El trío Lavallén/Estigarribia/Cabarcos representa el cruce generacional más importante en el tango en el último tiempo. Se trata de dos músicos que hicieron la historia del tango formando parte de orquestas como las de Osvaldo Pugliese, Horacio Salgán o Leopoldo Federico; que deciden formar un grupo con un joven músico de tango que trae influencias de otros géneros. La experiencia y la trayectoria del bandoneonista Víctor Lavallén (de 80 años) y del contrabajista Horacio Cabarcos (de 65) se unen al talento del pianista Pablo Estigarribia (de 30 años) para formar un trío de características únicas. Los músicos llegarán hoy a Rosario para presentarse, a las 21, en el teatro Príncipe de Asturias del Parque de España, Sarmiento y el río. El repertorio estará formado por temas de su primer disco, "De menor a mayor", y además adelantarán material de su próximo álbum.
Es imposible resumir algunas trayectorias, pero podemos resaltar ciertos datos imprescindibles. Víctor Lavallén nació en Rosario, pero cuando tenía sólo 14 años fue a probar suerte a Buenos Aires. Desde 1951 hasta 1954 estuvo con Miguel Caló, y su consagración definitiva llegó en 1958, cuando ingresó a las filas de la orquesta de Osvaldo Pugliese. Horacio Cabarcos, por su parte, forma parte de la Orquesta Estable del Teatro Colón desde 1973. Dentro del tango integró diferentes grupos, como las orquestas de Horacio Salgán y Leopoldo Federico, pasando por el Sexteto Buenos Aires y Cuarteto y Orquesta José Colángelo, entre muchos otros. Y Pablo Estigarribia se formó en la música clásica, pero después empezó a formar parte de agrupaciones de tango con las que recorrió países como Japón, Rusia, Estados Unidos, Francia y Alemania.
"La historia de este trío es graciosa porque se formó casi por accidente", contó Estigarribia a Escenario. "A mí, que soy un músico de una generación relativamente nueva, jamás se me hubiera ocurrido llamar por teléfono a estas dos leyendas del tango. Pero nos llamaron del Festival de Tango de 2014 para hacer un concierto que cruzaba músicos de diferentes generaciones, y ahí nos convocaron a Lavallén y a mí que llevábamos un tiempo trabajando juntos, y sumamos a Cabarcos porque necesitábamos quien hiciera los bajos y marcara el pulso. Había que hacer una composición propia para el festival ("De menor a mayor"), pero pasó que cuando llegamos a la conferencia del festival el concierto se había levantado. Ahí les propuse tocar lo que habíamos preparado en un par de lugares. Y así empezó nuestro recorrido, que resultó mucho más fructífero de lo que esperábamos", relató.
Clásicos y originales. El primer álbum del grupo, "De menor a mayor", incluye ocho clásicos y dos aportes originales. Entre los temas figuran versiones de "El choclo", "La cachila", "Adiós nonino" y "Tres minutos con la realidad". "El disco es una búsqueda interesante", apuntó el pianista. "Si bien ellos pertenecen a una generación anterior a la mía, también tienen cabeza de evolucionistas, pero a la vez les es imposible faltarle el respeto a la tradición. Entonces se busca una cosa en el medio, donde la estructura del tango esté intacta en cuanto a los segmentos, las partes y la variación, pero sobre eso se innova con armonía, con métricas un poco más extrañas, aunque siempre trabajando en conjunto los tres", resaltó.
Estigarribia tiene una formación relacionada a la música clásica y el jazz, y esto también termina aportando a la originalidad del trío. "En el grupo no se ponen deliberadamente influencias ni jazzeras ni clásicas", aclaró. "Pero la música tiene un lenguaje que es como el habla. Todos los libros que uno ha leído se reflejan en el discurso que uno tiene. Hay una influencia que no es buscada pero que sin embargo es notable. Para mí el tango es como un punto intermedio entre la música clásica y el jazz, porque tiene partes improvisadas y partes muy escritas", explicó.
Según el pianista, la escena tanguera actual "ha avanzado mucho". "Cuando yo empecé hace diez años a trabajar en el tango el escenario era otro. Ahora hay cada vez más músicos y mejor preparados. Hay cada vez más propuestas: propuestas de tango nuevo y propuestas revisionistas. Las orquestas son muy distintas y todas con buen nivel. Yo creo que es un momento muy prolífico para el tango", afirmó.
Sin embargo, Estigarribia remarcó que el género necesita más difusión. "En principio sería clave ponerlo en los medios de comunicación. Todo lo que pasa en televisión, por ejemplo, poco tiene que ver con el tango. Un joven que no viene de una familia de tradición tanguera se encuentra con el tango y es una música extraña, como si fuera una música extranjera en su propia tierra. En la televisión ni siquiera hay programas de difusión. Así y todo, la oleada de jóvenes que hay en las milongas es impresionante. Primero entran por el baile, pero después terminan fascinados con la música", aseguró.