 3 meses en silencio en el monte virgen de Punilla, en un paraíso escondido llamado Aguas Antiguas. "Estaba en medio de una crisis personal y decidí vender lo que tenía e irme a un ranchito atrás del Uritorco. Me fui con la idea de hacer un disco electrónico, pero cuando llegué al ranchito, tenía paneles solares, y cuando enchufé el sintetizador me quedé sin luz una semana. Así que agarré la guitarra. Los primeros 15 días me volví loco porque la soledad es enorme, el silencio es gigante y la naturaleza es un lenguaje que se desenmaraña muy lentamente. El primer ser humano estaba a 10 kilómetros y todo se hace a caballo o caminando", recordó Leites. En una era donde la música acude cada vez más a los artilugios, Leites ofrece algo despojado. "No tenía ni señal de celular. Los primeros días de silencio me volví Jack El Destripador. Pero el día 16 dejé de resistir, el paisaje me sumergió y no pude escapar de su embrujo. Vi más de 70 veces un documental de Atahualpa Yupanqui y empecé a escribir analogías agridulces que entablan un puente entre el interior y el exterior", concluyó el artista antes de su gran show.