Ricardo Darín y Soledad Villamil, los protagonistas de "El secreto de sus ojos",
manifestaron ayer a la madrugada su sorpresa y alegría por haber ganado el Oscar a la mejor
película extranjera. En una conferencia de prensa ofrecida pasadas las 2 de la madrugada de ayer en
un hotel porteño, ambos actores coincidieron en que esperaban que la obtención de este galardón
signifique "mayores inversiones extranjeras para financiar" al cine argentino.
Los ecos del triunfo de la película en Hollywood también fue destacado por la
prensa chilena. En todas las ediciones de ayer, los diarios del vecino país resaltaron el gesto del
director Juan José Campanella de saludar "a los hermanos" de Chile afectados por el terremoto tras
recibir la estatuilla.
En la Argentina, la fiesta se vivió de un modo muy especial. Exultante, de
remera blanca y saco oscuro, Darín apeló a su típica honestidad brutal: "Fue un milagro ganar el
premio, porque las películas contra las que competíamos eran buenísimas". Y agregó: "Aunque la
nuestra tiene metido el humor que a las otras les falta".
Villamil consideró que "es un premio para la película, y la película es Juan
José Campanella, que fue guionista, productor, mentor y director", expresó en un abierto elogio al
también director de "El hijo de la novia" y "Luna de Avellaneda".
"Juan es el único director argentino que tiene dos nominaciones y un Oscar, lo
que habla de su gran talento y del gran talento del cine argentino", añadió la actriz y cantante de
tangos.
"Cuando escuché que ganamos me paré y dije "«Noooo». No lo podía creer", expresó
Villamil. "Ojalá este premio potencie al cine nacional. Este Oscar es tan histórico como el de «La
historia oficial»", destacó en referencia a la película de Luis Puenzo, la primera del cine
argentino en obtener la preciada estatuilla en 1986.
A su turno, Darín volvió a expresarse, sin etiquetas y con su más absoluta
franqueza sobre la génesis de la película. "Ni en pedo creíamos que podíamos ganar el Oscar cuando
empezamos con esta historia, el guión estaba muy bien escrito pero uno nunca piensa en los
resultados, sino en ver cómo puede acompañar eso que leyó y le interesó", recordó.
Trascartón, dijo qué es lo más trascendente de esta película, a su modo de ver:
"Lo más importante es que la historia llegó a la gente y generó, movilizó a los que fueron a verla.
El gran merecedor de esta distinción es también el público, cuando la película se estrenó en la
Argentina empezó a recibir comentarios de los espectadores y a mí me llamó la atención que mucha
gente dijera «ésta película va a ganar el Oscar»".
La película argentina superó a la que perfilaba como favorita en la categoría,
el filme alemán "La cinta blanca", de Michael Haneke. Las otras nominadas fueron la peruana "La
teta asustada", la israelí "Ajami" y la francesa "Un profeta", de Jacques Audiard.