Después del éxito de "Día de entrenamiento", "Los siete magníficos" y "El justiciero", Denzel Whashington y el director Antoine Fuqua volvieron a colaborar en "El justiciero 2", secuela de la película del 2014, que se estrena el jueves. Washington vuelve a interpretar a Robert McCall, un ex agente de la CIA que decide impartir intervenir por su cuenta y hacer justicia cuando desparece su compañera y colega Susan Plummer a manos de sicarios y secuestradores.
Esta es la primera vez que Washington acepta repetir un personaje, aunque el actor le resta importancia a un hecho que es frecuente en Hollywood. "Es un poco como en el teatro -dice-, un personaje que haces una y otra vez, estoy acostumbrado", comentó.
En esa línea añadió: "La verdad es que no significa nada para mí. La gente habla de Hollywood pero no todo el mundo hace lo mismo, no se puede generalizar. Creo que sencillamente es un negocio. Si ese tipo de películas se venden, quieren hacer más", afirmó.
En la secuela, palabra con la cual Washington no se siente cómodo, el actor asegura que "no se sabe cuánto tiempo ha pasado desde la primera vez, pero espero que el personaje no sea el mismo, que haya cambiado un poco. l lo está intentando, por lo menos".
"Creo que está intentando abrirse a la vida, por el trabajo que hace lo vemos sintiéndose más cómodo, pero es un error hacerlo como él lo hace porque así acaban las cosas", aunque no deja de sentir el impulso de hacer justicia.
"Eso me atrajo siempre y tiene que ver con lo que sentimos al ver una película: todos queremos ser el protagonista. Y eso a pesar de que también es un hombre solitario, con defectos. Se parece a nosotros, pero con esa capacidad de impartir justicia", explicó.
McCall tiene una faceta en la que empatiza con Miles (Ashton Sanders) un chico pobre metido en problemas. "Los escritores vieron esta relación como paterno-filial desde el principio, pero creció según Ashton y yo trabajábamos juntos", afirmó.
Su personaje, Robert McCall, interviene contra un padre que raptó a su hija de manos de su madre y la lleva a otro país. Luego cuando su amiga Susan (Melissa Leo), que investigaba la muerte violenta de un agente de la CIA, es víctima de un hecho violento. Y luego McCall, que también es un chofer de taxi que escucha la vida de sus pasajeros, vuelve a intervenir después de llevar a su casa a una joven que fue violada.
Sin embargo relativiza el impacto del relato. "De verdad, creo que es entretenimiento, una vía de escape, no es la vida, pagaste por entrar, estás tomando algo o comiendo pochoclos, no es realidad, no es un documental", afirmó Washington.
Es Fuqua quien explicó en declaraciones a Efe, que fue el guionista Richard Wenk quien propuso incorporar esos temas con los que todos estuvieron de acuerdo.
"Yo sé que los secuestros de niños y las violaciones suceden en el mundo hoy en día, incluso son cosas que están sucediendo en Hollywood; es algo muy grande lo que está pasando y es importante que la industria del cine lo refleje y reflexione sobre ello", consideró Fuqua.
El director de "Los siete magníficos" sabe que el cine es entretenimiento, pero aseguró que "es importante mostrarlo en la pantalla". Y añadió que "la gente normal tiene que ser siempre más fuerte que los vándalos; las películas son divertidas y podés trasladar un poco tu sentido de la frustración, pero siempre tenés que estar por encima de eso, y nosotros lo estamos".
Washington, por su parte, consideró que eso es justamente lo que ocurre con el cine. "Por eso vamos al cine, porque hay cosas que desearías hacer y solo podés hacer en el cine, podés vivir situaciones, pero la realidad es otra, tendrías un precio que pagar", afirmó.
Sobre esta nueva colaboración con Fuqua, elogió el guión y el trabajo del director. "Me gustó el guión. Y trabajamos bien juntos, gané un Oscar con él (por "Día de entrenamiento"), nos caemos bien, nos entendemos. Y tenemos éxito en la taquilla. Sólo hay tres o cuatro directores con los que trabajé varias veces. Creo que lo he hecho con Tony Scott, Spike Lee, Edward Zwick y ahora con Antoine. Es una cuestión de confianza y, sobre todo, tiene que ver con su talento".
sin límites. Denzel Washington interpreta nuevamente a Robert McCall, un ex agente de la CIA.