"Rod Stewart lo hizo..." dice Fabiana Cantilo. Un largo silencio en la línea y
después una risotada que te deja rascándote la oreja un buen rato. Tal cual el veterano cantante
británico lanzó hace varios años una serie de discos donde canta standars de la música
estadounidense, la rockera ex compañera de Fito y de Charly acaba de despacharse con "En la vereda
del sol", que vendría a ser la continuación del exitoso "Inconsciente colectivo" de 2005, discos
basados en grandes canciones del rock nacional.
Fabi Cantilo ya no mira la historia del rock como una niña
frente a la TV en blanco y negro. Forma parte de ese colectivo que pasó de la escala de los grises
al technicolor. Desde comienzos de los 80 cuando cantaba con Sueter y conoció a artistas como
Andrés Calamaro, Cachorro López y Daniel Melingo, antes de su primer contacto con Charly, con los
Twist de Pipo Cipolatti y aquel Fito de "Ciudad de pobres corazones".
El repertorio del nuevo disco de Fabiana Cantilo está
formado por temas de Charly García, Almendra, Spinetta Jade, Fito Paez, Andrés Calamaro, Soda
Stereo, Los Abuelos de la Nada, Los Pericos, León Gieco, Celeste Carballo, Serú Girán, Attaque 77,
Intoxicados y Virus. "A mí la música me salvó la vida", confiesa desde Buenos Aires
—¿Qué esperás de "En la vereda del sol"?
—A ver qué dice la gente. Estoy esperando ver cómo
reacciona la popular (risas).
—¿Por qué un segundo disco de grandes canciones del rock
nacional?
—Porque se lo debía a todos. Desde el primer disco me
venían diciendo que iba a haber un segundo y yo me hice un poco la boluda... En fin, tenía que
hacerlo.
—Suena a imposición...
—¡No, no! Era un pedido natural de la gente y también
de la compañía, sobre todo por el éxito que tuvo el primer disco. Además yo tenía muchos temas
ensayados ya que este fue un año de mucha introspección para mí. Quiero decir, no estaba preparada
para ponerme a componer este año, entonces era el momento de hacer este álbum. Lo tenía pendiente.
Estaban todos ahí, pidiéndome que lo saque al toque pero yo me tomé mi tiempo y sobre todo me tomé
otro disco para mí, con canciones propias, que fue "Hija del rigor" (2007).
— "Inconsciente colectivo" tuvo un gran éxito de ventas...
—Ese disco fue como una explosión ¿no? Pero "Hija del
rigor" es un trabajo que yo adoro... ¡Pasó de todo con ese disco!
—¿Esperás que "En la vereda del sol" tenga un éxito parecido a
"Inconsciente colectivo"?
—No tengo idea qué va a pasar. Eso lo sabe sólo Dios
y la gente.
—No siempre que se repita una fórmula se asegura el éxito...
— Rod Stewart lo hizo... Sacó una serie de cuatro
discos de standars y todos fueron muy exitosos... Sí, ya sé yo no soy Rod Stewart (risas).
—Este segundo disco de canciones ajenas es más de fogón; guitarrita y voces
no tan producidas, ¿no te parece?
—Sí, es más hippie, más acústico. Un disco más
tranquilo. No tiene tanta guitarra eléctrica. Más fogón, totalmente. El tema de León (Gieco) lo
elegí yo. Después el rock de Attaque ("Arrancacorazones") lo llevé a la balada beatle... También me
gustó mucho cómo quedó. No sé, a cada uno le gusta un tema diferente, y eso es lo que tiene de
bueno este tipo de discos. Sí, es como tocar alrededor de un fogón y cada uno pide un tema que le
gusta cantar o pide uno que sepamos todos. Es cierto también que algunos temas son más conocidos
que otros. No sé si todos se acuerdan de "Tema de Pototo", "Cinema Varité" no es tan conocida y
"Maribel" la conocemos quienes somos más viejos...
—Son las ventajas de tener algunos años más que el resto de los
jóvenes.
—(risas) ¡Treinta años de rock! Y no parece que
fueran tantos. A veces me acuerdo y otras mejor olvidar, y a veces tengo problemas personales que
me hacen olvidar lo que soy en esta historia del rock argentino. ¡Qué se yo! La sigo peleando, eso
sí. ¡Yerba mala nunca muere, viejo!
—¿Sos de recordar también la cara más amarga de ese tipo de vida?
—Puede ser, pero los tragos más amargos y difíciles
sólo son personales y no tienen que ver con el rock. Al contrario, la música siempre me llenó de
vida y satisfacciones. No hay queja. No me puedo quejar de nada ni del trato que me dieron ni del
lugar que ocupé. Quiero decir: gracias. Sólo tengo que agradecer. Los problemas que están en mi
cabeza son puramente personales, no fueron con la música. Es más, la música me salvó la vida muchas
veces.
—Hay canciones en el disco que te implican afectivamente más que
otras que son más lejanas a tu propia historia.
—¿Por ejemplo?
—Es de suponer que los temas de Charly García y Fito Páez están más metidos
en tu historia personal.
—Sí, es cierto, y generalmente son los que pongo en
este tipo de discos. Pero a mí, sobre todas las cosas, me encanta cantar canciones de otros. En
estos dos discos puse a mis admirados del rock. Y quedaron afuera un montón de músicos y temas.
—¿Para cuando un disco de nuevas canciones?
—Y... ahora falta un montón para eso. Tengo que salir
a defender este disco, presentarlo, tocarlo en vivo. Ojalá me pase lo mismo que me pasó con
"Inconsciente colectivo", cuando en medio de la gira de presentación empecé componer las canciones
de "Hija del rigor". Es muy gracioso eso, porque es como que si nada dependiese de mí.