La felicidad de haber contraído matrimonio con una de las modelos más lindas parece haber terminado. La vida profesional no ha sido buena para Cristian Fabbiani y por dicha causa fue desafectado de River Plate.
La felicidad de haber contraído matrimonio con una de las modelos más lindas parece haber terminado. La vida profesional no ha sido buena para Cristian Fabbiani y por dicha causa fue desafectado de River Plate.
En sólo medio año, el presente de la institución y sus pocas participaciones que tuvo en el equipo titular terminaron con una desvinculación que se imaginaba pero que sólo Leonardo Astrada, el DT del club, se animó a ejecutar.
Lo cierto es que ni su momento personal con Victoria Vanucci logró sacarlo del pozo depresivo en el que se encuentra por estas horas el delantero que supo conseguir la gloria y su pasaporte a nivel internacional tras triunfar en Lanús.
Luego, una sucesión de escándalos, primero con Amalia Granata, su ex, y luego con sus reiteradas apariciones en discotecas, lo alejaron del plano deportivo.
Recién con la llegada del amor y de Victoria Vanucci todo parece haberse equilibrado en el plano privado del deportista. Pero eso no alcanzó para plasmarlo en el campo de juego y hoy su presente lo liga a la incertidumbre ya que nadie sabe a dónde terminará jugando el goleador.
Esta coyuntura anímica obligó a que su pareja le preste un especial cuidado. Antes de instalarse en Villa Carlos Paz, Vanucci debió suspender la presentación prevista para el viernes pasado, en Salta, en el marco de la fiesta de la revista Paparazzi.
Según las fuentes consultadas por Primiciasya.com, Victoria no quiso dejar solo a su pareja, ya que lo vio demasiado deprimido por la determinación de Astrada.
El hecho le propinó un repudio por parte de los organizadores de la velada, quienes tenían vendida su participación con afiche que empapelaban la ciudad.
Tal es así que su reemplazo fue Dallys Ferreira y, la paraguaya, al pedir disculpas públicas en nombre de la ex tenista en la mega fiesta del semanario que dirige Luis Ventura, recibió una ensordecedora sucesión se silbidos.
Por Gonzalo Santamaría
Por Matías Petisce