"El hombre de tu vida" sube la apuesta por la TV inclusiva
“El hombre de tu vida” no sólo se convirtió en la ficción más atractiva y mejor escrita de la televisión, sino que, con el capítulo del domingo, abordó con altura, con humor y sin golpes bajos el tema de la inclusión de personas con capacidades diferentes.
2 de agosto 2011 · 01:00hs
“El hombre de tu vida” no sólo se convirtió en la ficción más atractiva y mejor escrita de la televisión, sino que, con el capítulo del domingo, abordó con altura, con humor y sin golpes bajos el tema de la inclusión de personas con capacidades diferentes.
Con una brillante interpretación de Jorgelina Aruzzi, el unitario que dirige Juan José Campanella volvió a hacer la diferencia en la pantalla chica y pegó un salto de calidad que, además, fue bien acompañado por el rating, ya que superó los 23 puntos y fue el segundo programa más visto del domingo.
Aruzzi no pudo dormir la noche del domingo. Es que fueron tantos los llamados telefónicos y mensajes de felicitaciones por su rol de Yanina, la médica con problemas neurológicos que interpretó en el tercer capítulo de “El hombre de tu vida”, que su cabeza no paraba.
La actriz le dio vida a una pediatra de unos 30 años, tan simpática en su vida privada como exigente en su profesión, que solicita una compañía en la agencia de solos y solas de la prima de Hugo (Guillermo Francella). Hugo primero la desprecia y luego se enternece con su personalidad hasta que se acerca afectivamente a ella y tienen una noche de sexo. Sin embargo, Yanina lo abandona porque presume que él sólo le tiene lástima, y porque ella considera que aún no se siente preparada para llevar una vida en pareja.
El mismo día en que se difundieron los programas que más discriminan (“AM”, “ShowMatch”, “Bendita” y “RSM”), según un informe del Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, “El hombre de tu vida” demostró que se puede ser inclusivo sin caer en el lugar común, o en la lágrima fácil. Sólo bastó un texto bien escrito, no casualmente por el autor Pablo Costa, que padece el mismo problema neurológico que el personaje de Aruzzi, y una apuesta al humor.
La buena mano de Campanella hizo que Yanina, la doctora con problemas motrices y dificultades para expresarse, arranque más sonrisas que el mismísimo Francella.