"¿Cuántos de ustedes han visto a molly?" dijo Madonna. Y esa (¿inocente?) pregunta encendió la polémica. Todo ocurrió a raíz del lanzamiento de su último disco, "MDNA". El equívoco, deliberado o no, tiene los ingredientes de una intriga construida en base al doble sentido y la ambigüedad. Todo se explica así: molly es el nombre como se conoce popularmente al éxtasis, y MDMA es la denominación de la metilendioximetanfetamina, base del éxtasis. "Estúpida" fue el calificativo más fuerte que recibió su pregunta lanzada durante un festival de música electrónica realizado en Miami. Y rebotó en las redes sociales donde obtuvo tanto ironías como reflexiones objetivas.
Es que la Chica Material (o sus estrategas en marketing y sus asesores de imagen) sabe cómo construirse un lugar propio. Ya ocurrió con sus frecuentes besos con otras cantantes como Britney Spears y Christina Aguilera y ahora con Nicki Minaj que colaboró en "MDNA", con su vestuario barroco y provocativo y sus romances.
Como sea, Madonna se las ingenia para estar siempre vigente. Esta vez lo hace con un disco que, a sus 50 y tantos años, la impulsó a utilizar por primera vez Twitter para difundir su trabajo mediante las redes sociales, sin entrevistas en revistas, ni actuaciones en televisión. Calificado por algunos medios como "confesional", la rubia debilidad no se guarda nada: habla de violencia, pasión y amor, como siempre con un pie en el pop que le dio fama.
Primera objeción. Por supuesto también lo hizo en Facebook, donde tiene ciento de miles de seguidores. Fue justamente por esa red que el DJ DeadMau5 lanzó su primera objeción contra su ya famosa pregunta. "Clásico de Madonna: «Hey, ¿alguno ha visto a molly?», qué gran mensaje para los amantes jóvenes de la música", dijo para luego elogiar lo innegable: que su trabajo es una apuesta a la energía en estado puro.
Tanto fue el revuelo que también por primera vez a través de su flamante cuenta @MadonnaMDNAday, confesa sus secretos a sus admiradores, elogió a colegas y, claro, aclaró que no apoya "el uso de drogas". Pero durante una hora y media, la estrella también contó intimidades y gustos personales. Así hubo espacio para las bromas y las ironías y sus preferencias musicales. Contó que Justin Bieber es "formidable" y que le encanta cuando hace rap. También señaló que la cantante Katy Perry le resulta "atractiva" ("Si ella fuera mi chica, nunca le sería infiel", comentó); explicó que "Baby One More Time" era su tema preferido de Britney Spears y celebró el trabajo que hace Lady Gaga en apoyo de la comunidad homosexual y su "compromiso contra el abuso escolar".
Intimidad. Después de hablar de su debilidad por el café, el cine francés e italiano, a cantar en la ducha y esconderse en el cuarto de baño, como también sobre su predilección por el lemoncheese y las papas fritas con un vaso de champán, se definió como "total y definitivamente" abierta a dar besos y se mostró también como una persona reflexiva preocupada por la vida.
Parte de todo ese universo se puede ver en "MDNA", que además de la violencia y la pasión, sugiere algunos temas más personales. De hecho "I don't give a..." (no tengo que...) es una aparente referencia a su ex marido, el director inglés Guy Ritchie, de quien se divorció y con quien tuvo a su hijo Rocco: "Intenté ser una buena chica. Intenté ser la esposa perfecta. Me apagué y me tragué mi luz. Intenté convertirme en todo lo que esperabas de mí. Y si ha sido un fracaso, no me importa un carajo", canta la artista en una de las dieciseis canciones que contiene el nuevo álbum.
Algunas referencias similares podrían interpretarse en las letras de los temas "Some girls" o en "Best Friend". Y allí está "I fucked up" (lo arruiné), con un tono autocrítico desde el título y en el cual reitera una disculpa a lo largo de la canción. Y "Gang Bang" es el más controvertido, en el cual suenan latigazos.
Como sea, Madonna se salió con la suya. Es, además de una perfecta empresaria que controla cada detalle de su carrera, una artista a la cual la revista Billboard la nombró la cantante más importante de la historia, superada solamente por Los Beatles. Madonna Louise Ciccone, la chica de Michigan que se mudó a Nueva York hace tres décadas, logró transformar los 35 dólares que llevaba en su billetera en una inmensa fortuna y 350 millones de discos.
Filantropía y polémica
El proyecto educativo de Madonna en Africa está en crisis por una controversia sobre el gerenciamiento de los fondos. La propia artista declaró hace un año que se sentía “frustrada” por el errático desarrollo de su primera iniciativa en Malawi. Sin embargo la cantante con el apoyo de la organización BuildOn, se decidió a iniciar un proyecto más modesto de 300 mil dólares para construir diez colegios. A comienzos de 2012, Madonna dijo que había aprendido muchoy que podrá hacer realidad sus objetivos humanitarios. Está previsto que la primera escuela se inaugure en breve en Kankhumbwa