El músico definió como "el mejor de su carrera" al disco "Tek a Ship", el registro número 19 de su etapa solista, que fue grabado en su totalidad en Kingston, Jamaica, con históricos músicos de ese país, y mezclado por el mítico productor Bobby Digital Dixon.
"Hay que imaginarse un pibito de barrio que creció escuchando Bob Marley y Peter Tosh durante años, se volvió fanático del reggae y, después de una carrera muy extensa, se le da esta posibilidad. Es fuerte", expresó el ex cantante de Todos Tus Muertos.
Sucesor del masivo "Internacional Love", "Tek a Ship" es un trabajo de 13 canciones, que logra recrear el sonido vintage de los clásicos discos de reggae jamaiquino grabados en los años 60 y 70, con muchos de los músicos que participaron en esas placas, como es el caso del saxofonista Dean Frazer y del trombonista Nambo Robinson, quienes trabajaron con Marley en "Survival".
A pesar de la felicidad que manifiesta sentir por "Tek a Ship", no resultó una tarea sencilla para el músico lograr su objetivo de registrar la placa en Jamaica con la colaboración de las figuras más destacadas del género y todo el periplo dejó un anecdotario para todos los gustos.
—¿Cómo surgió la idea de grabar allá?
—Yo quería grabar en Jamaica. Empecé yendo para grabar un tema, pero volví a Argentina muy cebado. Me di cuenta que no podía sacar un disco con un tema grabado allá y el resto acá. Hubiera sido un grave error. Entonces volví y registré cuatro canciones más. Cuando escuché lo que sonaba y entendí que era lo mejor que había hecho en mi carrera, ya no dudé en completar el disco en Kingston. No me equivoqué.
—¿Cómo lograste cristalizar tu deseo?
—Hasta el momento, era sólo un sueño más. Un día me llamó mi manager y me preguntó qué quería hacer. Le hablé de Jamaica y de las ganas de que me produjera Bobby Digital. Aunque en ese momento no se pudo avanzar mucho, yo mismo busqué a Bobby, le escribí un mail en donde le contaba quién era y mis ganas de grabar con él. Al otro día me respondió que le interesaba y que siguiera las tratativas con su hijo Craig.
—Vos tenías un contrato con la compañía Popart que no continuó en este disco, ¿qué pasó?
—La gente de la compañía en la que estaba los considero mis amigos más allá de los negocios. Para mí, eso es prioritario y así era nuestra relación. Cuando yo planteé lo de Jamaica me dijeron que la idea era buena pero que la plata no estaba. Me aclararon que no podían coartarme la carrera y que siguiera adelante. Mi manager me ofrece prestarme la plata porque confiaba en mí y así empezaron nuestras incursiones a Kingston.
—¿Cómo fueron los primeros contactos con Bobby Digital?
—El hijo de Bobby me preguntó si quería que él mismo me produjera el disco y su padre se ocupara de la mezcla. Enseguida acepté y creo que eso fue lo que me allanó la relación. Yo vivía en el estudio y con Craig nos convertimos casi en hermanos. Y Bobby venía cada mañana, mezclaba y se iba. Casi no me hablaba. A veces, yo me sentaba en la consola al lado de él, me miraba, asentía con la cabeza mientras escuchaba algo y seguía con su trabajo. Si lo había buscado, tenía que dejarlo hacer. Con Bobby, poco a poco fuimos teniendo confianza.
—¿A los músicos que tocan en el disco los elegiste vos?
—Yo no pedí un músico en sí. Ellos iban llamando a los músicos que consideraban apropiados para cada canción. Esos son momentos inolvidables porque, de repente, estaban los músicos que yo escuchaba de chico y admiraba tratando de sacar una canción mía.
—¿Cómo elegiste el nombre del disco?
—Me gustaba "Déjame pasar" pero con el paso del tiempo ese título fue perdiendo fuerza. Y estaba "Tek a Ship", que en principio se llamaba "Ethiopia". Fue el único tema del que Bobby me dijo algo. De los demás no dijo nada, pero un día estaba mezclando "Tek a Ship" y me dijo que esa canción era muy buena. Ahí me decidí.
—¿Cómo te sentís luego de haber de haber cumplido un sueño tan complicado?
—Es el sueño del pibe pero me cuesta disfrutarlo. ¿Podés creer? Yo siempre tengo que hacer, no puedo parar.